Desde hace más de un año, el gobierno prepara un bono vinculado a parámetros ambientales y esta semana dio otro paso, al publicar algunos criterios que tomará en cuenta. Pero no es la única opción de esas características en carpeta.
Desde hace más de un año, el gobierno prepara un bono vinculado a parámetros ambientales y esta semana dio otro paso, al publicar algunos criterios que tomará en cuenta. Pero no es la única opción de esas características en carpeta.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acá“Estamos en el proceso de diseñar un endeudamiento, que puede ser un bono o también puede ser un préstamo de un organismo internacional, en donde la tasa de interés esté relacionada con un compromiso ambiental”, dijo la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, el miércoles 14 en Radio Rural.
El martes 20, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) divulgó un marco de referencia para futuras emisiones de bonos indexados a indicadores de cambio climático, que son la reducción de la “intensidad” de las emisiones de gases de efecto invernadero (de al menos un 50% para el 2025 en comparación a 1990) y la conservación de los bosques nativos del país (lo que implica mantener 100% de sus áreas y lograr un aumento de 3% en comparación con 2012), según el documento presentado ante la Comisión de Valores de Estados Unidos. La tasa de interés de los bonos sostenibles se ajusta “dependiendo de si el país no alcanza, alcanza o sobre-cumple” las metas de desempeño que se tracen, explicó el MEF en un comunicado.
El ministro de Ambiente, Adrián Peña, había puesto en duda a principios de mes la colocación internacional; “no sé si podremos emitir”. Sin embargo, en El País el miércoles 21 afirmó que “es inminente” la salida al mercado. En febrero, él había anunciado que sería por unos US$ 1.000 millones.
Entre los agentes no hay certeza sobre cuándo se concretará esta emisión. Mientras tanto, el financiamiento lo está obteniendo en el mercado local: el martes 20 no consiguió demanda suficiente para colocar la totalidad de la ampliación de la Serie 30 de Notas del Tesoro en unidades indexadas a la inflación al 2027 y terminó colocando 57,2 millones —unos US$ 7,7 millones— a una tasa de retorno de 2,70% real, casi un punto más alta que en la licitación de dos meses atrás.
Patrizio Drago, de Adcap Securities Uruguay, señaló a Búsqueda que el trámite para emitir un bono sostenible es más sencillo que la solicitud de un préstamo a un organismo internacional, la alternativa que planteó Arbeleche. “La aprobación de un préstamo de estas características por parte de un banco de desarrollo podría llegar a ser más engorroso”, apuntó Drago. La mejor opción para el gobierno “dependerá de la tasa de interés que exija” y de las “condiciones que imponga” cada acreedor. En general, el retorno demandado por un organismo multilateral “es inferior” al de otros tipos de acreedores, como fondos mutuos, fondos de pensiones y bancos.
Sin embargo, “es posible” que estas entidades “restrinjan el uso de los fondos” a algunas actividades, como aquellas que promueven el cuidado del ambiente o “fijen metas más ambiciosas para determinar la tasa de interés final”, agregó Drago.
La emisión de un bono sostenible es una “buena alternativa para capturar una tasa más conveniente” y bajar “los costos de financiamiento”, lo que se acentúa si se considera “la actual matriz energética uruguaya” y los cambios que están en agenda, dijo Agustín Caticha, head trader de Adcap.
Opinó que “parece una buena opción salir al mercado ahora”, un momento en el que los rendimientos de la curva estadounidense están “considerablemente altos” y en el que “el premio por riesgo uruguayo” es “sumamente bajo”.
Walter Molano, analista de mercados emergentes de BCP Securities, destacó ayer en un informe para clientes el “impresionante” ritmo de crecimiento de Uruguay en el segundo trimestre y elogió su economía como una de las “más exitosas” de la región. Sin embargo, planteó que sus bonos están unos 113 puntos básicos “más ajustados de lo que las calificaciones crediticias dicen que deberían estar. Tal vez sea una señal de que el soberano está infravalorado y podría ser objeto de una mejora”.