La empresa de capitales canadienses Cooke Seafood Group y la cooperativa de ex trabajadores del Frigorífico Pesquero del Uruguay (Fripur) compiten por los activos de esa industria y ambos interesados trabajan en mejorar sus ofertas.
, regenerado3La empresa de capitales canadienses Cooke Seafood Group y la cooperativa de ex trabajadores del Frigorífico Pesquero del Uruguay (Fripur) compiten por los activos de esa industria y ambos interesados trabajan en mejorar sus ofertas.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLos activos de Fripur se licitaron “en bloque” en diciembre con una base de U$S 15 millones. La empresa había cerrado en agosto con una plantilla de 960 empleados y deudas por U$S 70 millones.
Fuentes del estudio Rueda Abadi Pereira —síndico del concurso de acreedores de Fripur— afirmaron a Búsqueda que se espera que “rápidamente se resuelva” el asunto cuando termine la feria judicial, a fin de mes.
El estudio presentó este mes un escrito señalando que ninguno de los dos interesados había establecido cómo garantizar los saldos de precio propuestos y planteó, además, la posibilidad de que los oferentes pudieran “introducir las mejoras en las condiciones técnicas, de calidad o de precio” de sus planes.
Ambas respondieron al pedido. La canadiense mantuvo el precio de “5% superior a la base” (lo que equivale a U$S 15,7 millones) y pasó a ofrecerlo al contado, en lugar de los tres pagos que había propuesto inicialmente.
Por su parte, la cooperativa señaló no haber resuelto la “ayuda económica” solicitada al Poder Ejecutivo, indicaron los informantes.
Tras estudiar las propuestas y evacuar dudas el síndico elevará un “informe de recomendación” al Juzgado, que será quien tome la decisión de adjudicación.
Los dos interesados plantearon planes graduales de nivel de actividad y, por tanto, de cantidad de trabajadores a emplear, un elemento que en el pliego de licitación figura especialmente entre los criterios de valoración.
La propuesta canadiense se enfoca en una primera etapa en la captura y el procesamiento en un barco factoría, es decir, que trabaja en el mar.
En el primer año de actividad plantea emplear a 100 trabajadores, de los cuales 90 estarían embarcados y el resto abocados a tareas administrativas.
La cooperativa apuesta a comenzar trabajando con las especies tradicionales para luego capturar otras (atún y anchoita), explicó a Búsqueda su presidente, José Umpiérrez.
Dijo que en la primera etapa se emplearía a unas 250 personas. Agregó que el proyecto apunta a innovar, aprovechando la cría de otras especies en los diversos “espejos de mar” del país, sumando “diversificación y valor agregado” porque además de producir harina de pescado y aceite se planea en una etapa más avanzada realizar encapsulado de Omega 3.
Reconoció que “el problema es la parte financiera. Necesitamos el aporte del Poder Ejecutivo para sacar el proyecto adelante”.
Los cooperativistas apuestan a “no quedarse solos” con la empresa y a que el Estado la “cogestione”, un objetivo para el que continúan realizando tratativas con el gobierno.