Juntar firmas para el plebiscito por la seguridad social y perderlo deja al futuro gobierno en un “escenario complejo”

Lo que sigue es un resumen de la entrevista que mantuvo con Búsqueda.

—En dos internas frenteamplistas pasó que cuando el MPP compitió solo, impulsando las candidaturas de Ernesto Agazzi y Alejandro Sánchez, perdió.

—Son elecciones diferentes. Cuando son del Frente propiamente dichas uno vota en el comité. Esta elección no es obligatoria —a mi juicio debería serlo porque entiendo que estamos eligiendo presidente— y puede ser entendida por cierta parte de la población como que lo importante es octubre. Estamos haciendo la apuesta a ensanchar el caudal electoral en junio. En 2004 el Frente Amplio tuvo una muy buena votación pero en las sucesivas internas se ha visto bastante menguada. Ahora se busca tener la mayor cantidad de votos posible, en una interna sumamente atractiva. Se está trabajando en ese sentido y va a dar resultado.

—¿Que vote más gente en la interna favorece a Orsi?

—Favorece al Frente Amplio. Partir de una buena votación en junio a la fuerza política le va a dar un empuje para octubre. Después de ahí hay varias lecturas que pueden hacerse. Nuestro principal objetivo es que el Frente Amplio vote bien en junio para tener una buena base para octubre.

—¿Cuánto sería votar bien en junio?

—Tomando en consideración que en las últimas internas sacamos 250.000 votos, 100.000 votos más puede ser una buena votación. Estaríamos ampliando bastante la votación de 2019, en la que veníamos de 15 años de gobierno, con el desgaste que eso implica. En nuestro departamento al Frente Amplio lo votaron 40.000 personas y un año después lo votaron 180.000 para la intendencia. Entonces hubo 140.000 personas que metieron la papeleta para Yamandú intendente un año después y que un año antes no votaron al Frente, o se quedaron en la casa u optaron por otra candidatura.

—¿Y qué pasó?

—Es producto de lo que decía recién: fueron 15 años de gobierno. Fue parte de la autocrítica. Al Frente tal vez le costó llegar con más diálogo al interior del país. No sé qué hubiese pasado si hubiésemos recorrido más: el Frente tiene una enorme fortaleza que es el boca a boca, el salir puerta a puerta, y en el último mes entre octubre y el balotaje eso quedó de manifiesto. Cuando salió toda la fuerza política a la calle terminamos a 30.000 y pocos votos de ganar la elección.

—Hay analistas que señalan que Cosse está priorizando su estrategia de cara a la interna, y Orsi parece tener la mirada en octubre. ¿Eso es así o va a haber dos etapas diferentes, con un cambio de estrategia después de junio?

—Los cuatro candidatos tienen claro que el desafío es recuperar el gobierno en octubre. Y en función de eso van a transitar la campaña. Los cuatro le están hablando a la interna, porque quieren que el Frente vote muy bien. Luego cada uno tiene objetivos propios y una forma de comunicar, pero el objetivo es el mismo para los cuatro candidatos. Me parece que Yamandú está jugando una carrera para junio y otra para octubre, igual que los demás, pensando que el objetivo es ganar la elección.

—Orsi ha exhibido un perfil más dialoguista con el resto de los partidos. ¿Eso le puede jugar en contra en esta etapa?

—Creo que no. Por el contrario, cuando uno gobierna tiene que estar firme en sus convicciones, en sus objetivos, y gobernar también muchas veces es construir puentes, diálogos, llegar a acuerdos y alcanzar el objetivo que uno se trazó. Nosotros tuvimos un primer intento de obtener un fideicomiso en agosto de 2021. Tuvimos 90 días de diálogo con la Junta Departamental. Yamandú recibió tres veces a los ediles de la oposición. Se recibieron propuestas, que fueron muchas veces contempladas. Hubo expresiones de ediles que estaban proclives a votar y luego un edil manifestó que por un llamado de la Secretaría de Presidencia no iban a acompañar. ¿Qué ocurrió luego con ese fideicomiso, que tenía como objetivo llevar obras viales a través de 30 millones de dólares a 11 municipios? Cuando viene la orden de Presidencia de no acompañar, inmediatamente crujió el territorio y ahí se alzaron voces de alcaldes del Partido Nacional que manifestaron que estaban en desacuerdo con la postura de los ediles. Eso llevó a que después, en base al diálogo y a cambiar un poco la estrategia, tuviéramos un fideicomiso aprobado con un voto del Partido Nacional y otro con un voto del edil del Partido Colorado. Y eso habla de la capacidad de diálogo y de llegar a acuerdos que tiene Yamandú. Lo mismo ocurrió con el Congreso de Intendentes, un ámbito en el que siempre participó, valoró, jerarquizó, aprendió y también desde ahí se logra transformar la vida de la gente. El hecho de estar firme en sus convicciones, tener claros sus objetivos y estar en un lugar donde se gobierna, hace que pueda sentarse a conversar en la discrepancia y en el acuerdo con actores políticos de la oposición.

—Pero en la elección interna es necesario movilizar a la gente para que vaya a votar, pese al frío y las vacaciones de julio. ¿No hay en su discurso una “tibieza” que contrasta con la línea del Frente Amplio, que está teniendo un discurso más duro con el gobierno?

—¿Qué tibieza? Para mí, cuando Yamandú ha tenido que salir a confrontar, y basta ver la prensa de los últimos 15 días, sale a confrontar con toda firmeza al gobierno, en seguridad, en la participación del presidente de la República en actividades que son de campaña. Firmeza es gestionar, llegar a los acuerdos para alcanzar los objetivos que uno se trazó cuando asumió el ejecutivo departamental, es tener la capacidad de sentarse a dialogar con el otro y plantearles cuáles son tus perspectivas. Del otro lado, obtener las devoluciones y llegar a acuerdos, y si no se llega, no se llega. Orsi ha tenido una formación dentro de su sector político que le ha enseñado a pensar con cabeza propia, y lo atribuye a Pepe y a Lucía. No es estar permanentemente “esto es blanco o esto es negro”, como lo hace el gobierno, que empieza a transitar el último año de gestión y no hace otra cosa que hablar de los últimos 15 años de gobierno del Frente Amplio.

—¿Con qué criterios Orsi armaría un gabinete nacional? ¿Los directores de la intendencia son potenciales candidatos?

—En la medida que planteo que Canelones es gobernar un país dentro de un país y que venimos de cuatro gestiones exitosas, y muchos de los directores han acompañado las gestiones, creo que tienen credenciales como para estar en cualquier lugar del gobierno departamental o nacional. Ahora, cómo conformará Yamandú su gabinete creo que es una pregunta más para él que para mí.

—¿Tiene la idea de reunir asiduamente al Consejo de Ministros en un eventual gobierno? El actual no lo ha hecho.

—Entiendo que sí, pero es una opinión estrictamente personal. Después se verá con qué asiduidad lo reúne o no. Tabaré tenía aquello de los gabinetes en el interior del país, que me parecía una cosa formidable, pero no pudimos renovar el gobierno.

—¿Esa idea se podría repetir?

—A mí me encantaría y se lo voy a proponer. Era una cosa fantástica. Iban los ministros el día antes, se reunían con las distintas organizaciones y al otro día desembarcaba el gabinete en pleno, con participación de la gente, era maravilloso. Y sin embargo no alcanzó.

—En caso de que Orsi triunfe en la interna, ¿le ve un buen perfil de vicepresidenta a Cosse?

—Me parece que es una fórmula muy potente. Está bien que ustedes me planteen el tema de Orsi-Cosse o Cosse-Orsi, pero son cuatro compañeros los que están corriendo la carrera y yo prefería esperar un poco a ver cuáles son los resultados de junio, si bien es cierto que hoy se muestra bastante polarizada la cosa y el Frente ha definido que la fórmula debe ser paritaria. Es una fórmula muy potente que hace muy atractiva la competencia interna. Lo que entiendo que va a hacer que mucha más gente vaya a votar. Y los que están planificando unas vacaciones de julio que se aguanten un día y salgan el 1º, porque en junio estamos eligiendo presidente.

—¿Eso quiere decir que no necesariamente tiene que ser Cosse si gana Orsi?

—Por manifestaciones de Carolina y de estos días pasados de algunos referentes que apoyan su precandidatura, ella acompañaría a Yamandú en la fórmula, de la misma manera que Yamandú ha manifestado que acompañaría a Carolina. Hoy es el escenario más probable.

—¿Qué perfil es el ideal para un vicepresidente?

—Un perfil de diálogo, porque tiene que articular en el Parlamento, trabajar con la oposición. Me parece que Carolina lo tiene, y Yamandú también. Es el segundo cargo más importante después del presidente y me parece que los dos lo pueden desempeñar perfectamente bien. Carolina, por ejemplo, tiene experiencia parlamentaria y ejecutiva.

—Hay precandidatos como Mario Bergara y Orsi que han dicho que la reforma constitucional sobre la seguridad social, que apoyan parte del Frente Amplio y el PIT-CNT, no es conveniente. ¿Es posible que Orsi o su entorno hagan campaña en contra del plebiscito?

—No, no veo que se haga campaña en contra del plebiscito. Ellos han entendido que no era conveniente firmar. Lo manifestaron Yamandú y Mario; Carolina y Andrés (Lima) sí han optado por acompañar con su firma. Entendemos que en caso de ser gobierno hay que sentarse a analizar y ver qué camino se adopta pero el Frente no va a hacer campaña en contra. Hay que escuchar las palabras del presidente del Frente, que en los últimos días manifestó que lo más probable fuese que no firmara, pero tampoco lo descarta. La libertad de acción está planteada por parte del Frente pero la libertad de acción no significa hacer campaña en contra. Lo que haya para analizarse, una vez que seamos gobierno, habrá que analizarlo. Luego está el riesgo de ir a un plebiscito y que no se obtengan los votos suficientes, ¿y después que habló el pueblo? ¿Nos podemos sentar como gobierno a discutir? Me parece que hay que esperar el momento.

—Si no sale el plebiscito, ¿queda condicionada la futura discusión?

—Y… Si lo planteaste, se puso a consideración, y en el hipotético caso de que no se obtengan los votos… Es una apreciación estrictamente personal, pero me parece que el tema fue planteado, fue discutido, y desde mi punto de vista es más difícil volverlo a analizar.

—Entonces un plebiscito fallido puede llegar a contaminar la modificación de la reforma…

—Si se obtiene un revés en las urnas es bastante complejo.

—En Twitter respondió a un análisis de Daniel Chasquetti sobre que a Orsi le faltaba que lo conocieran más, ya que a Cosse la conocen más en todo el país. ¿No cree que la visibilidad sea un desafío para Orsi?

—Dijo que Orsi es un candidato a explorar, tal vez es el menos conocido de todos porque solo gestionó Canelones. Es el segundo departamento con más población del país. Hace 20 años que es protagonista de una gestión absolutamente exitosa en Canelones. Hay que ver en las distintas encuestas de opinión el conocimiento que tiene Orsi en todo el país, que es muy alto. Decir que es un candidato “a explorar” me hace ruido. Me parece que tiene credenciales suficientes para correr esta carrera y lo demostró en la cancha, gestionando un país dentro de un país, con las complejidades que tiene Canelones. Decir que solo gestionó Canelones no lo entiendo.

—Pero no deja de ser un gobierno departamental, y su gestión puede ser desconocida para quienes viven en otros departamentos.

—Hoy las encuestas lo que reflejan es que Yamandú tiene un conocimiento muy importante en todo el país.

—Menciona la experiencia de gobernar Canelones, pero hoy uno de los desafíos principales que tiene el país es la seguridad, un tema que queda un poco por fuera de una gestión departamental. ¿Está preparado para gestionar ese tema?

—Nosotros trabajamos y tenemos una articulación diaria con el Ministerio del Interior en el departamento. Al escuchar las demandas de la ciudadanía para ver qué le exige al gobierno de Canelones, el tema aparece en primer o segundo lugar, a pesar de que uno tiende a pensar que no es una competencia del gobierno departamental sino del nacional. Así y todo destinamos 2 millones de dólares a la adquisición de cámaras de videovigilancia, que en convenio con el Ministerio del Interior va a ser el que las va a monitorear para brindarle seguridad al departamento. Después, dentro de lo que es la seguridad a nivel nacional, esta es otra promesa que quedó por el camino, es algo que el gobierno nacional no ha sabido resolver y que en todas las encuestas de opinión hoy aparece como uno de los principales problemas o el principal problema. Y que el Frente, sea cual sea el candidato que gane, lo va a tener que asumir como prioridad absoluta. Los cuatro candidatos están en sintonía.