Aunque la presidenta de UTE, Silvia Emaldi, dio como un hecho que la empresa adelantará sus planes de inversión en generación de energía para el 2026, el director del ente por Cabildo Abierto (CA), Enrique Pées Boz, tiene otra interpretación sobre una resolución del directorio.
Emaldi anunció en julio, en un evento de la Asociación Uruguaya de Energías Renovables, que dos años antes de lo previsto se incorporará a la matriz eléctrica energía generada en parques solares y que lo que resta definir es bajo qué modalidad se harán las inversiones. La jerarca hizo esa afirmación luego de recibir un informe de la Gerencia de Planificación, que sugirió anticipar los planes basada en que se prevé un aumento de la demanda de electricidad.
Pées Boz, en cambio, dijo a Búsqueda que lo que aprobó el directorio fue “tomar conocimiento” del informe de la gerencia y pedir nuevos datos para tomar una decisión. El director cabildante condiciona la aprobación de los planes a que esa información complementaria que reciba lo “convenza”. “Hasta que no demuestren que en el 2026 se terminan los excedentes, mi voto no va a ser positivo”, adelantó.
El jerarca ha sido crítico de las inversiones que se dieron durante los gobiernos del Frente Amplio en energías renovables. En particular, cuestiona la modalidad de contratos con los parques eólicos porque entiende que implican un costo fijo para UTE de US$ 500 millones anuales, que se termina reflejando en las tarifas de los clientes de la empresa.
Otra crítica habitual del director cabildante es por la cantidad de energía que se incorporó: mientras la sugerencia era sumar 300 megavatios, al sistema ingresaron 1.500 megavatios, según dijo. Esto provoca que haya una capacidad de producción que no coincide con la demanda del mercado y, por tanto, que haya “excedentes”.
Pées Boz estima que son más de US$ 100 millones lo que se paga por los excedentes, un precio que “se incorpora en la tarifa”. En ese sentido, agregó: “Mi obligación ética es decir que habrá nuevas fuentes el día que se hayan agotado los excedentes”.
Los planes que anunció Emaldi prevén inversiones en parques solares para el 2026 y en energía eólica a partir del 2032.
“Inestables”
Durante agosto, el 99,8% de la energía que produjo UTE provino de fuentes renovables, un porcentaje que se ubica por encima del promedio del último año. Pero pese a este indicador positivo, el director por CA sostuvo que UTE nunca “podrá sacarse de arriba” la energía térmica, que funciona a base de combustibles fósiles. Esta generación de fuente no renovable funciona como “regulador” del sistema, ya que “de noche no hay sol” y el viento en “muchos momentos” no es el suficiente para producir electricidad. Estas fuentes renovables son “inestables”. La hidráulica, en cambio, tiene “continuidad”, salvo en momentos de sequía, sostuvo.
“El viento y el sol son inestables, lo que no se dice porque todo el mundo empuja estas cosas. Hay dos fuentes que son estables: la hidroeléctrica y —lo digo bajito porque suena raro— la nuclear. Son las únicas que son estables. Las nuevas renovables no son estables”, señaló el director.
En agosto, el sistema se reguló por la energía hidroeléctrica, pero en general “siempre” se necesitará de la térmica.
Consultado sobre si habría que invertir en energía nuclear, Pées Boz dijo: “En el vecindario todos tienen. Nosotros no tenemos y debe ser un problema de fundamentación ideológica. Si Uruguay no quiere ingresar al campo nuclear, es una posición de Estado”. “Lo que digo es: otra fuente estable es la energía nuclear, que está dentro del menú de posibilidades. El tema es que tiene mala prensa y en los últimos años la solar y la eólica tienen entusiasmo desde la prensa. Evidentemente juega en desventaja”, consideró.
En los planes de UTE no hay proyectos relacionados con la energía nuclear. De hecho, su incorporación ha sido descartada por anteriores autoridades. “Uruguay no tiene escala para una central nuclear. Es claramente inviable, ya que nunca se va a necesitar”, dijo en 2015 el entonces presidente de la empresa, Gonzalo Casaravilla, en el programa Rompkbzas de Radio El Espectador.
Balance
Hay dos asuntos que Pées Boz cree necesarios poner en la balanza para analizar si es conveniente invertir en generación o no: la cantidad de megavatios —de manera de evitar los “excedentes” — y el precio que tendrá para la empresa.
Si la propuesta de incorporar energía es por la “cantidad”, primero habría que “agotar” los “excedentes” producidos por el sistema eléctrico. Pero, si la recomendación es porque el precio sería más conveniente, entonces “cambia la historia”. “En ese caso, ya no es en 2026, puede ser mañana”, opinó. Alegó: “Tenés que balancear las dos cosas. Si arrancás ahora y te proyectás a un futuro sin excedentes, el peso se descarga sobre los precios. Tenés que elegir la fuente que de aquí en adelante te sirva más. Hoy (el precio de la energía) solar ha caído a rangos estrepitosos”.
Esa brecha de precios “desencadena” varios “problemas” de competitividad y competencia para UTE, afirmó Pées Boz. Mencionó como ejemplo la instalación de un parque fotovoltaico en Salto, que le venderá energía a grandes clientes de UTE a un precio menor. El privado puede vender esa energía a US$ 30, cuando la empresa pública la debe seguir pagando la energía a US$ 126 por megavatio.
“Mientras yo tenga excedentes no hay fundamentos que me convenzan de agregar más (energía a la matriz eléctrica). Ya bastante tengo que agregar por los contratos de UPM”, dijo.
“Ni siquiera me pueden apurar con el poncho. Si es en 2026 o en 2028, es una decisión que se puede tomar por la administración que venga”, dijo el jerarca cabildante, en referencia a que las obras de los parques necesarios llevan un tiempo de construcción aproximado de un año.
La información que solicitó Pées Boz es la “historia clínica” de los parques eólicos, lo que incluye la producción y “rendimiento” que se estima que tendrán, y un análisis de las condiciones financieras de los futuros proyectos.
Mitos y relatos
En paralelo a los planes de inversión en generación, el Ministerio de Industria, Energía y Minería impulsa una “segunda generación” de cambios energéticos, que incluye la incorporación de plantas de hidrógeno verde. El director cabildante prefiere la cautela sobre estos proyectos.
“Con todo respeto por el ministro (Omar Paganini), que es justamente el que está impulsando como capitán del barco todo esto, donde participan UTE y Ancap, yo quiero ser muy cauto con respecto a esto, porque no quiero un nuevo Gas Sayago”, afirmó el Pées Boz en La Mañana del miércoles 12.
Consultado por Búsqueda, agregó que desea que se tenga “éxito” con esos planes y opinó que hay que darle “la derecha al sector privado” que produzca la energía. Si el Estado participa del negocio, deben haber “contratos seguros de venta” que no sean “voluntarismos”. “Por eso quiero ser cauto. El dinero del Estado hay que invertirlo cuando jugamos seguros; el privado juega a riesgo”.
El jerarca insiste en que tienen que haber “razones fundadas” para impulsar los proyectos de “hidrógeno y movilidad” y que hay que probar “con números” su viabilidad. “Relatos y mitología no van conmigo”, indicó.