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Fenapes reprocha a la izquierda falta de “enjundia” para “darle con un caño” al gobierno
La directora de Secundaria durante el último gobierno frentista, Celsa Puente, denuncia una “persecución caníbal” de la ANEP contra los docentes agremiados
Emiliano Mandacen durante el acto de la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza del Uruguay. Foto: Mauricio Zina / adhocFOTOS
La tensión entre la Federación Nacional de Profesores de la Enseñanza Secundaria (Fenapes) y las autoridades educativas comenzó incluso antes que el período de gobierno. Con el avance de los nuevos planes y programas de estudio, enmarcados en la llamada transformación educativa, aumentó su intensidad y ahora, con la campaña electoral despuntando, parece asomar también un recrudecimiento.
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Ese clima se reflejó en la participación de Emiliano Mandacen, secretario general de Fenapes, el miércoles 11 en una actividad denominada Educación en Reforma convocada por la Fundación Vivian Trías. El dirigente desarrolló ahí los fundamentos de la confrontación con lo que considera “una derecha feroz”.
Este gobierno “encarna la desfachatez, la mentira, la falta de nivel académico de sus cuadros”, dijo. También calificó a la transformación educativa como “un enlatado” y un profundo retroceso. Pero esta vez, esas consideraciones vinieron de la mano de una autocrítica.
Mandacen le reprochó a la izquierda falta de “autocrítica” por “errores” e “irresponsabilidades muy graves” cometidas durante sus gobiernos y en el período actual. Sobre los gobiernos del Frente Amplio, señaló que la declaración de la esencialidad de la educación decretada por Tabaré Vázquez en 2015 fue “un error político y táctico brutal”, que “generó un quiebre en el vínculo entre el gobierno y las organizaciones sociales y los sindicatos”. Sobre la actual administración, afirmó que la izquierda no tuvo “la enjundia” suficiente para oponerse a los cambios introducidos en la reforma educativa.
Luego de insistir en los defectos de los cambios en proceso, lamentó que la izquierda política y sindical, que tiene “gente formada” en el área, no salga “a darle con un caño”.
“Yo hay veces que me quedo helado… Nos falta enjundia”, dijo. Poco después volvió sobre el tema. “Andamos con demasiadas vueltas para decir las cosas. Yo no sé qué estamos esperando... Capaz que soy yo, que soy medio ansioso”, añadió.
Justamente por esa falta de “enjundia” para confrontar con los cambios, aseguró que terminaron “comprando” el “enlatado sobre la reforma”.
“Es doloroso, es duro, pero lo compramos… hay que confesarlo”, concluyó el dirigente.
En la actividad participó también la exdirectora de Secundaria frenteamplista Celsa Puente y la secretaria general de la Asociación de Funcionarios de UTU, Mariana Píriz.
“Tirando de la cuerda”
Ya en diciembre de 2019, el presidente de Fenapes, José Olivera, criticó con dureza a quienes serían las futuras autoridades educativas. Sobre el ministro Pablo da Silveira, dijo que era “un soberbio de primera, con muy poco manejo político”, y al presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva, lo calificó como “un fiel representante de la vieja política del acomodo”.
Ahora, el secretario general de Fenapes, centró “el problema con la derecha” en el plano de una “batalla cultural” que la izquierda está “perdiendo”, a su juicio. “Un grave problema de la batalla cultural que fuimos perdiendo es permitir que nos montaran el concepto de educación como sinónimo de “asepsia”. Ahí terminamos de embarrar la cancha. Ahí nos terminamos de entregar”, dijo Mandacen .
En medio de esa disputa, siguió, “llegó este gobierno que se monta bajo (la idea de) decir que alguien que no es docente va a transformar la educación pública”, siguió, aludiendo al titular del Codicen. “Robert Silva debe saber de pedagogía lo que yo sé de crochet: nada, nada, nada…”, sostuvo Mandacen, y lo acusó de usar la estructura de ANEP para hacer campaña.
También atacó al ministro Pablo da Silveira: “Pablito… el hombre que dice que no sabemos leer… es un filósofo bastante mediocre, me animo a decirlo. Muy buen operador de derecha, eso sí”.
En otro tramo de su charla, ensayó una suerte de autocrítica en nombre de Fenapes. El dirigente asumió que en estos años el sindicato de profesores también ha tensado “la cuerda” en su relación con los gobiernos.
“Algunos tendremos que asumir que tiramos mucho de la cuerda en algunos momentos, por supuesto, capaz que sí… No se nos cae ningún anillo”, afirmó. Justificó esa posición gremial diciendo que “en el plano de la táctica pasan muchas cosas” y que ese estilo de “comunicación política”, que reconoció “muy agresiva”, fue definida por el gremio de entrada.
“Canibalismo”
“Ojalá hayamos aprendido”, comentó por lo bajo Celsa Puente, directora de Secundaria del último gobierno frenteamplista, próxima a Mandacen. “La izquierda tiene que dar un debate fuerte”, coincidió. No obstante, redirigió sus críticas al titular del Codicen que promueve ahora cambios express, dijo, condicionado por los tiempos electorales.
“El jerarca (por Silva) necesita pararse en la plataforma del candidato y exhibir algo, entonces tenía que apurar todo esto a como diera lugar”, afirmó.
Según Puente, la ANEP desató “una persecución caníbal” contra “muchos docentes e inspectores” críticos a su gestión. Aseguró que algunos tuvieron que huir y jubilarse anticipadamente. “A mí no me sale otra palabra que no sea canibalismo”, dijo. Según su visión, dentro de esa persecución “brutal”, la administración está “buscando cortar las cabezas” de los docentes agremiados.