Isaac Alfie destacó mejoras en los entes, defendió reformas y enumeró proyectos pendientes

Tras fundamentar sobre la necesidad del debate en la sociedad y la calidad institucional como “base del progreso”, Alfie apeló a entender el presente para mirar hacia delante. En esa línea, recordó la discusión que, al asumir al frente de la OPP, había en torno a las empresas públicas y repasó algunos resultados comparando cifras de 2022 con las del 2019. Mencionó la reducción del déficit de los entes, la mejora del resultado agregado en US$ 240 millones, la reducción en US$ 760 millones del gasto discrecional y el achique de la plantilla en 10% “sin problemas de servicio”, sin afectar el “corazón” de la inversión y bajando las tarifas públicas.

“Bomba” y “cucaracha”

Para proyectarse a futuro, el director de la OPP afirmó que Uruguay debe crecer a mayor ritmo y aumentar la productividad, tener habilidad para explotar las nuevas tecnologías y expandir la oferta de bienes y servicios.

“Tenemos un crecimiento muy bajo, vamos a terminar el año que viene 10 años de crecimiento promedio de 1,3%” anual, lamentó, y mencionó que el gasto agregado en la economía (de 34%-35% del PBI) lleva a tener presiones impositivas “altísimas” para las empresas y las personas, lo que complica la inversión en innovación. Por eso, a su juicio, es necesario asignar mejor los recursos públicos y dar “incentivos adecuados” para que el sector privado arriesgue y genere así dinamismo en la economía. “Es cierto que hay que gastar para tener resultados, pero a veces tiramos una bomba para matar a una cucaracha”, ilustró.

Entre los instrumentos para lograrlo, Alfie mencionó la necesidad de avanzar hacia una “desburocratización” paso a paso y, “siendo realistas”, aumentar la competencia en algunos mercados, modernizar regulaciones laborales y corregir “abusos” como el de las certificaciones médicas en el sector público y el privado.

Alegó que ninguna inversión o reforma tiene efecto inmediato, sino que requieren maduración, como sucedió con la ley de puertos, la de zonas francas, la ley forestal, entre otras. En ese contexto, mencionó la reforma jubilatoria, la transformación educativa y la inversión en infraestructura vial que impulsó y aprobó este gobierno.

Para aludir al futuro crecimiento del país, también habló de la inserción internacional. Dijo que no solo son relevantes las exportaciones sino también las importaciones, que pueden generar muchas “ganancias de bienestar y productividad”. Y agregó: “Hay que tener claro que no son solo TLC, puede haber acuerdos de comercio parciales y eso capaz que es más fácil de lograr”.

También se refirió a algunos proyectos específicos “importantes” que están y que deberían avanzar como instrumentos para el desarrollo de la economía nacional: la profundización del canal del Puerto de Montevideo, el dragado de parte del río Uruguay, otras obras de infraestructura vial pendientes y el “plan de riego”. Pero, apuntó, lo más relevante para el desarrollo del país es la “gran apuesta a la innovación”. Señaló que el país está bien posicionado por la institucionalidad y la confianza para atraer recursos humanos a las áreas de biotecnología, por ejemplo. “Por eso, el sector público es el que tiene que poner dinero para apalancar el riesgo privado (…), haciendo un uso inteligente” de los recursos públicos.

Alfie terminó reconociendo que la “tarea es grande” y trasciende a las administraciones, ya que las transformaciones se dan en “procesos largos”. Sin embargo, “los partidos se ganan con goles y para hacerlos hay que ser intensos en ir a buscarlos y hay que ser atrevidos”, dijo apelando al lenguaje futbolístico. Añadió que eso, “en términos económicos, implica reformas y ciertos riesgos. Ahora, también los partidos se ganan con buenas defensas, (…) y no es defender el statu quo, sino que son las que se saben adaptar y mantener la solidez de los países”.