Gerentes y funcionarios de la empresa Ducsa utilizaron tarjetas corporativas para pagar almuerzos de decenas de miles de pesos

Búsqueda solicitó a Ancap los estados de cuenta de las tarjetas que utilizan sus empresas subsidiarias. La mayoría respondió que no usaba tarjetas, mientras que otras como Cementos del Plata y Alcoholes del Uruguay brindaron los datos en tiempo y forma. Las autoridades de Ducsa, en cambio, consideraron que la información era confidencial y se negaron a entregarla. Búsqueda presentó un reclamo ante la Unidad de Acceso a la Información Pública, el organismo encargado de velar por el cumplimiento de la Ley de Acceso a la Información.

Ducsa había estado en el ojo de la tormenta en agosto del año pasado, cuando el programa Así Nos Va, de Radio Carve, informó que su gerente general ganaba más de $ 600.000. La ministra de Industria Carolina Cosse definió una reestructura que, entre otras cosas, ordenó se rebaje a la mitad ese sueldo. Giraudo no aceptó la rebaja, mientras que otros dos gerentes sí lo hicieron y continúan en la empresa.

Mientras los gerentes recibían elevados sueldos también utilizaban tarjetas corporativas para pagar almuerzos. El ingeniero químico Alejandro Arduino trabaja para Ducsa desde 2003 y a partir de 2012 ocupa el cargo de gerente de Soporte Comercial. El 19 de diciembre de 2013 almorzó con representantes de la empresa SIME y pagó con la tarjeta corporativa $ 13.084 en el restaurante de Pocitos La Casa Violeta. Un año después, en diciembre de 2014, volvió a almorzar con la empresa de tecnología en el mismo lugar y pagó $ 15.229. Y en diciembre de 2015 pasó la tarjeta por $ 20.849 por un almuerzo “de cierre de año con el servicio de instalaciones mecánicas y eléctricas”, según consta en el detalle que escribió en su estado de cuenta. En 2016 hubo otras reuniones en restaurantes con cuentas elevadas. En octubre cenó en la parrillada Nuevo García con representantes de un proveedor español del sistema de gestión para tiendas. La factura fue de $ 13.255. En diciembre repitió el almuerzo de Fin de Año con el servicio de instalaciones y pagó $ 27.400 con la tarjeta corporativa de Ducsa.

Un supervisor de ventas que entre el 16 y 24 de noviembre de 2016 recorrió el interior pagó con su tarjeta varios almuerzos con concesionarios. En Paysandú pagó $ 26.050 en el restaurante Doña Maruja; en Mercedes, $ 35.770 en el restaurante Martiniano; en Tacuarembó, $ 32.335 en el Hotel Carlos Gardel; en Maldonado, $ 26.130 en el restaurante Olivia Maestro; en Melo, $ 24.000 en el Hotel Juana y $ 44.000 en el restaurante San Francisco.

El jefe de Productos Lubricantes de Ancap también pagó grandes sumas en almuerzos y cenas. El 14 y 28 de diciembre de 2012 almorzó con representantes de las empresas OGGI y Oigley en el restaurante Francis. Con los primeros gastó $ 13.500 y con los segundos, $ 12.566. Volvió a Francis el 20 de diciembre de 2012 y pagó $ 20.949 por un almuerzo con directivos de Cutcsa. En diciembre de 2014 otro almuerzo con directivos de AYAX en La Casa Violeta significó un gasto de $ 16.027. En 2015 cerró el año almorzando otra vez con directivos de AYAX en el restaurante Panini’s y la factura que pagó fue de $ 21.880.

También hubo gastos para regalos. El jefe de Producción Roberto Klein compró en noviembre de 2015 en Las Croabas una “atención al concesionario Jorge Núñez”, según describió en su estado de cuenta, que sumó $ 1.391. Hubo otra compra de $ 990 en Manos del Uruguay para dar una “atención a agente de Supercas, Cecilia Álvarez”, autorizado por el gerente comercial. Otra “atención a cliente corporativo de Nuevos Negocios Hudyn” fue comprada por $ 1.950 en el bazar La Ibérica. También era una práctica del representante comercial Jorge Carrere, que en 2011 pagó con su tarjeta en Los Domínguez $ 1.914 y aclaró en su estado de cuenta que se trataba de una “atención con concesionario”.

Integrantes del Directorio de Ancap dijeron a Búsqueda que aunque los gastos de los rubros esperados, llaman la atención los montos e insistieron en exigir austeridad.