El estadounidense Xander Schauffele se adjudicó en forma brillante la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio

En tanto, la nota diferente del campeonato en Tokio llegó con el empate de siete golfistas en la tercera ubicación, por lo cual fue necesario recurrir a un multitudinario playoff para conocer al ganador de la medalla. Fue así que recién en el cuarto hoyo del desempate el jugador de China Taipéi T. C. Pan se quedó con la medalla de bronce. En este punto, vale destacar las actuaciones del chileno Mito Pereira y del colombiano Sebastián Muñoz, quienes llegaron a la definición del desempate por el tercer puesto buscando darle una medalla a su país, y en tanto, en la confirmación del golf como deporte olímpico, la presencia de grandes figuras en la definición del título como el estadounidense Collin Morikawa, el irlandés Rory McIlroy, el japonés Hideki Matsuyama y el inglés Paul Casey, entre otros.

Vale recordar que en Río la surcoreana Inbee Park y el inglés Justin Rose fueron quienes obtuvieron las medallas de oro.

El desarrollo de la competencia

Al igual que en Río 2016, el Comité Olímpico Internacional designó al jugador local Hoshino Rikuya para ejecutar el golpe inicial en la jornada inaugural del jueves 29 de julio. Un total de 60 jugadores, representando a 35 países, salieron a jugar en la modalidad de 72 hoyos medal play en busca del oro olímpico.

Fueron notorias las ausencias del número uno del mundo, el español Jon Rahm, a causa de otro resultado positivo de coronavirus, y también del número dos, el estadounidense Dustin Johnson, quien adujo problemas de calendario que le impidieron estar en Tokio.

La sede en esta oportunidad fue la cancha del Kasumigaeski Country Club, ubicado en las afueras de Tokio, inaugurado en 1929 y que fue sede del Abierto de Japón en cuatro oportunidades.

Al final del día el austríaco Sepp Straka quedaba en lo más alto de las posiciones con una excelente tarjeta de 63 golpes, ocho bajo el par del campo. La segunda vuelta estuvo marcada por una larga suspensión temporaria del juego debido a lluvias y tormentas, la cual llevó a que 16 golfistas no pudieran terminar esa ronda. Las posiciones al momento de la suspensión del juego por falta de luz mostraban al estadounidense Schauffele, número 5 del ranking mundial, con el mejor score parcial de 131 impactos para los 36 hoyos. En una maratónica jornada pero sin problemas climáticos se completaron el sábado 31 los 54 hoyos, con Schauffele todavía en la punta y con un muy buen acumulado de 199 golpes, los tableros mostrando a ocho jugadores separados por tan solo tres golpes y muy buenas actuaciones del chileno Pereira y del colombiano Sebastián Muñoz, quien hizo 64 golpes ese día para llegar con chance a la definición del campeonato.

La definición

Con tres birdies en los primeros cinco hoyos, Schauffele parecía encaminarse a una cómoda victoria, algo que no se le daba desde enero del 2019. Sin embargo, el golf tiene esas cosas. Por un lado algunos malos tiros para hacer bogeys y por otro Sabbatini “quemando” la cancha. “Estaba tan lejos de la punta que sinceramente salí a jugar sin ninguna expectativa”, comentaría más tarde el esloveno nacido en Sudáfrica. En ese panorama Sabbatini terminaba con una formidable ronda de 61 golpes que incluía aunque parezca mentira dos bogeys. Casado con una eslovena, Sabbatini obtuvo dicha nacionalidad en el 2019 para “intentar servir de inspiración para que más jóvenes se incentiven con el golf en Eslovenia”, dijo más tarde el medalla de plata. La mayor incertidumbre de la definición llegó en el par 5 del hoyo 14 cuando el líder envió su pelota fuera de límites con el drive.

“Saliendo del green del hoyo 15 vi un tablero que mostraba que estábamos igualados con Rory en la punta con menos 17”, comentó en conferencia de prensa Schauffele. “Eso fue como un despertador, me ayudó a recuperar la concentración; estoy orgulloso por haber recuperado el nivel en esos hoyos finales”, afirmó el medalla dorada.

Finalmente, una tarjeta de 69 golpes le daría el ansiado título al estadounidense. Como todo ser humano, los campeones también tienen su propia historia de vida. En este caso, su padre, Stefan, quien a la vez es su entrenador, fue un gran atleta alemán designado para participar en los Juegos de Seúl 1988. Sin embargo, a causa de un accidente provocado por un conductor ebrio a los 20 años perdió la vista de su ojo izquierdo además de otras lesiones que le quitaron el sueño olímpico.

“Desde que clasifiqué para los juegos de Tokio tuve una gran presión sobre mí mismo”, dijo Schauffele. “Mi padre deseaba de sobremanera lograr una medalla olímpica como esta, pero no se le dio; dedicó una buena parte de su vida para lograrlo y no pudo ser. No puedo decir lo que nos dijimos al costado del green del hoyo 18, sí que fue un hermoso abrazo, apenas emboqué el último putt pensé en él, sabía que iba a estar ahí esperándome. Realmente ha sido una experiencia extraordinaria y al tener a mi padre conmigo la disfruto de una manera muy especial” concluyó.