Gobierno pide a Efice una garantía millonaria de desmantelamiento de su planta de cloro, que este año debería dejar de usar mercurio

REDACCIÓN  

En la década del 50 en la ciudad japonesa de Minamata comenzaron a registrarse decenas de casos de una enfermedad grave que causaba, además de muertes, microcefalia, parálisis cerebral, retraso mental, problemas de audición y visión, alteración de la deglución, de la sensibilidad y parálisis de los miembros. La principal industria de la ciudad, la compañía química Chisso, utilizaba mercurio para la producción de otras sustancias que se emplean para sintetizar plásticos. Con los años se comprobó que el origen de la enfermedad eran los desechos de ese mercurio que se vertían al río Minamata, que se convertían en metilmercurio y que contaminaban a los peces y mariscos que luego comían los habitantes de la ciudad.

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