A pocos días de empezado el período de gobierno y con la pandemia copando la agenda política, el PIT-CNT decidió jugar rápido la carta de intentar formar un tejido de alianzas.
A pocos días de empezado el período de gobierno y con la pandemia copando la agenda política, el PIT-CNT decidió jugar rápido la carta de intentar formar un tejido de alianzas.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl 23 de marzo de 2020 el movimiento sindical convocó a un puñado de viejos y nuevos conocidos a discutir una plataforma común. Aquella reunión, de la que participaron la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU), la Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionistas del Uruguay (Onajpu), la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (Fucvam) y la Intersocial Feminista, fue el embrión de una nueva versión de la Intersocial, que se estrenó con una convocatoria a cacerolear y apagar las luces de las casas.
La Intersocial original nació en los 80 y fue un ámbito de coordinación entre estudiantes, sindicatos, cooperativas de vivienda y el Servicio de Paz y Justicia. Su nueva versión siguió camino después del caceroleo de marzo de 2020 y a fines de ese año —ya sin la Onajpu— anunció que, junto con el Frente Amplio, recolectaría firmas para promover un referéndum e intentar derogar 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración que el gobierno había aprobado unos meses antes con buena parte de su programa.
A pesar de la derrota en la consulta popular, las organizaciones extrajeron de ese proceso varios saldos positivos, como haber puesto en actividad la militancia y conseguir una votación reñida que consideraron un mensaje para el gobierno. El balance estuvo presente en la oratoria del Día de los Trabajadores el pasado 1º de mayo. En la recta final de su discurso, el presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, pasó raya y concluyó que el nivel de “unidad, militancia y, en última instancia, el estado de ánimo” actual era “infinitamente superior” al que tenían a comienzos de 2020.
“¿Vamos a dejar morir esta energía? La pregunta es: ¿cómo mantenemos esos bríos altos del campo popular?”, dijo.
La interrogante está latente en la interna del PIT-CNT. El primer paso parece claro: reactivar la Intersocial. Según dijeron a Búsqueda fuentes sindicales, en el Secretariado Ejecutivo del pasado martes 3 se estableció ese punto como prioridad de la agenda para las próximas semanas.
Volver a poner en marcha la Intersocial es un paso estratégico para poder cumplir con un objetivo todavía más ambicioso que estableció el último Congreso: concretar un encuentro nacional con amplia convocatoria a organizaciones, similar al Congreso del Pueblo que la entonces CNT convocó en 1965. En palabras de Abdala, sería algo así como “un enorme cabildo artiguista” necesario para reestructurar el programa de la izquierda (Búsqueda Nº 2.083). Este nuevo congreso del pueblo está previsto para el 2023.
“La idea es que la Intersocial sea el vehículo que lleve a esa instancia”, explicó un dirigente.
En el camino hacia el referéndum, la Intersocial Feminista se alejó de la Intersocial por tensiones en la relación con el PIT-CNT y el Frente Amplio. En paralelo a la reactivación de la Intersocial, el PIT-CNT pretende volver a acercarse a la Intersocial Feminista. Fuentes sindicales dijeron que no se trata de una tarea sencilla porque “las lejanías fueron fuertes”.
El 1º de mayo la Intersocial Feminista envió un saludo al PIT-CNT, que fue leído en el acto oficial y fue recibido como una señal positiva.
Una delegación sindical se reunió el miércoles 4 con Luis Lacalle Pou en la Torre Ejecutiva. Los representantes del PIT-CNT —Abdala; la secretaria general, Elbia Pereira; el vicepresidente, José Lorenzo López, y el director del Instituto Cuesta Duarte, Milton Castellano— le entregaron al presidente una carta con un análisis de la situación del país y un conjunto de propuestas.
El texto recoge sustancialmente los planteos que formuló Abdala en su discurso del 1º de mayo. Allí propuso al gobierno nueve medidas, entre ellas: aumentar las asignaciones familiares y la Tarjeta Uruguay Social en 300 millones; aumentar el salario mínimo nacional; adelantar inversión en obra pública; acelerar el proceso de recuperación salarial pública; y descartar la propuesta de reforma de seguridad social elaborada por la comisión de expertos para convocar a un nuevo diálogo.
Tras el encuentro, Abdala dijo a la prensa que esperan una “respuesta rigurosa” al planteo realizado. Según dijeron a Búsqueda fuentes sindicales, el presidente mostró cierta apertura a volver a analizar un posible aumento del salario mínimo nacional. También les transmitió que no gobierna para los “malla oro”, un cuestionamiento habitual de parte de dirigentes del PIT-CNT. En materia de seguridad social, dijo que se reuniría con referentes del gobierno para definir los pasos a seguir.