Un esquema parecido también opera entre Colonización y Conaprole para el cobro de las rentas de fracciones explotadas por tamberos.
“Al haber un acuerdo con Alur, poner un tope mínimo de hectáreas en producción, lograr récord de producción de caña de azúcar, como ocurrió en los últimos años, prácticamente no tenemos conflictos” con los cañeros, lo que “en general” trae una “tranquilidad importante”, señaló.
Comentó que la producción de caña de azúcar tiene una “buena rentabilidad, si se maneja de acuerdo a los parámetros y a las recomendaciones de ALUR, que hace un control muy efectivo sobre la producción, en lo sanitario, en la fertilización y en el riego”.
La empresa estatal tomó el control del histórico ingenio azucarero de la ex Calnú el 24 de enero de 2006, tras una serie de gestiones y discusiones entre representantes del gobierno frenteamplista y los diferentes actores de la producción cañera, principalmente por el endeudamiento acumulado de esa industria con el Banco República, entre otros factores.
Considerando el apoyo técnico y financiero que tienen los cañeros y la rentabilidad del cultivo agrícola en cuestión, Agro de Búsqueda consultó a Cardozo sobre la tasación que hizo Colonización de las fracciones a vender a los colonos, que en promedio varían entre US$ 3.900 y US$ 4.500 por hectárea, y que están ubicadas en la Colonia España, departamento de Artigas, según consta en las resoluciones del directorio.
Ante la pregunta de si esa tasación es la adecuada o podría ser revisada, el titular del INC respondió: “Estamos trabajando en ese tema, porque tenemos que ver los precios de acuerdo a la productividad, ya que a veces en la solución de algo general se puede dar un caso particular”.
Hubo “dos auditorías, una externa y otra externa, que apuntaron al Departamento de Avalúos, que es el que tasa los campos de Colonización y se hizo un protocolo muy rígido y estricto en cuanto a tasación de campos”, aseguró.
Sostuvo que en esa función “los criterios han cambiado por quejas o por denuncias”, y “el tema de la caña de azúcar –que es muy sensible– necesita de un estudio especial”.
Sobre las tasaciones correspondientes a las fracciones cañeras, Cardozo dijo que el directorio pidió “que se esperara a hacer una evaluación sobre ese tema, porque la regional del INC de Artigas comunicó que había llamado la atención a algunos esos precios”.
“Es un tema de continuos cambios y por eso a veces quedamos en offside por respetar los informes técnicos” de tasaciones, dijo.
En la sesión del 27 de diciembre de 2023, el directorio del INC aprobó, con el voto en contra del director, Andrés Berterreche, representante del Frente Amplio, cinco ventas de fracciones a colonos dedicados a la producción de caña de azúcar, entre los que figura Djelil Brysk de Barros, expresidente de la Asociación de Plantadores de Caña de Azúcar del Norte Uruguayo (Apcanu) y aspira a comprar una fracción de casi 39 hectáreas, que fue tasada en US$ 155.572 y a un precio promedio de US$ 4.002 la hectárea.
Otros colonos cañeros que pretenden comprar las fracciones estatales y que también recibieron aprobación del directorio a sus solicitudes son integrantes de la familia Burgardt, conocida por su tradicional vinculación a esa actividad productiva en la zona y a Apacnu.
Entre ellos se encuentran Mirtha Elena Burgardt Cervini, por un predio de 39 hectáreas a un precio total de US$ 164.000, Miguel Eduardo Burgardt Cervini, por una fracción de 27,3 hectáreas a un precio total de US$ 124.430, José Carlos Burgardt Ganio, por un predio de 45,9 hectáreas a un precio total de US$ 182.206.
En contra. En cuanto a la postura del representante de la oposición en el INC, Berterreche pidió que en todas las resoluciones sobre estos casos se deje constancia en las actas del directorio que “sin tener una posición contraria respecto al perfil del colono, no comparte la política de venta de fracciones propiedad de Colonización”.
“Estoy en contra conceptual e ideológicamente, además es un pésimo negocio para el INC y sobretodo para el colono”, ya que es mucho mejor si el colono dispone de ese capital lo utilice para mejorar sus niveles productivos, que para enterrarlo en la tierra, de la cual siendo arrendatario y haciendo mínimamente bien las cosas jamás lo van a sacar”, dijo a Agro de Búsqueda ese director.
Consultado sobre qué pasaría con la política de venta de fracciones si el Frente Amplio ganara las elecciones presidenciales, Berterreche señaló que su “posición personal” es que “aquellos casos que están en proceso, porque no se les puede cambiar las reglas de juego, se cierren y después suspender la venta de tierras”.
“Ha sido bastante pobre la reacción de los colonos, salvo en el comienzo”, porque cuando se les dice lo que hay que pagar son más los que se echan para atrás que los que siguen con la compra de la fracción”, afirmó.
Destacó que la decisión de revisar las tasaciones fue de “todo el directorio, con los cinco votos”. “En ese entendido, lo que se vio y parte de la argumentación la hice yo, es que la expectativa vinculada de renta de la caña de azúcar en relación a la renta de la tierra, y porque había rumores de que podía haber una situación compleja, se decidió revisar”, sostuvo.
Condiciones y obligaciones
La venta de fracciones del INC se realizará manteniendo el régimen de afectación de la parcela a Colonización, conforme a lo previsto en el artículo 70 de la ley N° 11.029, en cuanto a que toda enajenación gravamen o subdivisión, o la cesión en cualquier forma de disfrute, debe hacerse con la autorización previa del Instituto, aun en el caso de que el colono haya satisfecho íntegramente sus obligaciones, según la reglamentación del ente estatal.
Indica que la venta tiene por objeto la fracción que cada aspirante arriende, debiendo ser el comprador siempre “persona física”, sea en titularidad individual o en titularidad conjunta.
Reunir las condiciones exigidas por la ley N.º 11.029, deberán estar al día en el pago de la renta y cualquier otra obligación que imponga esa norma legal, en particular las previstas en el artículo 61, priorizando el enfoque en la figura de productor familiar agropecuario definido por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), señala.
Dispone que si la venta es financiada, el colono deberá contar con más de cinco años de antigüedad como arrendatario, y si la venta es al contado, el colono arrendatario deberá tener una antigüedad mínima de dos años como arrendatario.
En cuanto al precio de venta del campo, la resolución establece que será aprobado por el directorio a partir de la tasación que realice el Departamento Avalúos y Rentas, de conformidad con el Protocolo de Actuación para la Elaboración de Tasaciones de Campos.
Aclara sobre la forma de pago que la venta se realizará al contado o financiada hasta en 30 años de plazo, en dólares estadounidenses, con un interés del 5% efectivo anual sobre saldos.
El interesado en la compra del campo, al momento de ingresar la solicitud, deberá depositar el 2% del precio total como garantía de mantenimiento de su oferta, aceptando las condiciones de venta y la tasación del campo, indica. Y señala que ese depósito se mantendrá hasta que el directorio resuelva favorablemente o rechace la propuesta, y de aceptar la propuesta pasará a integrar el precio de venta, de lo contrario se reembolsará al interesado.
En cuanto a las obligaciones de los colonos, la normativa legal del INC establece que el colono deberá hacer efectivos los pagos dentro de los plazos fijados, en dinero o en especie, según se hubiera convenido.
El colono deberá trabajar en el predio, supervisar el trabajo y habitarlo, salvo, en este último caso, que la colonia esté organizada o se organice bajo el sistema de viviendas agrupadas en poblados, dispone la norma, entre otras obligaciones.
El amigo de Lacalle Pou
Entre los colonos arrendatarios, que hasta ahora recibieron el visto bueno de la mayoría del directorio del Instituto Nacional de Colonización (INC) para comprar las fracciones que explotan, figura el productor Danilo Ubaldo García Méndez, por una fracción de 17,5 hectáreas en Canelones.
Ese colono es amigo del presidente de la República, Luis Lacalle Pou, y en su chacra es donde el actual mandatario acostumbra ir a almorzar un tradicional asado, como una especie de “cábala” que repite en cada jornada de elecciones desde hace unos 20 años.
En una resolución fechada el 23 de febrero de 2023, el directorio del INC fijó con cuatro votos el valor de la fracción Nº 4 del inmueble 526 (Canelones), arrendada por Danilo García, en una suma de US$ 89.733, lo que representa un precio promedio de la hectárea de US$ 5.100.
“En virtud de que cumplen con los requerimientos exigidos en el Régimen de Venta de Fracciones, el directorio se encuentra en condiciones de autorizar la venta en su favor” de la fracción referida, decidió sobre ese caso.
Agro
2024-02-13T15:59:00
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