La banda inglesa Pulp, que el martes 21 de noviembre tocó por primera vez en su historia en Uruguay, hizo de la confianza el motivo de su debut en el Teatro de Verano.
La banda inglesa liderada por Jarvis Cocker dio un show para el recuerdo
La banda inglesa Pulp, que el martes 21 de noviembre tocó por primera vez en su historia en Uruguay, hizo de la confianza el motivo de su debut en el Teatro de Verano.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEn el marco del festival local Primavera 0, el grupo formado en Sheffield en 1978, que conoció su mayor exposición durante la ola del britpop de los años 90, llegó al país en el marco de su gira This is what we do for an encore, título que podría traducirse como “Esto es lo que hacemos en los bises”. Un encore es lo que sucede cuando la gente quiere más. Así lo adelantó un texto introductorio de la banda, que dio comienzo puntual al show previo al ingreso de los músicos.
El mundo pidió más Pulp y desde mayo de 2023 la agrupación viene brindando lo que también se pudo ver, por primera vez, en Montevideo: un show eléctrico y teatral, ejecutado con energía y completa devoción.
Nick Banks, baterista de la banda, lo había adelantado previo al aterrizaje de los ingleses en su cuenta en la red social X. “Uruguay, la espera está a punto de terminar. Pronto cruzaremos su frontera y llevaremos algo de ‘acción’ a sus costas”. Esa “acción” tiene nombre y apellido: Jarvis Cocker.
El cantante y fundador de Pulp es un entretenedor nato y su presencia escénica provoca la redefinición del concepto establecido de frontman. En este rol, Cocker eleva la vara a un lugar al que solo él parece llegar. No es difícil aventurar que es su silueta, muchas veces convertida en una sombra inquieta antepuesta ante una plétora de colores brillantes de fondo, el recuerdo más vívido que todos se llevarán de un espectáculo estupendo.
Con un dominio peculiar de su cuerpo, en él parece convertirse en la combinación perfecta entre el anfitrión de un programa televisivo lúdico la década de los 60 y un cantante de baladas en algún bar de Yorkshire, en él se canaliza la energía y la música del grupo, que cruza el rock y el pop con letras ingeniosas y melancólicas.
Pulp pone a los músicos a los costados y arma un escenario en el que la pantalla sirve del telón animado de una escalera en la que Cocker canta, se mueve y hasta se acuesta (más de una vez) para desplegar una vitalidad contagiosa. El martes se potenció con recursos escénicos simples (una bola de espejos, una explosión de papelitos) entremezclados con instancias de intercambio con el público, que aquí incluyeron varios intentos de Cocker por comunicarse en español y hasta un lanzamiento de bombones Garoto a la audiencia.
Pulp, que recorrió su discografía completa, entregó las esperadas canciones Common People, Disco 2000 y Babies en los momentos ideales dentro de un setlist intachable. Cumplió con su palabra y con su promesa inicial: fue un concierto para el pleno recuerdo.