Sin que hubieran cambios relevantes en la imposición al campo, el sector agropecuario pagó más tributos este año que en el anterior. No obstante, en relación con su volumen de producción, la presión fiscal que soportó bajó a mínimos.
Producción del sector retomará impulso en 2023, tras la desaceleración en los meses recientes, según Opypa
Sin que hubieran cambios relevantes en la imposición al campo, el sector agropecuario pagó más tributos este año que en el anterior. No obstante, en relación con su volumen de producción, la presión fiscal que soportó bajó a mínimos.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáAsí surge de cálculos elaborados por la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) e incluidos en su Anuario, difundido ayer miércoles 21.
El agro contribuyó al fisco con US$ 312,2 millones en 2022, un aumento de US$ 41 millones (15%) frente al año anterior. Pero la presión fiscal sobre el sector —medida como el cociente respecto al PBI agropecuario, que se expandió—bajó de 6,4% a 5,5%, un mínimo en los años recientes.
Después de un muy buen primer semestre, el agro uruguayo moderó su crecimiento en esta parte final de este año. Según la estimación de la Opypa, entre enero y noviembre la producción del sector creció 0,8% respecto a 2021, y en 2023 retomará algo de vigor (2,9%).
Las autoridades de esa oficina técnica y otros jerarcas de la cartera presentaron el martes 20 el Anuario, que analiza el panorama y las perspectivas para el sector.
Según señaló Ángela Cortelezzi, economista del área de Indicadores Sectoriales y Estudios Económicos de la Opypa, la zafra de finales de 2021 y comienzos de 2022 fue “histórica” en cuanto a crecimiento. Recordó que en el primer semestre de este año el agro creció 11% respecto a igual lapso de 2021 favorecido por la demanda externa, el consumo de hogares y las inversiones del sector privado.
La actividad siguió aumentando a partir del segundo semestre, aunque a menor ritmo, en un contexto de menores precios en la ganadería, perspectivas de rendimientos “más calmas” para los cultivos de verano y una remisión “estable” de leche a la industria, explicó la técnica. También se debilitaron los precios internacionales de varios rubros. De todos modos, la Opypa proyecta que las exportaciones de mercaderías del país en 2022 alcanzarían un “registro histórico” de US$ 14.000 millones; de ese monto, US$ 10.000 millones corresponden a “bienes agroindustriales”, incluyendo la celulosa.
Para el promedio de 2023 la oficina técnica del MGAP calcula que el Producto Bruto Interno (PBI) agropecuario crecerá 2,9% frente al año que termina. Cortelezzi dijo que en ello será determinante el “impulso de la silvicultura” enmarcada en la “apertura de la tercera planta de celulosa en el primer trimestre” de 2023, si bien no estará produciendo a pleno. Si no estuviera esa actividad de UPM 2, el PBI del agro se contraería 0,7%. En cuanto a las exportaciones, la Opypa prevé un descenso si se compara con los altos montos alcanzados en el año que concluye.
En el marco de la presentación del Anuario, no podía faltar la cuestión del bajo precio del dólar, que en las últimas semanas motivó reclamos de varias gremiales rurales y de exportadores.
“Hay una realidad que el gobierno, en una posición de libre competencia, no va a intervenir directamente” en el mercado cambiario, señaló el ministro de Ganadería, Fernando Mattos, en rueda de prensa. Agregó que, por otro lado, “el Banco Central es un ente independiente”.
El Anuario de la Opypa aludió a esta cuestión. Indicó que “durante 2022 la inflación se convirtió en un desafío para el Banco Central”, que subió la tasa de política monetaria “de manera sostenida” hasta ubicarla en?10,75% en octubre (11,25% actualmente). “Hacia el futuro, si el shock de desaceleración de la actividad a nivel?global resulta transitorio y moderado, tendrá sentido que el Banco Central mantenga el sesgo contractivo de la política monetaria. En tanto, si el shock se profundiza, dando lugar a un descenso de los precios de los commodities a nivel internacional, la autoridad monetaria tendrá margen para iniciar un descenso de la tasa de interés de referencia”.
Considera esperable que la inflación minorista en Uruguay “se modere hacia el cierre de 2022 y los primeros?meses de 2023”, principalmente debido a la baja de la cotización del dólar en la plaza local y el descenso de los precios internacionales de las materias primas.