En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
La última década del agro uruguayo se caracterizó por ser particularmente exitosa en cuanto a precios y productividad de casi todos los subsectores. La soja y el boom agrícola en general derivaron en un desplazamiento de la ganadería, principalmente la ovina, y de la lechería, al tiempo que la forestación ganó terreno entre esas actividades.
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
La ganadería vacuna vivió diez años de precios históricos, con una muy buena productividad ayudada por una mayoría notoria de períodos con fase “Niño” de buena pluviosidad. También la lechería tuvo una primera mitad de la década con valores muy atractivos, cuando la tonelada de leche en polvo superó los U$S 5.000, entre fines de 2012 e inicios de 2014.
La producción forestal fue protagonista relevante de ese desempeño, con las dos megaplantas de pulpa de celulosa, una de UPM en Río Negro y otra de Montes del Plata en Colonia —y una tercera en planes de construcción.
La competencia con otros rubros por la tierra ha dejado para el sector ovino un balance que depende del punto de que se lo mire para que sea óptimo, bueno o malo.
Si bien “la cultura ovina está intacta”, el jefe de Área de Transferencia del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), Adolfo Casaretto, se manifestó disconforme con la evolución del stock y con la productividad de los ovinos.
Casaretto dijo a Campo que “las condiciones climáticas mayoritarias con años de lluvias por encima de los promedios, complicaron la producción ovina, aumentaron sus costos y dedicación y deslucieron los resultados productivos”.
Como debilidades del sector, ese técnico señaló que “es notorio que algunas restricciones del marco operativo han aumentado los riesgos de la actividad”. Es permanente la denuncia de casos de abigeato, de los predadores silvestres y las jaurías de perros, que han limitado las explotaciones ovinas cerca de los centros poblados.
Casaretto no comparte la idea de que los recursos humanos disponibles sean un factor determinante acorde con el stock actual, aunque como en todo el sector agropecuario, la problemática parece creciente.
Otra desventaja con la que corre el rubro ovino es la situación sanitaria en torno a las ectoparasitosis (sarna y piojo), la cual tuvo un retroceso importante que debe ser atendido con otro énfasis por la policía sanitaria oficial, consideró.
Los numerosos biotipos ovinos tienen potencialidad para producir mucho más. Casaretto opinó que las tasas de procreos (prolificidad y supervivencia de corderos), la eficiencia de la recría y precocidad, el porcentaje de mortandad y la velocidad de invernada, son indicadores pasibles de ser sustancialmente mejorados. “Hay tecnologías validadas de proceso que hacen muy posible mejoras productivas sustanciales”, aseguró.
Retorno de la inversión
El rubro ovino en la última década también mostró muchas fortalezas — 50, según las recabadas por la revista “Lananoticias”, que publica el SUL. Algunas de ellas son la alta rentabilidad y velocidad de retorno de la inversión —la cual se estima en menos de un año—, menor inversión de capital y diversificación de los ingresos y los momentos en que se reciben esos ingresos.
El jefe del Área de Transferencia de ese organismo opina que hay una industria textil y frigorífica “de primer nivel” en el mundo, colocando lana y carne ovina como specialities en los nichos más exigentes de mercado. “Y sobre todo —a juicio de los operadores del sector—, cumpliendo con las exigencias de calidad como para satisfacer esos exigentes mercados”, agregó.
En esta década, el denominado “cordero pesado” que generó el SUL con una serie de características de producción y condición sanitaria, se consolidó como el “negocio estrella” en el mercado, tanto por su versatilidad y adaptabilidad a distintos biotipos como por la alimentación, los sistemas de producción y fecha de colocación, que “lo hace muy atractivo”.
El stock actual se encuentra en el entorno de los siete millones de ovinos, por lo que, según Casaretto, ubica al sector probablemente en sus ambientes más competitivos y en manos de productores verdaderamente ovejeros.
Esta realidad ayuda a construir escenarios futuros de crecimiento. “Es fundamental destacar el rol social que tienen los ovinos en nuestra campaña. En especial para los pequeños productores son determinantes y hasta insustituibles”, planteó.
Destacó que el rubro ovino “produce genuinamente sin subsidios, exoneraciones y/o promociones estatales o artificiales, y ha sabido competir desafiando todos los avatares del comercio y de las políticas económicas” de su entorno.
Limitantes
Según Casaretto, los rubros competitivos no gozan de la bonanza de la década pasada. La ganadería de carne, la lechería y la soja no tienen los precios históricos de hace algunos años. La lana y sobre todo los corderos, compiten más holgadamente a la hora de la toma de decisiones por el uso de la tierra. La demanda de corderos para invernar está totalmente insatisfecha. Tanto los puentes verdes de la agricultura como los semilleros de leguminosas son una clara alternativa de expansión del rubro.
La nueva ley de abigeato y las acciones tomadas con respecto a las jaurías (creación de Cotryba nacional y departamentales) abren esperanzas de atenuar este flagelo. Del mismo modo, los distintos animales de cuida (llamas, burros y perros maremanos) indican que es posible atenuar la predación. El manejo moderno de ovinos promovido por el SUL, con el apoyo de perros de trabajo entrenados, motos y bretes portátiles apuntan a mejorar sustancialmente la productividad de los recursos humanos.
La posibilidad de acuerdos de libre comercio con China abre expectativas favorables tanto para la carne como para la lana. Así como también deja horizontes muy positivos el hecho de la diversificación de mercados y la inminente apertura del mercado de EEUU a la carne con hueso uruguaya.
Casaretto dijo que la productividad del ovino debe mejorar. “Nuestros ovinos deben ser priorizados nutricionalmente, tanto en el uso del campo natural como de los mejoramientos forrajeros como de las alternativas de suplementación”, planteó.