Al Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop) no le resultó fácil completar los cupos para iniciar los cursos presenciales en el segundo semestre de 2021, cuando se restableció la presencialidad en la educación. Además, tuvo “menos éxito” que en 2020 con la capacitación online, porque las personas fueron menos proclives a capacitarse a distancia.
“Notamos cierta dificultad para tomar decisiones de formación profesional. Primero pensamos que la razón era la fatiga de la gente con lo virtual, pero nos ha pasado lo mismo con los cursos presenciales. Estamos prácticamente sin lista de espera a pesar de haber hecho una campaña de comunicación novedosa de las capacitaciones. Si bien logramos unos miles de clicks, el efecto general no fue una demanda que nos desbordara”, reconoció a Búsqueda el director general del instituto, Pablo Darscht.
En este tiempo “el empresario medio tenía su cabeza en otro lado y eso hizo que fuera menos proactivo en la búsqueda de financiamiento para capacitación, aunque también es cierto que el instituto no ha logrado ser agresivo” en promocionar la formación, alegó Darscht.
En la misma línea, Julio Perdigón, director del Inefop en representación del PIT-CNT, dijo a Búsqueda que “ni los trabajadores ni los empresarios estuvieron preocupados por la capacitación” en el último año y medio. “Fue una situación atípica y coyuntural; la gente no demandó al instituto porque estaba preocupada por otra cosa, por el empleo y el salario. Y a su vez, el foco de las empresas estuvo en sostenerse, en el día a día”, ilustró.
“Cuando en 2016 y 2017 teníamos un buen nivel de empleo, ahí sí se hablaba de capacitación, pero con el declive y la incertidumbre por la pandemia en la ronda de Consejos de Salarios la preocupación fue mantener puestos y, en otros casos, lograr la recuperación salarial. Eso distrajo a empresarios y trabajadores”, explicó Perdigón.
Menos formación
Dada la menor demanda y las restricciones sanitarias para dictar cursos, la ejecución del Inefop estuvo por debajo de lo presupuestado para el 2021, informó su director general.
Pero para este año, el “compromiso” del Consejo Directivo del instituto es tratar de ejecutar más; “No quedamos conformes”, y en consecuencia, se definió destinar un monto más alto, por lo que no se gastó en 2021, acotó Perdigón.
El instituto financia las capacitaciones que contrata a privados con lo que recauda el Fondo de Reconversión Laboral (FRL), al que aportan trabajadores y empresarios del sector privado. Además, en julio de 2021 recibió $ 100 millones de Rentas Generales —la primera transferencia de recursos en muchos años— prevista como parte de su compromiso de gestión (Búsqueda Nº 2.134).
En 2021 el FRL habría recaudado $ 970 millones, un aumento de 8% frente al año anterior según estimaciones del Inefop.
De acuerdo a los datos preliminares de enero-noviembre y su comparación con 2020 realizada por la institución, hubo 27.257 capacitaciones orientadas a mejorar la empleabilidad y el acceso a puestos laborales, priorizando la población con mayor vulnerabilidad. En todo el año anterior habían sido 34.344.
Además, hubo 11.045 capacitaciones dirigidas a trabajadores en actividad (contra 14.087 del 2020) y 6.854 para contribuir a la mejora de la competitividad de las empresas y los nuevos emprendimientos (13.954 del año anterior).
A su vez, hasta noviembre el instituto atendió en las distintas modalidades a 22.900 trabajadores desempleados, de los cuales unos 10.000 ya finalizaron las capacitaciones. Esa cifra es “récord”, destacó Darscht, lo que se explica por la mayor cantidad de personas en “seguro de paro” en relación al 2019, por ejemplo, debido a la pandemia.
Agregó que según los resultados preliminares de una encuesta realizada por una consultora externa, la tasa de inserción laboral de los participantes desempleados que tomaron cursos es de 35%. Y apuntó que “históricamente” los datos al respecto eran “bastante más bajos”.
Modalidades y piloto
La ejecución de los cursos en 2021 fue mayoritariamente virtual, dada la dificultad de ofrecer clases presenciales en el primer semestre del año, indica el informe del Inefop. El 61% fueron dictados a distancia, 26% de modo presencial y 13% semipresenciales.
Al impacto de la pandemia y las restricciones sanitarias se sumó la tendencia hacia una mayor proporción de formaciones online de parte del instituto, lo que incidió en la proporción de formación virtual, apuntó Darscht. Sin embargo, admitió que los cursos online, como los autoadministrados por el interesado (a través de la plataforma Coursera, por ejemplo) tuvieron “menor éxito” que en 2020, lo que asoció con que más gente se reintegró a trabajar y estuvo menos en la casa. Igualmente, dijo que se está buscando la forma de agregar “apoyos o tutorías” para incentivar que más personas tomen ese tipo de cursos a distancia.
Según los datos hasta noviembre, los cursos financiados por el Inefop fueron tomados principalmente por personas de entre 18 y 45 años. El 66% de los participantes fueron mujeres.
En el rango de entre 18 y 29 años, siete de cada 10 beneficiarios tomaron cursos virtuales; esa proporción decrece a medida que aumenta la edad de los beneficiarios.
Para llegar con herramientas digitales y fortalecer las competencias en esa materia a personas de contextos vulnerables, en diciembre el instituto aprobó un “plan piloto” para el que adquirió 200 laptop del Plan Ceibal. A principios de este año prevé realizar un llamado para que organizaciones de la sociedad civil presenten propuestas para ejecutarlo en la periferia de Montevideo y en algunos lugares del “interior cercano”, dijo Darscht.
Si esa experiencia “funciona”, añadió, la idea es hacer una “apuesta más fuerte” hacia el segundo semestre de 2022 con una “compra grande” de computadoras.
Públicos
En el año que finalizó el Inefop canalizó las demandas de capacitaciones por parte de organismos públicos en convocatorias, comentó su director general. De esa forma, dijo, hubo un proceso de “ordenamiento de las relaciones” entre el instituto y otros actores públicos a través de un “mecanismo claro, ágil y transparente”.
El llamado derivó en la elaboración de 17 proyectos de capacitación con varios “socios”, como los ministerios de Ganadería, Desarrollo Social, Turismo, Educación y Salud Pública, además de la Secretaría Nacional de Drogas, entre otros organismos.
Antes, dijo, el instituto firmaba “sin pausa” este tipo de convenios. En 2021 se lograron concentrar en la modalidad de llamados, luego de hacer “por primera vez” una evaluación previa, sostuvo.
En las gestiones anteriores “en muchos casos venía ‘el proyecto’ y se aprobaba sin un análisis técnico interno previo”, aseguró. Admitió que con la puesta en marcha de este mecanismo “se resintió” el inicio de proyectos en 2021 debido a los tiempos que demandó la evaluación y realizar las convocatorias.