Superada la emergencia sanitaria por el Covid-19, el consumo tuvo un “empuje” al inicio del año. Sin embargo, en los próximos meses puede haber un “enfriamiento” comercial, advierte el presidente de la Cámara de Comercio y Servicios (CCSU), Julio Lestido. En eso, además del “tema inflacionario” y la escasez de oferta, pueden estar incidiendo otros factores, reflexionó. Los consumidores salieron “con otra cabeza” de la pandemia, valorando “vivir hoy, no gastar hoy”, sostuvo.
—La pandemia golpeó a la cámara en su nivel de ingresos, cantidad de socios y tuvo pérdidas operativas en 2020. ¿Eso se reiteró en 2021?, ¿cuál es la situación financiera?
—La pandemia nos afectó a todos. El sector comercio y servicios se vio paralizado, lo que hizo que algunos socios y empresas tuvieran que postergar el pago de cuotas y algunos se tuvieron que bajar. Sin duda hubo una merma y un freno.
Entre todos, con el excelente equipo de la cámara, se pudo amortiguar el impacto, se tomaron medidas de reestructura para poder seguir adelante. Eso nos permitió mejorar la situación y ahora estamos volviendo a caminar; a fines de 2021 se notó una recuperación relativamente generalizada y eso les permitió a las empresas volver a integrarse a la cámara.
La pérdida operativa la seguimos teniendo, se achicó, pero la cámara tiene reservas. Para adelante la estrategia es estar cerca de nuestros socios y brindarles la mayor cantidad de servicios.
—Entre las medidas, contrató un gerente comercial y se definió avanzar en la reforma estatutaria para dejar de ser una sociedad anónima y transformarse en una asociación civil. ¿Por qué?
—Desde el 1° de agosto ya está la persona encargada de la parte comercial y va a acompañarnos en todo el proceso de modernización. El cambio de la figura jurídica es parte del proceso de modernización de la cámara. Las sociedades anónimas tienen reglas distintas, más estrictas, y entendemos que cambiar la figura nos permite ser más modernos.
La idea es acercar más a los socios. Recorrí el interior tres veces en la presidencia anterior. Y tengo planificado una nueva gira. Estamos en contacto permanente con el interior, pero a veces uno se queda en temas muy importantes que son de interés general.
—¿Cómo está hoy el nivel de actividad?
—En el primer trimestre la actividad registró un nuevo incremento, tanto por el crecimiento del consumo privado como de los servicios. Hubo un empuje. Las exportaciones han jugado un papel muy importante en eso. Y la actividad turística empezó a funcionar. No olvidemos que ya en 2019 veníamos muy frenados y que cuando llegamos al 2020 prácticamente paramos. Hubo sectores que quedaron golpeados. Después de la ola de contagios, el 2021 nos agarró ya vacunados, eso permitió mayor movilidad y se dio un rebote. Luego hubo un paréntesis, pero de todas formas se creció 4,4% respecto al 2020.
En el primer trimestre de este año hubo un crecimiento interanual de casi 3% por encima del nivel del trimestre previo a la pandemia. En los próximos meses, si bien se espera que las señales positivas de los indicadores se mantengan, puede haber un enlentecimiento en el consumo privado y eso puede generar un enfriamiento.
—¿A qué factores atribuye ese enfriamiento?
—Hay varias cosas. El tema inflacionario. También en algunos rubros está faltando mercadería. El encarecimiento de algunos productos con todo el trastorno mundial y el parate productivo que causó la pandemia. Después vino la guerra, que elevó el costo de los fletes enormemente, con fábricas que no están activas… Tal vez haya demanda, pero no hay oferta. Y la oferta que hay es más cara. Todo eso lleva a un proceso de enlentecimiento.
Y (las personas) salimos con otra cabeza de la pandemia: le damos un valor mucho más importante a la vida, empezamos a repensar cómo organizarnos, qué es lo que importa y lo que no, vemos lo importante de vivir hoy, no gastar hoy, porque nos asustó y pegó muy cerca a muchos.
—¿La baja del tipo de cambio en los meses recientes podría jugar a favor de los márgenes de importación o impulsar el consumo de esos bienes?
—El tipo de cambio puede favorecer la importación, pero a veces no hay productos o hay un encarecimiento en origen y de fletes. Después de la pandemia la gente no empezó a viajar en seguida, sino a consumir. Hoy ya está más normal eso. Ahora con las vacaciones de julio muchos uruguayos viajaron a Argentina, eso empieza a recomponer algo, en desmedro de otra cosa.
—El gobierno aprobó alivios para comercios de frontera. También bajó aranceles a algunos alimentos, redujo la tasa de importación del Latu, pero la inflación sigue fuera del rango. ¿Cómo evalúa eso?
—Tenemos que buscar los mecanismos para que el consumidor final pueda acceder de la mejor manera a productos y lleguen con buena calidad y a precios accesibles. Las medidas que ha tomado el gobierno han sido acertadas y han permitido tener una inflación estable respecto a lo que está pasando en el mundo. Uruguay hace ya varios meses que tiene una inflación estable, en el orden del 9% (anual). ¿Es la deseada? No. Pero todo eso es debido a las medidas que se han ido tomando.
—La Confederación de Cámaras Empresariales pide avanzar en las reformas urgentes para el país. ¿Usted qué opina?
—Necesitamos hacer una reforma. ¿Cuál es la solución?, ¿quedarnos como estamos? Acá hay un trabajo de expertos de un tiempo largo; estamos a favor de la reforma.
—Rodolfo Saldain, que lideró la comisión de expertos y es corredactor del anteproyecto, dijo que la reforma permitiría estabilizar el déficit fiscal. El director empresarial en el BPS no la apoya porque no resuelve el “agujero” de ese organismo. ¿Usted cómo lo ve?
—Saldain dice algo importantísimo: si me estoy yendo en sangre, ¿qué hay que hacer? Parar la sangre, estabilizarla por lo menos. ¿Cuál es la otra manera si no? No voy a tapar el agujero, está bien, pero lo voy a contener. Es un cambio brutal. No soy especialista en el tema. Estoy convencido de que estamos en excelentes manos. La propuesta a mí me sirve y sería bueno que se tomara como una política de Estado.
—En política exterior, ¿cómo ve que se avance en un tratado de libre comercio (TLC) con China?
—Es muy importante la inserción internacional, siempre lo dijimos, y es el principio de la cámara, que fomenta la libertad de comercio. Cuanto más podamos negociar con más mercados en las mejores condiciones para nuestro país, lo vamos a apoyar siempre. La cámara apoya el TLC con China y con quien sea. Hoy China es nuestro principal cliente, esa ventaja que nos va a permitir un TLC nos va a servir de ida y vuelta. Habrá que contemplar los temas más delicados, pero hoy los productos chinos ya entran acá, ¿qué les vamos a decir?, ¿que no entren? Van a entrar en mejores condiciones y también vamos a vender en mejores condiciones.
—En grandes líneas coincide con el rumbo del gobierno. ¿Qué falta? En lo laboral, sigue pendiente la queja de la OIT…
—Hay un proyecto de ley que está caminando, se han contemplado gran parte de los aspectos de la queja. Son cosas que se van evaluando.
Falta buscar la manera de simplificar, de ser eficientes. Hay muchas cosas, trabas, certificados, burocracia, dobles controles, certificados que van para atrás y para adelante, cosas que complican la vida de las empresas, para el que se quiere instalar, el que está o para aquel que quiere cerrar también.
—¿Disiente menos con este gobierno que en períodos anteriores?
—Tenemos muy buen diálogo.
—Con los anteriores también tenía diálogo.
—Había diálogo. Pero no voy a entrar en ese tema político. Lo que puedo decir es que siempre que necesité hablar fui escuchado.
Tengo que reconocer que las actuales autoridades nos escuchan mucho y hablamos mucho, cambiamos ideas y hay mucha comprensión de la situación. Me tocó estar en 2020 y 2021 y puedo decir que hubo real comprensión y mucha sensibilidad, mucha empatía.