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La Policía investigará homicidios con un cuerpo de detectives de élite
El enfoque de los investigadores estará en los barrios del norte y el oeste de Montevideo. Foto: Dirección Nacional de Policía
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Acostado en su cama, al detective lo despierta el sonido del teléfono en medio de la madrugada. Hubo un asesinato. Todavía somnoliento, recoge de apuro su placa y su pistola de reglamento. Llega a toda velocidad, estaciona el auto en medio de la calle y se abre paso entre los vecinos que miran curiosos detrás de la cinta. Un policía de menor rango se acerca y explica brevemente lo que ocurrió. Sin mirarlo, le devuelve órdenes precisas y empieza a analizar el lugar. El especialista ya está al mando. Desde ese momento y hasta encontrar al culpable, el caso será suyo.
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La escena, tan común en los policiales del cine, tiene algunas similitudes con lo que sucede en Uruguay. Pero el gobierno quiere acentuarlas con la creación de un equipo especial de investigadores: pocos, con prestigio entre sus pares y que se ocupen con mayor autonomía de todos los asesinatos que ocurren en Montevideo. A pedido del ministro del Interior, Luis Alberto Heber, la puesta en marcha de esta Dirección Nacional de Homicidios está “en proceso de aceleración para que entre en funcionamiento en días o semanas”, dijeron a Búsqueda fuentes oficiales.
El objetivo es formar un grupo de alrededor de seis detectives de estrecha relación con los fiscales de homicidios y más profesional, técnico y experiente que los cuerpos que hay en la Policía Nacional diseminados en las áreas de investigaciones de cada jefatura departamental. Salvo casos de asesinatos complejos en el interior del país que requieran de su participación, esta nueva dirección se ocupará de las muertes en Montevideo. Asumirá de esta manera el trabajo de las áreas de investigaciones que hoy actúan en cuatro zonas operativas de la jefatura de Montevideo.
En los hechos, esta labor significará principalmente tomar los casos de las zonas III y IV, donde se concentran el grueso de las muertes violentas de Uruguay. “Son los puntos de guerra”, graficó una fuente. Allí se ubican los barrios de Aires Puros, Casavalle, Cerrito, Cerro, La Teja, Las Acacias, Manga, Marconi, Pajas Blancas, Paso de la Arena y Peñarol. En estas dos áreas suceden el 80% de los homicidios de Montevideo y son además las que poseen las tasas más altas de asesinatos en la capital: 28,1 por 100.000 habitantes en la III y 20 por 100.000 habitantes en la IV. Allí además operan la mayoría de las 49 organizaciones de narcotráfico que el Ministerio del Interior tiene detectadas, con al menos tres puntos de venta de droga cada una.
El nuevo cuerpo de detectives dependerá de la Dirección de Investigaciones de la Policía Nacional, que ejerce la superintendencia de investigación de la Policía y tiene al frente a Juan Rodríguez Reina, con servicio pasado en Interpol. En esta ala tendrá contacto fluido con otras reparticiones que ocasionalmente colaboran en los homicidios —Crimen Organizado, Represión al Tráfico Ilícito de Drogas, Información e Inteligencia— pero actuará de manera independiente y se identificará con sus propios uniformes. Aún debe definirse quién será el coordinador del equipo de detectives.
Por fuera de la Dirección de Investigaciones, la nueva unidad tendrá el respaldo de la División Criminalística de Policía Científica, que realiza la inspección técnica y el estudio de la escena del hecho presuntamente delictivo, con análisis de indicios y evidencias materiales de elementos físicos tangibles como sustancias, objetos, armas, instrumentos y herramientas. Hechos Complejos, por su parte, mantendrá la investigación de los homicidios en los cuales hayan transcurrido más de seis meses sin que se haya producido su esclarecimiento y en los cuales no haya habido avances tales como libramiento de orden de captura.
Aunque la estrategia contra los asesinatos del Ministerio del Interior se basa en despliegue operativo y nuevos programas de prevención, la expectativa es que la Dirección Nacional de Homicidios logre mejorar el trabajo policial y pueda convertirse en un factor para la baja de homicidios, que pasaron de 306 en 2021 a 383 en 2022. En el primer trimestre fueron 93 y en las últimas horas ocurrieron cuatro asesinatos en la Cruz de Carrasco.
El aumento de los homicidios corrió en paralelo con una disminución en la cantidad de asesinatos aclarados por la Policía. En 2022 se aclararon el 50,6% de los casos, según datos del Observatorio Nacional Sobre Violencia y Criminalidad del Ministerio del Interior. En 2016, el porcentaje de aclaración fue de 65%.
La iniciativa de la Dirección de Homicidios tuvo entre sus impulsores a Juan Gómez, fiscal de Corte subrogante, quien promovió esta nueva repartición ante la necesidad de que el intercambio entre investigadores policiales y fiscales de homicidios sea más fluido.
Espera a partir de ahora “una mejor coordinación” para que la información “no se pierda” como ocurre en la actualidad con las áreas de investigaciones de las zonas operativas de Montevideo. “Lo digo con mucho respeto a los funcionarios policiales. A veces hay una información que tiene el que está trabajando en la zona IV, pero puede estar relacionado con un caso de la zona I y no hay una transferencia. O es difícil”, dijo. En la misma línea se pronunció Carlos Negro, fiscal letrado penal de Montevideo de Homicidios de 1er turno, para quien se requiere más “diálogo y confianza”.