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En una audiencia tensa la Justicia extendió la prisión preventiva a Mutio
El condenado por narcotráfico acusó de mentir a la fiscal Mónica Ferrero y al juez, y su esposa pidió que le den prisión domiciliaria mientras lloraba con el bebé en brazos
El 21 de diciembre de 2023, Martín Mutio se presentó en el juzgado de Crimen Organizado de 1º turno para participar de la instancia judicial que analizó la extensión de la prisión preventiva. El condenado y su defensa, los abogados Florencio Macedo y Pablo Donnángelo, se volvieron a enfrentar a la fiscal de Estupefacientes, Mónica Ferrero, quien lideró la investigación del caso.
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La instancia judicial se extendió por más de dos horas y tuvo varios momentos de tensión. Mutio intervino en varias ocasiones para defender su inocencia y acusó a la fiscal de mentir. “Dicen que pertenezco a un grupo criminal, lo que no es cierto”, aseguró al final de la audiencia cuando hizo uso de la palabra.
“La fiscal no para de mentir. Ella mintió. Tengo derecho a defenderme”, dijo, según consta en las grabaciones a las que accedió Búsqueda.
Del otro lado, Ferrero se defendió después de que Macedo afirmara que el juicio fue “una quijotada” de la Fiscalía, porque se basó “en indicios” y faltaron “pruebas directas”.
“Mi trabajo lo defiendo y este trabajo lo hice con seriedad. Nos sentimos muy seguros”, replicó. Allí recordó que la indagatoria comenzó con la incautación de cuatro toneladas y media de cocaína en Europa y consideró que fue una causa que “marcó un antes y un después en las investigaciones de drogas” por incluir la creación de un grupo especial de investigación con Aduanas, Migraciones y equipos paralelos en el extranjero.
“Estamos muy seguros de que si el Tribunal (de Apelaciones) pudo escuchar nuestra teoría del caso y captar toda la teoría, es que la quijotada no era tan mala”, agregó.
En la audiencia, el objetivo de los abogados era lograr que el juez Fernando Islas sustituyera la prisión preventiva de Mutio por domiciliaria. Para eso propusieron como opción que se fuera a vivir a lo de su padre, Daniel Mutio, en el barrio Colón en Montevideo. Agregaron que, en ese caso, su esposa volvería a Uruguay desde Argentina, donde está radicada con el hijo de ambos.
La esposa participó en la audiencia para sustentar el pedido. Primero declaró el padre de Mutio, que trabaja en la bodega Santa Rosa, y respondió preguntas de la defensa del imputado sobre el ofrecimiento de su domicilio para que cumpla la medida cautelar y del equipo fiscal, sobre sus ingresos y los meses en los que Mutio estuvo en su vivienda con tobillera electrónica.
Durante ese intercambio se dio otro exabrupto luego de que Ferrero preguntara por una ocasión en la que la policía no encontró a Mutio en la casa cuando fue a controlar el cumplimiento de la medida.
–¿Qué dijo? ¿Qué dijo Mutio contra mí? No…–, dijo la fiscal en un tono de voz elevado.
–Creo que dijo “aporte pruebas”–, le respondió el juez.
Luego, prosiguió el padre, que reconoció: “Puede ser que se haya equivocado en un montón de cosas mi hijo, porque es bastante desprolijo. No creo que sea narcotraficante”. Agregó que “respeta muchísimo” el trabajo que la fiscal está “haciendo por el país” y que cree en la Justicia, que ya lo absolvió una vez.
Luego fue el turno de la esposa de Mutio, quien se sentó con el bebé en brazos frente a las fiscales y el juez. En respuestas a las preguntas que hicieron los abogados, aseguró que estaría dispuesta a vivir en Uruguay con él, porque su ausencia era “muy dura” para ella y su hijo. “Pido por favor, porque me siento muy sola. Puedo trabajar desde acá”, dijo llorando.
La presencia de la familia en Argentina fue uno de los argumentos que la Fiscalía usó para fundamentar su pedido de prorrogar la medida cautelar de Mutio. Consideró que existen “elementos de convicción suficientes” para “presumir” que intentará ocultarse, porque “integra una organización criminal transnacional relacionada al tráfico de sustancias estupefacientes” y tiene “facilidades extraordinarias para huir del país”, como el acceso a dinero, documentación falsa y medios para salir de la frontera.
También, según la teoría fiscal, por la gravedad de los delitos de los que se lo acusa, “podría recaer” una pena elevada, y eso es un “incentivo suficiente” para que procure la fuga.
El juez Islas resolvió extender la medida cautelar hasta el 31 de mayo de 2024 como pedía la Fiscalía y rechazar el pedido de prisión domiciliaria, porque si bien es “indiscutible” el principio de inocencia al que hicieron referencia los abogados, los delitos de los cuales se lo acusa son “graves” y, según la jurisprudencia de otros tribunales, que se lo vincule a organizaciones criminales transnacionales “es una pauta” que “intensifica” la probabilidad de una fuga. “Hasta en un punto es de sentido común”, dijo el juez.