En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
La Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República quedó en medio de un problema difícil de resolver cuando decenas de personas en situación de calle comenzaron a usar sus instalaciones durante el día. La sensibilidad de estudiantes y docentes por las carencias y dificultades que enfrenta esa población hizo difícil tomar una decisión drástica y cerrar las puertas de la institución educativa. Los estudiantes defendieron una política de “puertas abiertas”, pero las autoridades evaluaron que atender a quienes están en situación de calle no es un cometido de la facultad, y resolvieron llevar a cabo un proceso de “derivación responsable” de esa población (Búsqueda Nº 2.021).
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Ante la urgencia de resolver la situación —que se mantiene desde hace más de un año—, la Intendencia de Montevideo (IM) decidió intervenir para ofrecer una alternativa a esas personas, e instalará un centro diurno para recibirlas. Según informó a Búsqueda la directora de Desarrollo Social de la IM, Fabiana Goyeneche, la comuna alquiló mediante un llamado a licitación un local en las calles Uruguay y Yi con ese objetivo.
El alquiler y los costos de equipamiento y recursos humanos tendrán un costo aproximado de $ 500 mil pesos los primeros tres meses. La idea es que en ese tiempo se procese el llamado, que sí será por un plazo prolongado.
La idea es trabajar en dos etapas, explicó Goyeneche, para darle continuidad al proceso que ya inició la facultad —a través de su organización Pro-Fundación— junto con el colectivo creado por las personas sin hogar Ni todo está perdido (Nitep). A fines de octubre empezará la primera etapa, que consiste en que los integrantes del colectivo y otras poblaciones vulnerables acudan al nuevo centro de día, donde podrán acceder a las mismas herramientas que hoy se les ofrece en la facultad, principalmente las computadoras. La sala de informática de la facultad es uno de los servicios que más usan las personas en situación de calle.
Además, Goyeneche dijo que el objetivo es “generar trabajos, asambleas, talleres de informática y mesas redondas, como parte de las dinámicas enmarcadas dentro de una propuesta socioeducativa integral”.
La jerarca explicó que junto a la facultad buscaban hace tiempo una solución para continuar el proceso de derivación sin que la infraestructura del centro educativo se convierta en el lugar definitivo. Y dado que el plazo establecido por el Consejo de la Facultad para concretar el traslado de estas personas estaba llegando a su fin, resolvieron apurar el proceso para que no se interrumpa.
En una segunda etapa, la comuna abrirá un llamado para organizaciones de la sociedad civil con el fin de que presenten una propuesta de trabajo más amplia, que deberá incorporar las experiencias adquiridas en el proceso llevado adelante junto con Ciencias Sociales. “Estamos terminando los términos de referencia y publicaremos el llamado en las próximas semanas”, afirmó.
Goyeneche explicó que el abordaje del trabajo con la población vulnerable se enfocará en tres líneas generales. Por un lado, se intentará que el plan que se desarrolle en el centro fomente la inclusión social “desde la perspectiva de derechos humanos”. Además, se brindará a esa población un espacio de acompañamiento, con el objetivo de que el centro sea percibido como un lugar de encuentro “que fortalezca la ciudadanía de estas personas como sujetos de derechos”.
En el centro diurno la IM prevé trabajar con un grupo de 30 a 40 personas, la cantidad de personas sin hogar que visitan habitualmente las salas de la facultad. Además de contar con el apoyo del equipo técnico de la facultad, se contratará a un tallerista. La IM financiará el equipamiento para el centro, salvo las computadoras, que serán donadas por la facultad para continuar con la capacitación en informática.
El alquiler y los costos de equipamiento y recursos humanos tendrán un costo aproximado de $ 500 mil pesos los primeros tres meses. La idea es que en ese tiempo se procese el llamado, que sí será por un plazo prolongado.
En el centro diurno la IM prevé trabajar con un grupo de 30 a 40 personas, la cantidad de personas sin hogar que visitan habitualmente las salas de la facultad.
Paralelamente, la IM se encuentra en proceso de instalar otro centro diurno para personas sin techo en el marco del proyecto Fincas Abandonadas, que prevé además la creación de 16 hogares transitorios destinado a mujeres víctimas de violencia doméstica con niños a cargo y una “casa trans” (Búsqueda Nº 2.010). A pesar de tener en marcha ese proyecto, la comuna decidió abrir un nuevo espacio para dar una respuesta “inmediata” a la comunidad que visita la facultad.
“Cuando empezó este proceso dentro de la facultad, el decano de entonces, Diego Piñeiro, así como la decana actual, Carmen Midaglia, nos solicitaron una reunión para plantear lo que ocurría y manifestar su voluntad de encontrar cómo canalizarlo. Dijimos que íbamos a analizar cómo colaborar y cuando tuvimos más claro el camino que iba a seguir el proyecto Fincas Abandonadas, que iba a llevar más tiempo debido a las reformas, definimos abrir otro centro que estuviera listo más rápidamente”, explicó Goyeneche.
Con una propuesta más tangible y concreta comenzaron el diálogo con las autoridades del centro de enseñanza, quienes resolvieron como condición que el trabajo que venían realizando no se interrumpiera. Esto se debió a que habían encontrado una dinámica en la que el colectivo Nitep “se sentía bien” en el espacio generado.