En la reunión estaba la cúpula del Ministerio de Defensa y los comandantes en jefe de las tres fuerzas armadas, pero el encargado de liderar el encuentro no tenía expertise en estrategia militar.
En la reunión estaba la cúpula del Ministerio de Defensa y los comandantes en jefe de las tres fuerzas armadas, pero el encargado de liderar el encuentro no tenía expertise en estrategia militar.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáRodolfo Saldain, uno de los redactores del anteproyecto de reforma previsional que el Poder Ejecutivo presentó semanas atrás, mencionó las generalidades de la propuesta y detalló aspectos que afectaban al Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. Y también escuchó planteos, como el reclamo de que se incorporara al personal de sanidad militar a los servicios bonificados —que en el anteproyecto solo se mantiene para el personal militar—, porque es un beneficio que tienen el resto de los trabajadores de la salud.
Este y otros puntos señalados en la reunión del martes 9 también se han expuesto a la interna del Ejército. La institución quiere que todos sus integrantes, especialmente los más jóvenes, conozcan “claramente” el anteproyecto y los aspectos técnicos y específicos de su profesión. Consideran que es necesario que la reforma incorpore asuntos propios de la actividad militar que el régimen general no cubre, por tratarse de una actividad “atípica”, señaló a Búsqueda el jefe del Departamento de Comunicación Institucional del Ejército, Pedro Gómez.
Esta explicación institucional abarca a todas las divisiones de la fuerza y se comunica por la cadena de mando, con cada superior “transmitiendo en los escalones subalternos las posibles situaciones cambiantes” que el anteproyecto tiene y “cómo pueden modificarse a nivel parlamentario”, sostuvo Gómez.
Algo similar sucede en la Armada, que encargó el estudio del articulado a un grupo de oficiales superiores para definir sus puntos más importantes. Una vez analizado se espera que se comuniquen las conclusiones al personal subalterno.
El Servicio de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas (la denominada Caja Militar) brindó en el pasado charlas y cada unidad fue ordenada a crear listas de difusión de WhatsApp para distribuir mensajes sobre seguridad social a los 15.000 efectivos de la institución. El foco de estas comunicaciones era la Ley N° 19.695, votada en 2018 y todavía hoy cuestionada por los militares.
El régimen previsional militar establecido en 2018 aproximó “buena parte de las reglas” al resto de los regímenes previsionales (el Banco de Previsión Social —BPS—, las cajas paraestatales y la Caja Policial), pero mantuvo un “tratamiento diferencial para sus afiliados”, diagnosticó la Comisión de Expertos en Seguridad Social (CESS), encargada de sentar las bases de la actual reforma jubilatoria. Uno de los más notorios es la edad de acceso a la jubilación: la edad promedio de retiro en este servicio es 48 años, mientras en el BPS es 63.
El nuevo anteproyecto de ley propone una “convergencia” de los cinco sistemas jubilatorios a un Sistema Previsional Común. La transición propuesta es de 20 años.
Las modificaciones planteadas implican que a la Caja Militar le apliquen los cambios que se proponen para el régimen general. Por ejemplo, que se eleve la edad de retiro y que sus nuevos funcionarios sean incorporados, de forma obligatoria, al sistema de ahorro individual, que administran las AFAP.
También propone que se suban las edades en el orden de cinco años a los funcionarios militares. Así, por ejemplo, la edad de retiro de un soldado pasará a ser 53 años y la de un coronel o capitán de navío, 65. A su vez, está previsto que se limiten los servicios beneficiados —por cada cinco años de trabajo, se computan seis— solo para el personal militar y no para el resto de los funcionarios militares. En el documento se incorpora una pensión en caso de fallecimiento en el acto de servicio o de que las tareas provoquen una incapacidad. El aguinaldo que actualmente cobran los retirados militares tendrá el mismo tratamiento que el resto de los institutos previsionales y se integrará al sueldo básico jubilatorio.
La reforma de seguridad social presentada por Presidencia generó inquietud entre los militares, informó El Observador. La preocupación provocó la reunión que encabezó Saldain con la presencia del ministro de Defensa, Javier García.
Aunque los jerarcas militares destacaron como positiva la posibilidad de que los jubilados vuelvan a trabajar hasta que deseen —siempre que no sea en el mismo lugar en el que se retiraron—, sus intervenciones se enfocaron en los contrapuntos con el nuevo documento.
“Es lógico que cualquier trabajador se fije cómo los incluye, cómo los afecta, en qué los mejora. Es natural, inherente a cualquier trabajador”, dijo García en rueda de prensa, consultado por las diferencias que plantearon las Fuerzas Armadas.
El ministro añadió que el servicio militar “es muy particular” y ahora hay un espacio para incluir en el proyecto “anotaciones que no están comprendidas o pueden modificarse”. A nivel ministerial, García encargó un análisis del tema al director general de los Servicios de las Fuerzas Armadas, Julio Ifrán.
“Estamos frente a un cambio de paradigma. Es un secreto a voces que en las Fuerzas Armadas se pagaba poco en la actividad y el estímulo estaba en el retiro. Eso termina siendo algo patológico”, opinó.
A la reunión también asistió Rivera Elgue, coronel retirado del Ejército y subsecretario del Ministerio de Defensa. Integrante de Cabildo Abierto, Elgue dijo que su partido trabajará para hacer sus aportes en la discusión parlamentaria, entre ellos poder contemplar lo que piden las Fuerzas Armadas.
“Vamos a analizar todo el anteproyecto y cómo afecta a todos los colectivos, pese a que falta información sobre Caja de Profesionales, Bancaria y Notarial”, afirmó Elgue.