“No creo que los frigoríficos y las gremiales de productores lleguen a un acuerdo en el pago del ganado fuera del ámbito natural de discusión, que es el Instituto Nacional de Carnes (Inac)”, dijo a Campo el presidente de ese organismo, Alfredo Fratti, con relación a los contactos iniciados entre esos sectores para encontrar una solución a la baja en el valor de la hacienda y de la faena.
Fratti comentó que el lunes 30 la Junta Directiva del Inac, integrada por dos representantes del Poder Ejecutivo, de la Asociación Rural, de la Federación Rural, de la Cámara de la Industria Frigorífica y de la Asociación de la Industria Frigorífica, trató ese tema, pero ninguno dio su posición definitiva sobre la fijación de un porcentaje piso en la participación de los involucrados en la negociación del ganado. “Quedaron en estudiar esa alternativa con sus asociados y luego discutirla”, señaló.
Respecto al diálogo que mantienen los ruralistas con los empresarios del sector frigorífico, el titular del Inac dijo que “ojalá puedan acordar” una solución, pero enfatizó que “ese tipo de discusiones deben darse en la Junta” de ese organismo. En esos encuentros, en que no participa el Ejecutivo, “veo muy difícil que hallen un punto de equilibrio que sea aceptado” por ambas partes, afirmó.
Dejó en claro que los actores del sector cárnico “tienen la libertad de reunirse” y tratar esos asuntos. Pero insistió en la importancia de seguir “el camino institucional” que representa el Inac.
La faena de bovinos bajó 3,4% y se ubicó en 45.377 cabezas en la semana del 22 al 28 de junio, según datos del Inac. Y el precio de los novillos gordos aumentó 1,21%, pasando de U$S 3,30 a U$S 3,34 el kilo, mientras que el valor de las vacas gordas se incrementó 2,47% llegando a U$S 2,90 el kilo, conforme al reporte semanal de la Asociación de Consignatarios de Ganado. Indica que en el mercado de reposición el precio de los terneros subió entre 5% y 8%, principalmente los animales de más de 180 kilos de peso.
Consultado sobre la medida discutida con el presidente de la República, José Mujica, en abril, para facilitar la exportación de ganado en pie, Fratti reconoció que la alternativa de exonerar el pago de impuestos a ese negocio sería “algo temporal” y de “carácter excepcional”, aunque dijo no tener conocimiento de algún proyecto de ley concreto en el gobierno. La industria frigorífica rechaza totalmente esta posibilidad (ver entrevista en páginas 6 y 7).
En una columna publicada el jueves 26 en el semanario “Voces” el ex ministro y subsecretario de Ganadería, Andrés Berterreche, cuestionó esa eventual exoneración impositiva. “Rumores de subsidiar la exportación de ganado no deben ser apoyados”, porque “de su beneficio en general se terminan aprovechando los poderosos y no los sectores que se pretende apoyar”, advirtió.
Desestímulo y equilibrio
“Venimos a Uruguay y vemos un ambiente de desestímulo del criador, que vende a bajo precio la vaca y el ternero y eso no tiene relación con lo que vimos en el exterior”, dijo a Campo el presidente de la Asociación Rural, Rubén Echeverría, a pocos días de su regreso de China, donde participó del Congreso Mundial de Carnes realizado a mediados de junio.
Para esa gremial, de perfil ganadero, los valores de exportación de la carne uruguaya, cercanos a los U$S 4.000 en promedio, “no condicen con los precios que reciben los productores” en el mercado de haciendas local. “Tiene que haber un equilibrio entre los precios que se pagan en las exportaciones de carne y el valor del ganado”, planteó ese ruralista.
Consideró que en ese negocio “ninguna de las partes tiene que ser muy favorecida, sino que debe existir un equlibrio”. “La industria y los productores son socios y ambas partes deben ganar en forma justa para que haya crecimiento de la producción de carne”, opinó.
Actualmente, la participación del productor en la venta de sus bovinos es de 70% y el margen industrial (que incluye beneficios y costos) es de 30%, según los cálculos del Instituto Nacional de Carnes en función del valor del “novillo tipo” publicado a mediados de junio.
Considerando ese análisis, Echeverría enfatizó que “el punto de equilibrio en la comercialización de ganado es que el margen correspondiente a la materia prima esté en el 75% y el resto en lo que es valor agregado industrial”.
“El precio del novillo debería estar en U$S 3,5 y U$S 3,6 el kilo”, reclamó el titular de la ARU teniendo en cuenta el ingreso promedio de exportación de carne bovina y la relación de valores en el “novillo tipo”.
Advirtió:”Lo que no puede pasar es ni que el productor tenga el 80% o más de participación y ni que la industria llegue al 30%”.
En cuanto al planteo de la Federación Rural de que el gobierno determine que el pago de la hacienda se haga antes del dressing (proceso de extracción de vísceras, grasa y otras partes del animal), Echeverría señaló que “el meollo del asunto está en el precio; después, si le rinde más o menos kilos, no tanto”.
“Hoy el problema está en el traslado del precio que el productor no está recibiendo”, opinó.
Los valores vienen subiendo de a poco y la faena se mantuvo estable entre 46.000 y 50.000 bovinos por semana, pero en la última de junio bajó a poco más de 45.000 cabezas.
Para el titular de la ARU, el aumento de los valores “es una señal positiva frente a los que los frigoríficos venían pasando”. “No sé si es parte de una movida de la industria a favor de que se recuperen los precios, ya que hay escasez de ganado gordo”, advirtió.
Consultado sobre la decisión de la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia de iniciar las medidas preparatorias para una eventual investigación del funcionamiento del mercado ganadero, el dirigente ruralista consideró que “es saludable para darles tranquilidad a la industria y a los productores”.
“Cuanto más libre sea la exportación de ganado en pie, mejor, para que cuando llegue el frío los productores puedan dar salida ágil a los animales que tienen en el campo”, dijo.
China compite
con Europa
Tras su participación en el Congreso Mundial de Carnes, en la ciudad de Beijing, el presidente del Inac destacó a Campo que “China asegura una demanda firme y sostenida de carne uruguaya e incluso tienen interés en comprar cortes cárnicos de alta calidad”. El mercado chino será un fuerte competidor de la Unión Europea en la adquisición de carne con altos valores, vaticinó.
Dijo que para aprovechar ese potencial el Inac debería realizar más actividades de promoción en conjunto con los privados.
El titular de la ARU también destacó que “en China hay una demanda importante de carnes e interés por ese producto de Uruguay, por su buen estatus sanitario y la calidad que ofrece en la producción”.
“No solo para exportar carne vacuna y ovina, sino también para llevar bovinos y ovinos, solo falta atar las dos puntas del negocio: el comprador chino y los exportadores” locales, indicó.
Destacó la preocupación de los productores por los resultados preliminares del estudio económico de las empresas ganaderas, que monitorea el Plan Agropecuario, y que estiman una caída de hasta 30% en el ingreso de los productores, principalmente los criadores (ver Campo Nº 20).