La lechería logró incrementar las exportaciones en dólares y la producción “está bien”, logrando sortear “una crisis muy importante”, dijo a Agro de Búsqueda el gerente del área de Información y Estudios Económicos del Instituto Nacional de la Leche (Inale), Jorge Artagaveytia, al analizar los datos del primer semestre de 2023. De todos modos, reconoció que la seca tuvo y tiene un costo muy alto para los productores que, en varios casos, les llevó las ganancias del año.
Artagaveytia comenzó refiriéndose a la remisión de leche. “Empezamos el año con una preocupación, porque en febrero se dio una bajada muy importante de la producción de leche respecto al año anterior, y pensamos que la seca iba a impactar en todo el año de forma muy dura. Pero esa disminución se fue diluyendo, y en marzo la diferencia ya fue menor, en abril los datos de 2022 y 2023 fueron muy parecidos, y en mayo de este año superó en un 3% al 2022”. Por lo tanto, “partimos con una diferencia muy importante respecto al año pasado, que se achicó y ahora pasó a ser positiva”.
Destacó que esa “es una buena señal”, ya que “pese a las dificultades que ha ocasionado la seca, que pegó mucho en los costos, el nivel de producción se ha logrado mantener”. En el acumulado “todavía seguimos estando un 4% por debajo, pero está cambiando. Obviamente que hay que esperar cómo evoluciona el tiempo; no está asegurado que este año sea mejor que el anterior”, dijo.
Buenos verdeos
Artagaveytia valoró que en mayo hubo buena producción, porque “hubo una parición importante”, y además “hay pastura”, algo que “era toda una incógnita”. Confirmó que “pese a que ha llovido poco, hay muy buenos verdeos”.
Destacó que esto se debió a “un esfuerzo muy grande durante la seca y para que no cayera la producción se debió comprar suplementos, ya que las pasturas no crecían y los cultivos para silo tuvieron bajas o nulas producciones. Se logró mantener la producción en base a comprar suplementos extras respecto a un año normal”.
El costo de la sequía
Sobre el costo de la sequía para los productores lecheros, dijo que “en Inale calculamos que era de por lo menos U$S 120 millones”, lo que equivale a “más de 5 centavos de dólar por litro anual”. También se refirió al precio de la leche en tambo. “Si lo miramos en dólares, en este primer semestre hay una mejora del 7% en relación al año anterior. Es verdad que este aumento en parte está dado porque el dólar ha ido bajando”, reconoció.
A propósito, agregó que “nos da 43,9 centavos de dólar en los primeros cinco meses de este año, que es un precio comparable a los mejores momentos del 2014. El precio de mayo fue 45 centavos de dólar”.
Según el monitoreo del Inale, en abril de 2022 el precio de la leche al productor en Uruguay estaba 11% por debajo de Nueva Zelanda, pero en abril de este año estuvo 13% arriba. Mientras que Uruguay aumentó 3% comparando los años 2022 y 2023, en Nueva Zelanda el precio bajó 19%.
El poder de compra
Artagaveytia señaló que desde 2014, cuando comenzó a realizarse esta estadística, el Índice de Poder de Compra de la Leche promedio fue de 77 y actualmente está en 85 (índice de relación entre el precio recibido en los tambos y una canasta de costos de producción de leche). “Es decir que estamos por arriba del promedio y con el nivel de octubre de 2014, que fue un período muy bueno”, resaltó.
Si bien consideró que el precio “es muy bueno”, señaló que hay un encarecimiento de la canasta, sin considerar la seca. Explicó que “en el poder de compra medimos la relación de precios de la canasta que usa el productor: raciones, fertilizantes, mano de obra y otros. Medimos el precio respecto al valor de la leche, sin contar los costos extra generados por la seca”.
Sostuvo que por la seca “tenemos que considerar un incremento del costo que debe estar arriba del 15% o 20%, dependiendo de cada productor y su sistema de producción”. Por lo tanto, la realidad de los tambos “no es tan buena como puede figurar en el poder de compra, por esos costos extras que ha tenido en todo este período”.
Las exportaciones
En relación a las exportaciones, dijo que “es muy interesante comparar los semestres del 2022 y del 2023, con datos preliminares”. Señaló que “en dólares se exportó 7% más, algo muy destacable teniendo en cuenta que otros sectores de la economía, con la seca, han tenido un golpe muy importante y han bajado drásticamente las exportaciones”.
La leche en polvo representó el 66% de las exportaciones en lo que va del año. En volumen las exportaciones de leche entera aumentaron 31% y en dólares 25%, “lo que quiere decir que el precio fue un poco menor”, señaló.
En promedio, la leche en polvo entera en el primer semestre de 2022 se vendió a US$ 3.969 (por tonelada) y en este primer semestre el precio promedio fue de US$ 3.781, 5% por debajo del año anterior. “O sea que hubo bastante más venta en toneladas con un menor precio”, apuntó el gerente del área de Información y Estudios Económicos del Inale.
Asimismo, indicó que hubo un cambio en la composición de los destinos de las exportaciones, que volvieron a lo que era en 2013, cuando el Mercosur representaba alrededor del 62% y había caído al 20% en los últimos años. “Ahora Brasil está en un 53% y Argentina en 4%. Suman 57%, si bien no llegan a aquel porcentaje, se aproximan”, indicó Artagaveytia.
Otro dato de monitoreo es la participación del precio de la leche en tambo en el precio de la industria. El promedio de los últimos ocho años fue 60%. Dicho de otra forma: el 60% de lo que facturó la industria se lo paga como precio de leche al productor; el restante 40% corresponde a gastos operativos de la industria, inversiones y demás.
“En marzo estuvimos en 64%, es decir que estamos por encima del promedio de los últimos ocho años. Es decir que la industria le transfirió más dinero al productor”, explicó.
Artagaveytia opinó que el sector lechero “está mirando hacia adelante y logró sortear una crisis muy importante como la seca, más allá que todavía estamos pagando las consecuencias”.
“En términos generales, podemos decir que fue una buena transición, lo que no quita que el productor tuvo que hacer un esfuerzo muy importante. En muchos casos lo que gastó extra le lleva toda la ganancia que tiene en un año. Por lo tanto, las dificultades a nivel de cada empresa son importantes. También tenemos que ser conscientes que según cómo esté cada tambo es como repercute en esta situación”, puntualizó.
De todos modos, señaló que “hay un tercio de los tambos que está bastante bien armado y que probablemente haya sorteado esta dificultad; otro tercio no tan armado; y un tercio de productores que vienen bastante complicados desde que bajaron los precios en 2015 y el estancamiento de los últimos ocho o nueve años. A ese grupo de productores esta seca les ha pegado más”.
Por lo tanto, “desde ese punto de vista, el promedio de la leche se logró mantener, pero a nivel de cada unidad de producción el impacto de esta crisis hídrica ha sido diferente”, explicó.
Mirando adelante
Artagaveytia dijo que “mirando para delante, si bien el déficit hídrico persiste sobre todo en la cuenca lechera, los verdeos han respondido bien a las precipitaciones ocurridas en otoño, y la resiembra de las pasturas permitirá contar con una base forrajera muy interesante”.
Por lo tanto, “sería de esperar que en los próximos meses se siga recuperando la producción y no haya una consecuencia negativa de la seca. La gran incógnita son los precios internacionales, que han venido decayendo y no hay novedades sobre cuánto y cómo van a evolucionar en lo que queda del año.”, finalizó.