El director de Conaprole, Juan Parra, dijo que “hubo un impacto real, no en gran magnitud, pero sí una retracción de las importaciones. Algunas de las empresas que nos compran leche, con estas nuevas reglas de juego están comprando en Brasil”. Las exportaciones de lácteos cayeron a 14.346 toneladas en marzo y fueron las más bajas en volumen desde febrero de 2020. Brasil fue protagonista de la caída.
Se trata de un volumen 10% inferior a febrero y 17% por debajo de un año atrás, según datos de Aduanas procesados por el Instituto Nacional de Leche (Inale). Fue acentuada la caída de Brasil –casi la mitad del volumen exportado en febrero–, y pasó al segundo puesto como principal comprador, cediendo a Argelia el primer lugar.
Conaprole mantuvo reuniones con autoridades por las medidas adoptadas en varios estados de Brasil. “Sabemos que (el ministro Mattos) está haciendo gestiones en pro de mejorar esta situación”, señaló el director de Conaprole.
En marzo también se registraron demoras de 10 a 12 díos en la frontera para el ingreso de lácteos a Brasil.
Medido por facturación, aún con la caída de marzo, en el primer trimestre Brasil tuvo una participación de 36% en las exportaciones de lácteos, seguido por Argelia (con 20%), y en un tercer lejano puesto México, con 5%. China no figura entre los primeros cinco.
El precio promedio de exportación de los lácteos en el primer trimestre fue de US$ 3.409 por tonelada. Un año atrás fue US$ 3.942, reflejando una baja interanual de 14%. Los precios que paga Brasil, que en 2023 estuvieron por encima de la media, han caído por debajo del promedio en los últimos dos meses.
En todo 2023 Brasil compró 83.743 toneladas de leche en polvo entera (53% del total exportado) a un promedio de US$ 3.729 por tonelada, 4,6% más que el precio general. Esa tendencia se mantuvo en enero de este año, pero en febrero y marzo los precios se ubicaron 1% y 8% por debajo del promedio.
Los volúmenes de leche en polvo entera enviada a Brasil cayeron de 6.844 toneladas en enero a 4.403 toneladas en febrero y 2.043 en marzo, menos de la tercera parte.
En quesos el comportamiento es similar. De pagar 4,5% más que el promedio de todos los destinos en 2023 (US$ 5.381 frente a US$ 5.155/ton) este año ha ido cayendo progresivamente hasta situarse 10% por debajo del promedio general de precio en marzo. De hecho, en marzo Brasil pagó casi US$ 1.200 menos por la tonelada de queso respecto al promedio de 2023: un valor de US$ 4.427 por compras 38% inferiores en volumen a las de enero y febrero.
“Hoy tenemos un piso (de precios) para vender, para no afectar el precio de los productores, que no era validado por todos los mercados y eso ha llevado a cierta concentración”, sostuvo Parra.
El especialista en relaciones internacionales, Ignacio Bartesaghi, explicó que se trata de una medida “que es menos reclamable”, considerando el estado actual del Mercosur, “porque no tiene tanto que ver con una medida de frontera sino con un impuesto interno, pero que termina afectando el comercio exterior”.
La tendencia es de baja estacional de las importaciones en el país norteño. “Deben de desacelerar sobre fin de abril y a partir de mayo/junio imagino que los volúmenes de importación empiecen a bajar”, apuntó el socio de AgriPoint Consultoría, Valter Galán. La producción en el país vecino hasta junio es de baja, y a partir de julio se empieza a recuperar en el sur del país.
Conaprole tiene colocada prácticamente toda su producción hasta el cierre del ejercicio (en julio). Además de los desafíos comerciales que existen con Brasil y con una China que está prácticamente fuera de mercado, la debilidad del dólar golpea. “Desde el punto de vista industrial y de exportación Conaprole pierde unos US$ 800.000 por mes por cada peso que cae el tipo de cambio”, que el mercado interno no llega a compensar, señaló Parra.
La industria láctea Calcar comunicó oficialmente el cierre definitivo de su planta industrial en Carmelo y toda la producción de la cooperativa quedará centrada en Tarariras. La decisión había sido tomada a mediados del año pasado como parte de una reestructura estratégica de la empresa.
Con pasturas abundantes y precio accesible en granos y raciones, la producción empezó el año con toda la fuerza, fue récord en enero y tuvo muy buenos desempeños en febrero y marzo. En el primer trimestre la industria recibió 4% más leche que en 2023.
Pero si en el verano las lluvias resultaron muy favorables, ahora ya son demasiadas. En marzo la remisión creció por sexto mes consecutivo, por lo que la producción subió de 133,2 a 135,5 millones de litros. La tendencia al alza parece frenarse en abril.
“Debido al exceso de lluvias estamos sufriendo una caída en la producción, y afectando el momento de inicio de las lactancias, que es clave. Eso también va a afectar”, indicó.
En los primeros 15 días de abril la remisión a Conaprole estuvo 6,3% debajo de igual período de un año atrás. Se tuvo que sacar a las vacas de los pastoreos, el confort es menos, hay más barro.
“Creemos que la relación grano-leche es muy buena, hoy es 2 a 1, porque el precio de la leche cerró en torno a US$ 0,41 por litro y al maíz lo conseguís entre US$ 180 y US$ 200 (por tonelada). Nos parece que es muy favorable, esto nos tendría que ayudar al aumento de la producción, tendría que seguir muy a favor de eso. Esperamos que se recupere la producción. Obviamente va a tener que ver con el clima, pero Conaprole espera un aumento de producción respecto al ejercicio anterior, en torno a 2%”, dijo Parra.
En un hecho atípico, Prolesa se abastecerá este año con maíz exclusivamente local, unas 60.000 toneladas hasta fines de julio, afirmó el presidente de la empresa proveedora de insumos para productores remitentes a Conaprole, Carlos Félix.
Podría decirse que el costo de producción ha bajado si no fuera porque muchos productores cargan con el costo financiero de la sequía. Un año atrás el río Santa Lucía se secaba, ahora hay desbordes. Y a pesar de la mejora, los márgenes son ajustados.
Por otra parte, estos meses son un preliminar que prepara la etapa decisiva. En los últimos cuatro meses del año se define el gran volumen de la producción y ahí vuelve la incertidumbre. Con dos tercios de chance de que la primavera sea Niña, que la producción de este año llegue a buen puerto dependerá de las lluvias de primavera, determinantes del forraje pero además de la oferta futura del maíz.
Pero no todas son pálidas, probablemente sea un año con récord de producción de fardos. “Hoy la ecuación para la leche es buena”, sostuvo el productor coloniense Darío Jorcín. “El pasto está acompañando, con algún exceso de agua; los verdeos están viniendo y las vacas están empezando a entrar a comer”, dijo. A medida que avance la época de parición “se va a notar un incremento importante en la producción de leche, desde fines de abril”, señaló.
Con respecto a los precios de la leche en tambo, consideró que si los valores internacionales hubiesen seguido subiendo, como lo hicieron hasta fines de febrero, “teníamos esperanza de un incremento, pero las bajadas en marzo cortaron la tendencia”.
Mercado internacional estable
En las principales regiones exportadoras la producción se encuentra estable. El equipo técnico de Inale elaboró dos modelos para estimar el precio de la leche en tambo en 2024. El primero, basado en series de tiempo situó el precio entre US$ 0,37 y US$ 0,39 por litro. El segundo, basado en un modelo de simulación de probabilidades, ubicó el precio de la leche en tambo para 2024 entre US$ 0,32 y US$ 0,37.
Desde el instituto se proyecta una “probable recuperación” de la demanda por importaciones de China. “Podría haber ciertas mejoras en la los precios internacionales, pero dependerá del balance oferta y demanda”, según el informe presentado en la jornada anual de Perspectiva de Precio 2024.
En Nueva Zelanda la producción creció modestamente en 2023 (0,9%); y en enero de 2024 registró una baja de 1,2% respecto al mismo mes del año anterior.
En la segunda licitación de abril el índice general de los precios de los lácteos en la plataforma Global Dairy Trade (GDT) fue US$ 3.558, 5,8% por encima de la referencia de hace 12 meses. La leche en polvo entera cotizó a US$ 3.246 por tonelada, 5% más que en abril de 2023.
El queso y la leche en polvo descremada, por su parte, tienen precios por debajo de hace 12 meses: -1,6% y -8%, respectivamente.
Si se concreta el incremento proyectado de 2% en la producción de leche sobre los 2.114 millones de litros de 2023 se alcanzaría un récord de unos 2.150 millones de litros, por encima del récord de 2.118 millones de litros de 2021, pero por ahora es solo un “matemáticamente tenemos chance”.