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Unos pequeños grillos de largas antenas y color realista hechos en bambú; una “caja secreta” con detalles dibujados milimétricamente que requiere diez pasos para abrirse; lámparas confeccionadas en papel y cacharros de todo tipo de cerámica y porcelana con distintos fines. Una belleza a la vez sobria y potente, ya sea con colores neutros o fuertes y diseños de formas geométricas y orgánicas (ramas, flores, insectos), es lo que destaca en el conjunto de 90 piezas japonesas que se exponen en la sala 4 (arriba) del Museo Nacional de Artes Visuales (MNAV) del Parque Rodó. La muestra permanecerá hasta el domingo 20 de octubre y se podrá visitar entre martes y domingo de 14 a 19 horas, permitiéndose el último ingreso hasta las 18.45 horas.
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Montevideo es el primer destino Latinoamericano de esta exposición que fue organizada por la Fundación Japón conjuntamente con la Embajada nipona. Incluye objetos cotidianos de ese país, como unas elegantes y despojadas “cajas de almuerzo” con contrachapado Odate frente a las cuales un tupper occidental no tiene nada que hacer y hasta resulta ofensivo a la vista. Es sabida la importancia que en Japón se le da al ritual de la alimentación.
Cada una de estas piezas artesanales sin serializar, hechas por diseñadores de diferentes ciudades, muestran cómo las técnicas milenarias de la zona continúan aplicándose al trabajo manual de hoy en día. La delicadeza y vitalidad de los objetos incluye el dibujo de libélulas, de hongos silvestres sobre un pisapapeles (que atraen la buena suerte), el diseño de la raíz de loto en unos cazos y el uso de tanino de caqui para teñir el papel de una lámpara de líneas rectas.
Se exhiben además piezas textiles cuya joya principal es un kimono pintado a mano con flores y ramas en tonos amarillos y celestes. Hay objetos peculiares, como una jaulita para insectos fabricada con finos barrotes de bambú, en tanto que otros son típicos, como una tetera negra y gordita de hierro fundido. Están también las tradicionales tacitas para servir el sake o el té y, por supuesto, palillos chinos.
Hundiéndose en las raíces ancestrales del país, se exhiben unos pinceles para caligrafía que son originarios de Nara y se empezaron a usar en el siglo VI, presuntamente llegados desde China. Para confeccionarlos se selecciona el pelo de diez animales diferentes.
Kazuaki Obe, quien desde hace cuatro meses desempeña el cargo de embajador de Japón en Uruguay, valoró la muestra con palabras emotivas, refiriéndose a la belleza y la sencillez de estas piezas cotidianas: “En Japón no se encuentra belleza en un lugar específico o alejado, sino en la vida cotidiana misma y en la naturaleza. Aquí vemos cerámicas, lámparas, cajitas, que fueron hechas con materiales tradicionales de Japón, como el bambú y el papel. Hay cristales de Edo con un color muy impresionante. Y las lámparas de papel con las que se pueden leer libros en la noche, con tranquilidad, en silencio... sintiendo cierta armonía con la naturaleza”. Obe agregó que “a través de estas pequeñas obras de arte se puede apreciar tanto la belleza técnica como la cultura sensible de Japón”.
El antecedente de esta exposición fue una muestra que el MNAV montó con diseños, afiches y arte contemporáneo japonés. “Uno de los roles del museo es traer muestras de otras culturas para dialogar con la nuestra, así que combinamos las itinerancias y trajimos esta muestra”, dijo Enrique Aguerre, director del MNAV. Para el montaje se colgaron placas con información en español (el catálogo está en inglés) acerca del procedimiento de fabricación de cada pieza, qué origen tiene y a qué época se remonta.
“Las técnicas de siempre, en Japón, se adaptan para objetos que se usan comúnmente. Es muy parecido a lo que sucede con Finlandia, donde el diseño es parte de la identidad nacional, como pasa con los textiles”, explicó Aguerre. “Como este es un museo de artes visuales, me parece que es un buen lugar para que también se incluya el diseño y la arquitectura, formas del arte aplicada”.
Cuando esta muestra siga su periplo hacia otros destinos, en el MNAV se recibirá una exposición de diseño alemán contemporáneo, bastante “excéntrico”, puntualizó Aguerre, que se llamará “Algo diferente” y permanecerá desde el 14 de noviembre hasta el 5 de enero.
“Exposición Japonesa. Tradiciones y técnicas de la producción contemporánea de la belleza”, en el MNAV del Parque Rodó. De martes a domingo de 14 a 19. Hasta el domingo 20 de octubre.