Respecto al tratamiento que está dando esa entidad financiera estatal a los clientes del agro, Maiorano respondió que “el BROU reivindica el caso a caso” considerando que “en los próximos dos o tres años va a haber alguna complicación”. La evaluación es “empresa por empresa, no vamos a tener una refinanciación generalizada”, enfatizó.
Admitió que el banco ya concedió “algún refinanciamiento, pero en pocos casos, más que nada de algunos productores que precisaron capital de trabajo y que no pudieron pagar la amortización de este año”. En esas situaciones el banco decidió postergar para 2016 el pago de la amortización correspondiente a 2015, dijo.
Ante los eventuales planteos de los productores con dificultad para el pago de sus deudas, ese jerarca manifestó:“Vamos a buscarle la vuelta siempre que haya posibilidades”.
El BROU está haciendo “alguna ejecución pero mínima, en situaciones que no tienen que ver con problemas productivos”, señaló.
La cartera agropecuaria de ese banco comprende unos 6.800 clientes, principalmente dedicados a ganadería, agricultura y lechería. Del total de colocaciones del sistema financiero en el agro, el República está cerca de 45%, estimó. La banca privada concentra el 55% restante.
Uno de los sectores del agro local que pasan por una situación complicada es la lechería. En ese caso el banco se anticipó a las dificultades que atraviesan los productores lecheros y antes que se estructurara el tercer Fondo de Financiamiento de la Actividad Lechera (FFAL) otorgó una línea de adelanto por litro de leche remitido en el último año, a cuenta de ese nuevo fideicomiso. El monto total será de U$S 86,4 millones, de los cuales el BROU adelantó U$S 45 millones.
Dijo que 2.621 productores serán beneficiarios del fondo y que en dos semanas 2.080 tamberos cobraron un adelanto que llegó a U$S 36 millones, y quedan por cobrar 540, porque falta un mayor estudio de estos casos que seguramente no son clientes del BROU, comentó. Aclaró que el primer desembolso fue a cuenta del adelanto.
Contó que recientemente se creó un fideicomiso que es administrado por República Afisa y en el que participarán dos bancos privados, uno con el aporte de U$S 25 millones y otro con U$S 8 millones. “El BROU no pone más dinero porque su carta orgánica se lo limita”, aclaró.
En cuanto al repago que hacen los tamberos por ese financiamiento, Maiorano comentó que las retenciones por litro de leche remitido a las plantas industriales comenzarán a realizarse al sexto mes de estar activado el fideicomiso y se estima que en siete años será cancelado el pago por los productores.
Otro aspecto destacado del fondo es el esquema de financiamiento “solidario”, porque si algún productor que es beneficiado por el fondo deja de pagar porque abandona la actividad u otro motivo, el monto adeudado lo pagan los otros productores. Eso no significa que los tamberos que incumplan el pago estarán exentos de su responsabilidad, porque “hay vales firmados”, advirtió.
El tercer fondo lechero tiene otra pecularidad referida a que es un fideicomiso privado y no público por licitación, como ocurrió en los dos fondos anteriores en los que participaron las administradoras de fondos previsionales.
El jerarca argumentó que la decisión se basó en que “los tiempos de instrumentación podrían demorar más”.
La siembra de los cultivos de arroz está prácticamente concluida, según la Asociación de Cultivadores de Arroz. El sector arrocero se financiará para la misma cantidad de hectáreas que el año anterior, dijo.
En el caso de los cultivos de verano, Maiorano consideró que “puede darse una baja en el financiamiento” y que “en el mejor de los escenarios habrá una demanda similar al año pasado y lo que no habrá es un aumento en la toma de créditos”.
Ganadero y forestal
Basándose en las consultas de clientes, el gerente del BROU señaló que hay un “mayor interés” en conocer alternativas de financiamiento para la compra de ganado u otras actividades relacionadas con la producción ganadera.
Eso ocurre en un contexto en el que productores de zonas del este y noreste del país decidieron dejar de plantar granos, debido a la caída del precio de la soja, lo que genera la posibilidad de utilizar esos campos en la pecuaria.
Esa posibilidad del retorno ganadero a tierras que en la última década pasaron a la agricultura tiene otros factores que están en juego. Uno de ellos es que las empresas forestales ven en esa situación una oportunidad para plantar árboles.
En ese marco, el BROU tiene previsto el año próximo “poner mucho énfasis en financiar al sector forestal”, específicamente “algún proyecto importante que fue planteado” al banco, dijo Maiorano.
Para ese jerarca, el agro está pasando por un “momento bisagra” en el que se puede definir lo que hacer en 2016, como puede ser en esos campos del este y noreste donde se dejará de aplicar agricultura, y donde la forestación puede tener un espacio, además de la ganadería.
Actualmente, el República tiene colocados más de U$S 100 millones en el financiamiento de actividades forestales.
Reconoció las complicaciones que genera la retracción agrícola en la situación financiera de las empresas prestadoras de servicios.
Hace dos años “venían contratistas con proyectos muy ambiciosos a los que les dijimos: pará, que esto puede cambiar”, contó.
“No permitimos que los contratistas que son clientes del banco se endeudaran más de la cuenta, y cuando la soja valía U$S 500 la tonelada fuimos reticentes a cambiar el equipamiento (maquinaria) como se propuso”, comentó.
Para ese funcionario, algunas de esas empresas tienen contratos con productores para trabajar en grandes áreas y lo que les bajará serán los precios que reciben por las labores que realizan.
“Si hay un contrato de trabajo y hay que hacer algún reperfilamiento, lo haremos”, aseguró.
Agua va
El riego es una actividad incentivada desde el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, que proyectó la instalación de represas multiprediales para asegurar el agua en zonas agrícolas donde existe el potencial de incrementar el rendimiento en kilos por hectárea.
En ese marco, el BROU estableció una línea de financiamiento de U$S 35 millones para inversiones en riego con plazos de hasta 20 años.
La respuesta de los productores no se hizo esperar y la demanda de créditos superó ese monto. Hasta el momento el banco aprobó proyectos por U$S 11 millones, distribuidos en diferentes zonas del territorio, algunos en el norte y litoral para plantaciones de maíz y otros vinculados a la producción de leche, comentó.
Indicó que los planes que presentaron los productores y que cuentan con el visto bueno del directorio “son individuales y no asociativos”.
Agro
2015-12-03T00:00:00
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