“¿Es la lechería uruguaya eficiente en el uso de sus recursos?”. Con el objetivo de intentar dar respuesta a esa interrogante el profesor de Economía Agraria de la Facultad de Agronomía, Federico García, con el apoyo de técnicos del Instituto Nacional de la Leche (Inale), inició un trabajo que entre sus resultados preliminares reveló que el uso de factores “es inadecuado” en comparación con la producción lechera de países competidores, y que los sistemas productivos lecheros uruguayos “hacen un mal aprovechamiento de la tierra y en menor medida de la mano de obra”.
Si un tambo de 50 hectáreas y con dos empleados llegara a duplicar la escala y pasara a 100 hectáreas, eso no significa que necesariamente precisará cuatro trabajadores, tal vez puede operar con tres, ejemplificó.
Proceso y base de datos
Otro de los resultados del trabajo indica que “en un escenario de precios altos puede que el país recorra un camino de desarrollo, vía intensificación en el uso de algunos factores, lo que frente a una caída de precios no sería sostenible”.
“Mejorar la eficiencia en el uso de factores, lo que cada día más responde a valores internacionales, es una manera de asegurar la competitividad” del producto, menciona la investigación. Por eso plantea que profundizar en la razones por las que existe este nivel de ineficiencia es relevante en la construcción de competitividad.
García explicó que el trabajo todavía está en proceso y que hubo un primer informe para su estudio en el Inale, donde participan representantes de la industria láctea y de las gremiales de tamberos junto a los del Poder Ejecutivo.
Uno de los principales insumos utilizados para ese documento fue la base de datos de la red mundial de investigadores en lechería, denominada IFCN por su sigla en inglés (International Farm Comparisson Network), que se dedica al estudio y comparación de la producción de leche a nivel mundial y que caracteriza una serie de sistemas de producción típicos de 54 países diferentes.
Los sistemas caracterizados en esa base “no necesariamente son representativos del país, sino que se incluyen como sistemas típicos”, aclara el trabajo.
Señala que “en algunos casos la información del sistema proviene de un promedio de productores y en otros, como en el caso de Uruguay, representa un modelo de tambo construido a partir de cuatro o cinco casos reales”.
“No son representativos en el sentido estadístico del término. Sin embargo, reflejan tambos reales que pueden ser tomados como típicos de la producción de un país o región”, explica.
Otro aspecto considerado por el autor es que la diversidad de sistemas productivos lecheros es elevada, tanto por las condiciones ambientales en las que se lleva a cabo la producción como por la estructura organizacional en la que se basa.
Hay, en la base de datos de IFCN, desde sistemas que se desarrollan en zonas tropicales hasta los que producen en regiones con frío extremo durante parte del año.
El trabajo cita además productores familiares de subsistencia y corporaciones empresariales. El tipo de alimentación o forma en la que el ganado se alimenta también varía, incluyendo desde sistemas de producción pastoriles hasta sistemas estabulados fijos, según el informe.
Para comparar a los sistemas de producción lechera uruguayos con los sistemas y países que son competidores en el mercado internacional los técnicos seleccionaron un grupo de países: Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Argentina, Brasil, Chile, Alemania, Bielorrusia, Dinamarca, Francia, Holanda, Irlanda, Polonia y República Checa.
La base de datos del IFCN presenta algunas particularidades, dado que los casos que presenta son una mezcla de sistemas típicos, algunos representativos de todo un país o región y otros de distintos sistemas de producción que se encuentran en un mismo país.
Describe que esa variedad de situaciones hace que sea difícil utilizarla como referencia general. Pese a ello consideraron que es posible analizar la base y extraer algunas ideas de por dónde debería ir la trayectoria tecnológica si lo que se busca es ganar en eficiencia y por lo tanto en competitividad.
Tras comparar los sistemas lecheros de Uruguay con todos los sistemas que constituyen la base, los técnicos comprobaron que hay margen para reducir el uso de los factores entre 50% y 32 % manteniendo los niveles de producción para alcanzar la frontera productiva.
Eso considerando retornos variables a escala, aclararon. Los factores tenidos en cuenta para el cálculo de la eficiencia técnica son cuatro: número de vacas, superficie total, mano de obra y uso de concentrado.
Los sistemas que componen la base “son muy heterogéneos” y por eso se optó por enfocar el análisis con respecto a dos grupos reducidos de sistemas, los de base pastoril y los que compiten con Uruguay en los mercados internacionales, indicaron los técnicos. Señalaron que al comparar con los pastoriles los resultados indican que “los sistemas uruguayos son ineficientes”.
En el caso del “sistema más chico, la ineficiencia es explicada mayoritariamente por ineficiencia de escala”, destacaron los investigadores. Indicaron que “los predios de mayor tamaño son ineficientes por aspectos vinculados a la gestión de sus recursos”. Eso implica que podrían mantener su producción utilizando menos factores (recursos), consideraron.
Cuando se pone el foco en los países que compiten con Uruguay por los mercados internacionales, los autores observaron que “los sistemas uruguayos se ubican por debajo de la media en términos de eficiencia técnica”. Eso quiere decir que “el uso de factores es inadecuado en comparación con aquellos con quienes queremos competir”, explicaron.
Por otra parte, el trabajo indica que “el recurso tierra es relativamente barato”, en comparación con otros países productores de leche, como Estados Unidos o Nueva Zelanda. Por eso “el camino de desarrollo debería pasar por hacer un uso más intensivo, esto es logrando mayor producción de materia seca que permita aumentar la carga y con ello la producción”.
Ambiente
El trabajo plantea además que hay seguramente factores ambientales (clima) que afectan el desempeño de los distintos sistemas, sobre todo cuando se compara entre sistemas pastoriles que dependen mucho más del clima que aquellos que son estabulados.
De todos modos, “hay sistemas que aparecen como más eficientes que los de Uruguay que no necesariamente tienen mejores condiciones ambientales”.
Los autores destacaron que ese trabajo “no explica todas las diferencias ni pretende hacerlo, pretende sí ayudar a analizar” la base del IFCN, apoyado en una metodología que ayuda a ordenar los sistemas por eficiencia de producción que presentan. Al contarse con datos de un solo año no se puede ver la evolución a lo largo del tiempo, acotaron.
Adelantaron que una segunda etapa de trabajo es la de conocer cuáles son las variables que explican el término de ineficiencia, al analizar las decisiones que afectan la eficiencia técnica.
Agro
2016-08-11T00:00:00
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