Inumet prepara nueva licitación para adquisición de tres radares meteorológicos

“La idea era seguir con ese proyecto inicial. Le dimos toda la vida útil posible, pero al final se cayó por un tema administrativo con la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND)”, explicó Cabrera. Y es que la compra sería financiada mediante un fideicomiso administrado por la CND, en el que participarían el Inumet, Presidencia de la República —a través del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae)— y la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande (CTM), que aportó en su momento US$ 1 millón.

Debido a eso, el acuerdo firmado en 2019 entre el instituto y la CTM para la compra e instalación el primer radar Doppler Banda S fue rescindido de mutuo acuerdo, y el dinero otorgado fue devuelto a Salto Grande. “No le cobramos ni siquiera los gastos”, dijo Cabrera.

Así durante 2023 se inició casi de inmediato un nuevo proceso, que entre sus principales cambios establece la compra de “hasta tres” radares Banda C —de acuerdo a las ofertas que se presenten y al dinero con que se cuente—, en lugar de uno solo Banda S. Las prioridades geográficas también cambiaron; mientras el primer radar se instalaría en la localidad de Biassini, al norte uruguayo, los nuevos se ubicarían uno la zona suroeste del país (en las cercanías a Cardona), otro en la zona sureste y el tercero en el norte.

“La idea es que el primero permita controlar más el área metropolitana y el estuario del Río de la Plata, el segundo el frente atlántico y toda la zona este del país, y el tercero el norte; hacer un cubrimiento que en mosaico con lo que tiene Argentina sea mucho más completo”, dijo Cabrera.

Para este proyecto Inumet ya comenzó a realizar consultas a expertos norteamericanos, españoles y argentinos, y a capacitar a sus propios técnicos con especialistas brasileros. También a negociar los comodatos de los terrenos donde se ubicarían los radares con organismos estatales, y hoy los pliegos para la licitación se encuentran a estudio de la CND.

“Esperamos que en poco tiempo pueda salir la licitación, ahora solo depende de temas administrativos”, señaló Cabrera.

Consultado acerca de los fondos con los que se prevé costear los radares, dijo que se mantendrá la misma estructura del fideicomiso y que el dinero saldrá del propio instituto y del Sinae.

Sin embargo, jerarcas de la administración anterior pusieron en duda que el organismo cuente con esa capacidad e incluso cuestionaron que realmente se ponga en marcha una nueva licitación. Es que además en el primer proyecto, la alianza con la CTM implicaba el aprovechamiento de la red de telepluviómetros de la represa para calibrar el radar y de los técnicos que trabajan en el complejo hidroeléctrico, así como la participación de UTE para el tendido eléctrico y de Antel para la instalación de fibra óptica.

“Pero ahora no hay nada de eso previsto. La compra y el mantenimiento implica millones de dólares; no hay dinero y creo que la compra nunca va a llegar a existir”, aseguró una fuente.

Cabrera, por su parte, dijo que todos esos gastos asociados a los radares están incluidos dentro de la licitación y que en caso de que los recursos no alcancen “evaluará” los pasos a seguir. Igualmente, se mostró esperanzado en que el radar sea un tema prioritario para Presidencia y dijo que si bien “es probable que por los tiempos termine siendo para la siguiente gestión”, desde Inumet no piensan en cuestiones políticas sino en cómo ofrecer un mejor “servicio a la comunidad”.

Nuevas tecnologías

El radar Banda S tenía un costo cercano a los US$ 3 millones, mientras que los que se pretende comprar actualmente (de Banda C) serían más económicos, aunque Cabrera prefirió no precisar la cifra “para no afectar la licitación”. Según dijo, el objetivo de cambiar el tipo de radar responde únicamente a una recomendación de los especialistas consultados, quienes entienden que se trata de una tecnología más apropiada para las características del territorio uruguayo. Son los mismos, por ejemplo, que existen en Argentina, aclaró.

Junto con la licitación de los radares, esta administración busca impulsar además un llamado a interesados para la adquisición y mantenimiento de un equipo de radiosondeo. Esto se debe, dijo Cabrera, a que, si bien Uruguay “está muy bien posicionado” en lo que respecta a estaciones automáticas y envío de datos para la red regional de observaciones, aún necesita este instrumento que permite medir diversos parámetros atmosféricos.

“Es un debe que tenemos, por lo que queremos hacer el esfuerzo posterior a esta licitación para comenzar con el proceso y colocar un radiosondeo en el país”, explicó.