Hubo una modificación en la “tendencia” y por primera vez hay más personas de acuerdo con la ley de la marihuana que en contra

Recién ahora, casi seis años después de que empezara el debate, a cuatro de que se sancionara la ley y a más de seis meses de que empezó la venta de marihuana con fines recreativos en unas pocas farmacias, por primera vez una encuesta indica que son más las personas que están “de acuerdo” con la regulación del cannabis que aquellas que están en contra.

“Si bien el margen de error no nos permite decir que hay una diferencia estadísticamente significativa, sí podemos afirmar que por primera vez se revierte la tendencia”, añadió.

En encuestas anteriores, el rechazo a la ley rondaba entre el 60% y el 70%.

Baudean dijo que el estudio muestra que ni siquiera entre quienes rechazan la ley hay una mayoría que quiera dar marcha atrás. Mientras que el 44% de los que están en contra de la regulación del cannabis expresaron su respaldo a que se derogue la ley, el 48% planteó que la norma debería mantenerse, aunque analizando su funcionamiento e introduciéndole mejoras.

Diferencias.

De acuerdo con la encuesta, la norma encuentra más respaldo entre los jóvenes y los residentes en Montevideo. En el sector en el que la regulación del cannabis­ encuentra más rechazo, por el contrario, es en el de personas con menor nivel educativo, donde el 55,7% está en desacuerdo con la norma y solo el 30,5% la comparte.

El resumen del estudio, al que accedió Búsqueda, dice que la aprobación de la regulación varía mucho según el partido político con el que se identifiquen los encuestados.

Así, el 67,7% de los frenteamplistas aprueban la ley, mientras que solo el 19,7% la rechaza. En los partidos fundacionales los números se invierten. Entre los colorados, el 76,3% la rechaza y el 15% la aprueba, mientras que entre los blancos también hay una amplia mayoría en desacuerdo (63,8%) y solo 23,7% la apoya.

Motivos.

Baudean tiene varias hipótesis que explicarían por qué se produjo el cambio de la tendencia. La principal es que las expectativas sobre el funcionamiento de la ley eran apocalípticas, pero luego su puesta en marcha no generó los problemas que se temían.

“La gente partía de la idea, del supuesto, de que todo iba a funcionar mal, de que todo iba a ser para peor, de que legalizar iba a tener consecuencias nefastas”, dijo. “Había temor de que las personas se volcaran masivamente al consumo de cannabis, que se provocaran trastornos en la vía pública y en las familias, robos en las farmacias, pero han pasado cuatro años y nada de eso ocurrió”.

“El cuco que traería la regulación nunca apareció”, insistió.

El investigador dijo que el éxito inicial de la venta de marihuana en farmacias, en julio del 2017, también ayudó al cambio de tendencia. Los problemas posteriores —los escasos puntos de venta, muchas veces desabastecidos por problemas de producción, y las largas filas de compradores— no tienen un impacto negativo en la opinión pública, sostuvo. La “amplia mayoría de las personas no conocen la minucia diaria” del tema, dijo. A ese grupo, más alejado de la regulación, “le impacta más que no haya ocurrido nada dramático”.

Además, según Baudean, el hecho de que las personas antes ocultaban su consumo de marihuana y ahora lo muestran “sin temor”, hizo que se derribaran algunos prejuicios sobre los usuarios de esa sustancia.

Quedó “atrás”.

El secretario general de la Junta Nacional de Drogas, Diego Olivera, dijo a Búsqueda que los resultados de la encuesta confirman una tendencia que comenzó a verse en una encuesta publicada dos meses atrás por la consultora Radar, según la cual había disminuido el rechazo a la ley.

Olivera, que preside también el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca), sostuvo que “la desaprobación mayoritaria, que caracterizó la etapa de formulación y aprobación normativa, ha quedado atrás”.