El vicepresidente del Banco Central del Uruguay (BCU) defiende la política monetaria vigente señalando que “en algún momento Uruguay debía hacer el esfuerzo” para bajar la inflación y beneficiarse de lo que eso conlleva.
El vicepresidente del Banco Central del Uruguay (BCU) defiende la política monetaria vigente señalando que “en algún momento Uruguay debía hacer el esfuerzo” para bajar la inflación y beneficiarse de lo que eso conlleva.
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acá—Antes de Semana de Turismo, el BCU informó que el Producto Interno Bruto creció poco el año pasado (0,4% en promedio), influido por una serie de factores extraordinarios. ¿La política monetaria contractiva también fue un freno al crecimiento como sostienen algunos?
—La tasa de política monetaria se redujo 2,5 puntos porcentuales en 2023.
Durante los años de pandemia la política monetaria fue tan expansiva como las circunstancias lo demandaban. Luego se enfocó en la reducción de la inflación y sus expectativas, imponiéndole un sesgo contractivo. Durante 2023, en los diferentes Comité de Política Monetaria, ese sesgo contractivo se fue modulando en tanto las expectativas, la propia inflación y sus proyecciones iban reaccionando.
Aun con los efectos extraordinarios de la sequía y la “fuga” de consumo hacia Argentina la economía uruguaya mostró un leve crecimiento en 2023. Estos fenómenos fueron de tal magnitud que es difícil cuantificar los efectos que la política monetaria pudo haber tenido en la actividad.
No obstante, en algún momento Uruguay debía hacer el esfuerzo. A largo plazo una inflación baja promueve el crecimiento, mejora la estabilidad financiera; una inflación baja y sostenida permitirá poner foco en la productividad en las negociaciones salariales, etcétera.
—Muchas veces el director por el Frente Amplio en el BCU votó en contra de las decisiones de la política monetaria, alegando que se daña la competitividad de precios. ¿Ve riesgo de que un eventual futuro gobierno del Frente Amplio vuelva al intento de gestionar varios objetivos simultáneamente, aquello de los platitos chinos?
—Todo el sistema político ha expresado satisfacción por la baja de la inflación. El próximo gobierno no tendrá que bajarla, sino que podrá delinear políticas “a partir” de una inflación baja. Si un edificio en construcción con cimientos sólidos cambia de arquitecto, este edifica hacia arriba sin derrumbar lo hecho, más allá de no haber estado de acuerdo con el método constructivo.
—Durante mucho tiempo se dijo que en Uruguay la política monetaria era ineficaz, por la dolarización de su economía. ¿Se demostró lo contrario?
—Más allá de mi opinión están los hechos. Los resultados son producto de la convicción y de lecciones aprendidas. Lecciones aprendidas derivadas del uso de diferentes herramientas e instrumentos de política para hacer frente a coyunturas disímiles. Convicción (de que se estuvo) privilegiando un solo instrumento, mejorando la comunicación, transparentando proyecciones y modelos, preanunciando decisiones para que el mercado las incorpore, acortando el tiempo entre instancias de decisión, haciendo infinidad de reuniones con partes involucradas para explicar, entre otros.