En poblaciones relativamente chicas del interior del país suele trascender fácilmente cuando la suerte cambió la vida de algún vecino o al menos se le hizo más desahogada en lo material.
En poblaciones relativamente chicas del interior del país suele trascender fácilmente cuando la suerte cambió la vida de algún vecino o al menos se le hizo más desahogada en lo material.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáA veces el propio quiosquero hace publicidad de su local, como si estuviera tocado por la diosa Fortuna, buscando atraer a otros jugadores. “Apostó $ 30 y ganó 2 millones de pesos con La Raspadita”, festejaba en agosto del año pasado el coloniense Diario Helvecia. Un par de meses después, al noticiar sobre la visita al departamento del director nacional de Loterías y Quinielas, Ricardo Berois, la publicación recogió declaraciones del presidente de la Banca de Quinielas de Rosario, quien habló de otros que “en los últimos tiempos” ganaron también con el 5 de Oro y la Tómbola: “Nos gusta cuando se dan esas situaciones porque sabemos que hay familias que reciben un buen dinero y muchas veces soluciona su tema económico”.
Sin embargo, esa región del país no se destaca particularmente por los montos totales apostados en ese tipo de juegos ofrecidos por las llamadas bancas de Quinielas, ni tampoco considerando promedios por habitante (con la limitación para ese análisis dada porque el último censo es de hace una década). La superan, por ejemplo, Montevideo, y Mercedes y su entorno.
A partir de una solicitud hecha a la Dirección Nacional de Loterías y Quinielas (DNLQ) al amparo de la ley de acceso a la información pública, Búsqueda comparó cifras de apuestas con la desagregación geográfica proporcionada, que corresponde a las “bancas de Quiniela” (aunque, estrictamente, se pidieron datos por departamentos y por barrios o municipios en el caso de Montevideo, que no fueron entregados). Son 26 “bancas” en total, una en Montevideo y las demás ubicadas una o dos por departamento (abarcando a agencias y subagencias distribuidas en las capitales, así como a ciudades o poblaciones más pequeñas). Por ejemplo, en Colonia están las bancas de Rosario (con cerca de 210 puntos de venta en Colonia del Sacramento, Nueva Helvecia, Florencio Sánchez, Tarariras, Playa Fomento, San Pedro y la propia localidad de Rosario, entre otras) y de Carmelo (que, incluyendo a esa ciudad, tiene más de 80 puntos, sumando también Ombúes de Lavalle y Nueva Palmira).
El pedido de información requirió el monto total apostado en cada año desde el 2019. Además de no entregar datos con la apertura geográfica solicitada, el Ministerio de Economía —que respondió la gestión, ya que la DNLQ es una unidad ejecutora vinculada— omitió los datos de Montevideo para el 2021, lo que enmendó días después, tras ser reclamados.
En 2021 hubo apuestas en los cinco juegos por $ 19.287 millones en total, lo que convertido a dólares al tipo de cambio promedio del año fueron casi US$ 443 millones. Poco menos de un tercio correspondió a la Quiniela tradicional ($ 6.175 millones), seguido por Supermatch ($ 4.767 millones), el 5 de Oro ($ 3.547 millones), la Tómbola ($ 3.239 millones) y la Quiniela Instantánea ($ 1.559 millones). La DNLQ los encomienda en calidad de permisarias a las bancas, que mayoritariamente venden los juegos de manera presencial en los locales de sus agentes y subagentes (si bien el canal digital viene creciendo).
Con el Covid-19, el 2020 había sido un año con mucho menos apuestas que lo habitual. Fue un período de baja en su negocio por la “gran incertidumbre”, los “cambios en los hábitos de consumo” y la “suspensión total de eventos deportivos” en el segundo trimestre, que ocasionó una “caída abrupta de las ventas” del juego de pronósticos Supermatch, señaló la Banca de Cubierta Colectiva de Quinielas de Montevideo rescató en un Reporte de Sostenibilidad. En ese año el monto global de apuestas fue de $ 13.702 millones (US$ 326 millones).
En 2021, algo más de la mitad de las apuestas (54%) en los cinco juegos que comercializan los agentes y subagentes se hicieron en Montevideo. Considerando la población de la capital contabilizada por el Instituto Nacional de Estadística en 2011, significaron, en promedio, $ 7.909 por persona.
Con 6,5% del monto total apostado, la Banca de Pando fue la segunda en importancia. Abarca agencias y subagencias localizadas en esa ciudad, pero también en Barros Blancos, Míguez y en balnearios canarios diversos, como Parque del Plata, Atlántida, San Luis, Jaureguiberry y Cuchilla Alta, lo que dificulta el cálculo de la apuesta por habitante.
La Banca de Maldonado captó el 5% del juego el año pasado. Tomando los datos censales de las poblaciones más relevantes abarcadas (la capital departamental, San Carlos, Piriápolis, Punta del Este, Pan de Azúcar, etc.), el monto por habitante jugado rondó como máximo los $ 6.000.
Así, Montevideo y las otras dos bancas de la región sureste del país (Pando y Maldonado) concentraron prácticamente dos tercios de las apuestas totales.
Un 2,7% se canalizó a través de agentes y subagentes ligados a la Banca de Paysandú. El promedio por persona computando a varias de las poblaciones principales del departamento (la capital, Guichón, Quebracho y Porvenir) rondó los $ 6.100 anuales.
Salto y Soriano captaron, en ambos casos, el 2,7% del dinero jugado en todo el país. Pero en esa última banca, con agencias y subagencias ubicadas en un entorno geográfico menos poblado que el salteño, el monto promedio resultó mayor y de los más altos del país (algo más de $ 7.050).
La Banca de Rosario canalizó el 2,4% de las apuestas totales en los cinco juegos analizados, algo así como $ 5.880 por persona, siempre en promedio. En las agencias y subagencias de Carmelo, Nueva Palmira y Ombúes de Lavalle —que integran la otra banca coloniense— la apuesta por habitante fue de unos $ 5.465.
Por otro lado, solamente en una banca las apuestas en 2021 resultaron menores a US$ 1 millón (0,2% del total nacional): José Batlle y Ordóñez. Los poco más de 8.000 pobladores censados en esa localidad de Lavalleja y los de José Pedro Varela y de Zapicán —las otras dos con puntos de venta de juegos— gastaron unos $ 4.627 buscando diversión o fortuna (ver recuadro). Pero hubo otras regiones con montos promedio por persona menores, en las bancas de Las Piedras ($ 3.448) y de Rivera ($ 3.058), por ejemplo.
El promedio a escala nacional rondó los $ 5.870 para 2021 si se toman los cerca de 3,3 millones de habitantes del 2011; considerando una población proyectada de aproximadamente 3,5 millones, lo que cada uno jugó sería un monto menor ($ 5.483).
Las apuestas por Internet son asignadas por la Banca de Quinielas según el lugar donde fue hecha la carga de la cuenta que el jugador debe abrir; en poco tiempo la Banca de Quinielas prevé adoptar un sistema de georeferenciación para las estadísticas.