Mientras muchos ministros y jerarcas con cargos de confianza preparaban los papeles y recogían recuerdos personales para abandonar sus despachos, Xavier y otros frentistas que trabajan en la sociedad civil participaron el martes 18 de un brindis con discursos, trap y candombe tocado por mujeres, que ofreció la filial local de la fundación socialdemócrata alemana Fesur en el salón Teluria para comenzar con mejores ánimos esta nueva etapa desde el llano.
El traje de opositor no es algo nuevo para una fuerza política que pasó la mayor parte de su vida en esa condición. Sin embargo, descontando casos como Treinta y Tres, Artigas, Paysandú y otros departamentos en los que ganó y perdió el gobierno, esta nueva situación de la vida democrática tiene sus propias características.
Mientras en las redes sociales los frentistas se desahogan, Xavier prefirió destacar que luego de haber estado 15 años en el puesto de mando, el FA, si bien defenderá las conquistas alcanzadas, también hará una oposición más madura que antes, cuando no contaba con esa experiencia.
De todas formas, tanto la expresidenta del FA como el flamante coordinador de la bancada de senadores, Charles Carrera (MPP), y Eduardo Vaz (Fuerza Renovadora) repiten en un coro más o menos afinado que entre una “resistencia total” y una “oposición responsable” optarán por la segunda estrategia.
Carrera dijo a Búsqueda que de todas formas “las cartas recién se están barajando y el gobierno es mano”. No obstante, al mismo tiempo que comenzó a dialogar con sus colegas Gustavo Penadés (blanco), Adrián Peña (colorado) y Raúl Lozano (Cabildo Abierto), aun antes de recibir los proyectos, no dudó en calificar como “un cambio antidemocrático en los usos y costumbres” el procedimiento de recurrir a una ley de urgente consideración con más de 400 artículos.
El senador del sector más grande del FA advirtió que respecto al proyecto “oficialmente no hay nada”, pero de todas formas cuestiona el procedimiento. “Nosotros no impusimos reformas sin discusión”, afirmó.
Un estudio realizado por el politólgo especializado en Parlamento Daniel Chasquetti reveló que el nuevo gobierno encabezado por Lacalle Pou quiere aprobar en 90 días cambios a normas que en los 15 años previos llevaron un promedio de debate de 257 días cada una.
Ese panorama que lleva al FA a “estudiar preocupados” la iniciativa no quita que los dirigentes tengan –según Carrera– una actitud constructiva para defender no solo “las conquistas sociales” sino un conjunto de normas que “mejoran la vida democrática” como la descentralización.
Este exdirector del Ministerio del Interior está dispuesto a votar cambios en el Código del Proceso Penal, como la obligación de la intervención del juez y un mínimo legal en los acuerdos entre fiscales y acusados.
Para el diputado comunista Gerardo Núñez, la principal tarea de esta etapa es retomar el vínculo con las organizaciones sociales para estar en mejores condiciones de defender las conquistas.
El legislador reelecto dijo que se “ha encendido una luz amarilla” respecto al vínculo con la sociedad.
“No es decir ‘no’ a todo, pero sí ser muy cuidadosos”, dijo Núñez a Búsqueda, porque “se vienen años muy duros con la coalición de derecha” y por eso “se necesita una capacidad de respuesta más grande” no solo ante los proyectos de ley y los consejos de salarios sino a políticas en la gestión, por ejemplo, de la aplicación de la ley de interrupción del embarazo.
En relación con los Consejos de Salarios, el dirigente de los trabajadores del comercio Héctor Castellano dijo que la prueba de fuego será en junio, “cuando los trabajadores pongan a prueba si el crecimiento que tuvieron durante los gobiernos del FA eran musculatura o gordura”.
Otro dirigente frenteamplista que se mueve en el área sindical opinó que tanto el FA como los sindicatos, aun los más radicales, deberán “hacer una mixtura entre negociar y pelear”.
La primera vez.
Por ahora, el FA está concentrado en demostrar que sus sucesores en la Torre Ejecutiva, al integrar una coalición multicolor, tendrán serias dificultades para ponerse de acuerdo.
Eso, sin contar que casi todas las alianzas de este tipo suelen romperse en general dos años antes de las siguientes elecciones, sería un punto a favor de la coalición de izquierdas, que ya tiene una experiencia de convivir entre casi 40 sectores.
En el FA, sin embargo, la articulación interna nunca fue sencilla y menos lo será después de las elecciones departamentales, cuando se procese la discusión sobre los resultados y la búsqueda de un nuevo presidente.
“Es traumático; nos fue difícil ser gobierno por primera vez y nos es difícil abandonarlo por primera vez”, dijo Vaz, uno de los operadores más cercanos al novel senador Mario Bergara.
Vaz opinó que en el Frente, la relación entre los parlamentarios, el gobierno y la fuerza política siempre fue conflictiva y con frecuencia se han presentado contradicciones.
Una cosa son los comités y las coordinadoras, donde son fuertes el Partido Comunista (PCU) y el MPP, y otra el Parlamento.
Según Vaz, a pesar de que la de octubre pasado fue “la peor derrota política” que sufrió el Frente, es “un error” sentirlo “como una catástrofe como la vive una parte de los frentistas”.
“Ansiosos”.
El sábado 15, en Radio Nacional, el politólogo Oscar Botinelli dijo que el Frente no solo no ha hecho un autoanálisis sino que tampoco procesó una renovación, no necesariamente biológica, sino de propuestas, valores y proyecto cultural.
En el programa Pensando con Banderas de Liber, el presidente de Factum dijo que el FA debe analizar, por ejemplo, su problema con las clases sociales, ya que mientras en 1971 en Pocitos y Punta Carretas votaba de manera similar que en el Cerro y La Teja, en 2019 el respaldo en las clases medias disminuyó de manera drástica.
En cuanto a las causas de haber perdido tres senadores apuntó a la forma como resolvió el caso del exvicepresidente Raúl Sendic. “El FA pasó de ser de gente que se inmoló a gente que luchaba por los cargos”, resumió.
En relación con el papel que jugará como oposición, pronosticó que más que en el Parlamento, el camino podría volver a ser el de los referéndums.
El ministro de Transporte, Víctor Rossi, hizo su propia valoración del panorama que se presenta a partir de la salida del gobierno: “El Frente tiene que serenarse. Estamos ansiosos en todas las cosas. Nos precipitamos rápidamente para mirar a la oposición y también para conversar entre nosotros mismos. Estamos desordenados”, declaró a Búsqueda este hombre de confianza del presidente Tabaré Vázquez.
Rossi puso como ejemplo la elección de los candidatos a la Intendencia de Montevideo y dijo que los intereses del Frente deben estar antes que los de los dirigentes.
Información Nacional
2020-02-20T00:00:00
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