En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Economistas, sociólogos, politólogos, ingenieros, desde los químicos hasta industriales y eléctricos, la integración del equipo de trabajo de la Dirección Nacional de Energía (DNE) es de lo más variada. Es que cuando se habla de energía los desafíos son, también, muy diversos, pasando por cuestiones técnicas hasta la necesidad de concientizar a la población sobre la incorporación de energías verdes, y a las industrias acerca de las oportunidades de la microgeneración. Esta repartición cumple con la planificación prevista por la Política Energética Uruguay 2030, mientras se adapta a nuevos desafíos.
, regenerado3
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
El Balance Energético Nacional se realiza desde hace ya 54 años y su última edición, con los datos de 2018, fue presentada el lunes 18. Durante poco más de medio siglo la demanda aumentó mucho y fueron sobre todo las fuentes renovables las que abastecieron esa necesidad creciente de energía; el volumen de petróleo y derivados que consume Uruguay se ha mantenido, pero, en proporción del total, registra una “fuerte” tendencia decreciente que no se repite “en el mundo”, dijo a Búsqueda el director de Energía, Ruben García: fueron 39% en 2018, cuando hace 15 años aportaban más del 50%. Esos datos corresponden a la matriz primaria, también conocida como “de abastecimiento”, que toma en cuenta a todos los energéticos, el consumo de gas en hogares, el de petróleo para transporte, la energía eléctrica, entre otros.
El balance muestra también que la participación de las energías renovables en la generación eléctrica fue del 97% el año pasado y que mientras la hidroeléctrica viene disminuyendo desde el 2014, el aumento sostenido ha sido de las renovables no tradicionales, como la eólica y solar. Uruguay participa de negociaciones internacionales y se suma a compromisos ambientales que marcan el camino de continuar reduciendo sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), para seguir avanzando: el cambio grande está hecho y eso deja al país en la necesidad de hilar fino para ver cómo disminuir el consumo de las fuentes no renovables.
El negocio de la movilidad
Del petróleo y sus derivados, el transporte consumió el 70% en 2018. “Ahí está la oportunidad” de transformación, destacó García. En esa línea, la DNE tiene definidos 12 proyectos transversales de “alta importancia”, informó su director. Dos tienen que ver con medios de transporte: uno utilizará energía eléctrica y el otro hidrógeno.
El proyecto de movilidad eléctrica es para distancias que se consideran cortas y está orientado a vehículos que puedan funcionar con baterías, en particular ómnibus, camionetas y taxis. Por estos días, la DNE estará realizando el cierre de una convocatoria a la que se presentaron 120 ómnibus.
Pero en una primera instancia se instalarán 50. Por otra parte, para impulsar la movilidad eléctrica y “derribar mitos” existentes acerca de los costos, la velocidad y el ahorro, esa repartición junto con el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente desarrollaron el proyecto “Movés” para ofrecer arrendamiento de camionetas, vehículos utilitarios y ómnibus eléctricos. Los períodos de alquiler duran entre 30 y 40 días, y se realizarán durante los próximos dos años. Para ofrecer este servicio, los organismos estatales que encabezan el proyecto contrataron compañías dedicadas al arrendamiento de vehículos (que tienen una autonomía de un par de cientos de kilómetros) para que las empresas prueben los vehículos, vean los beneficios y “se metan en el negocio de la movilidad eléctrica”, explicó García. Las arrendadoras obtuvieron un subsidio para ofrecer ese servicio. Hay algunos vehículos arrendados y otras 50 empresas esperan su turno para probar.
Para cargar las camionetas, autos y ómnibus ya están instalados varios puestos públicos. Además, las compañías interesadas podrán solicitar la instalación de sus propios puntos de carga una vez que apuesten a la masificación de esta fuente de energía para el transporte.
El segundo proyecto, de uso de hidrógeno para camiones pesados y ómnibus de larga distancia, es una cooperación entre la DNE, Ancap y UTE, que se implementará a partir del año que viene. Será un plan piloto que, en una primera instancia, abarcará 10 empresas de camiones y ómnibus con una autonomía que podría superar los 600 kilómetros de recorrida. Otras 50 están en lista de espera.
La planta de producción de hidrógeno se instalará en donde funciona la División de Alcoholes de Ancap, en la zona de Capurro. Se generará a partir de energía eléctrica (de fuentes principalmente renovables) y se almacenará en tanques similares a los de nafta.
Uruguay tiene un fuerte componente de energía eólica y el 60% se produce en la noche, cuando la demanda energética es baja. Poder usar esa energía y almacenarla en tanques de hidrógeno resulta una apuesta interesante para la DNE. Permite que el hidrógeno se pueda producir durante la noche o durante el día, evitando los horarios de “punta” en los que la demanda es mayor, como ocurre después de las 18 horas. Para la logística, la DNE estudia realizar un convenio con la Distribuidora Uruguaya de Combustibles (Ducsa).
El proyecto se estima en US$ 5 millones.
El Banco Interamericano de Desarrollo aprobó en los últimos días una cooperación no reembolsable de US$ 500.000 en apoyo al desarrollo de un “ecosistema de hidrógeno” en el país.
En la región solo existe un plan de este tipo en Brasil, informó García. Pero en ese caso no se utiliza hidrógeno verde —como el previsto en Uruguay (ya que la electricidad será producida con energía renovable)— sino “subproductos de la refinería”.
En cuanto a los costos, “hoy los números están apenas empatando”, dijo el jerarca. Aclaró que “en tres o cuatro años” esta energía va a ser “rentable” y “por eso es importante tener el piloto ya realizado y las capacidades para pasar a la fase de masificación”.
Los vehículos que funcionan con energía eléctrica y los que utilizan hidrógeno (con capacidad para recorrer distancias más largas) no son competidores sino que, según el director de la DNE, apuntan a distintos nichos de mercado. En Uruguay tampoco se ven como competidores los derivados del petróleo y la electricidad. Por eso se han instalado –y se seguirán instalando– puntos de carga de vehículos eléctricos en las estaciones de servicio de Ancap, la principal empresa proveedora de combustibles tradicionales.
“Acá hay una sinergia entre Ancap y UTE con la movilidad eléctrica. Se van a ver puestos de carga al lado de una estación de gasoil y nafta. Después, Ancap verá cómo se puede meter en el negocio, si lo hace a través del hidrógeno, por ejemplo”, dijo García.
El director de Energía anhela que en 2021 el transporte eléctrico despegue. Espera algo similar a lo que ocurrió con el decreto de microgeneración de 2010, que durante los primeros años no tuvo gran impacto, “costó difundir y madurar”, y ahora existen más de 400 instalaciones de microgeneración.