El contrato de comercialización de soja Anec 41, creado por la Asociación Nacional de Exportadores de Cereales de Brasil (Anec), establece niveles de humedad de 14%, 8% de grano dañado y 1% de materia extraña. “No te podría decir cuál es el camino que tiene que seguir Uruguay para diferenciarse, pero algo tenemos que hacer”, dijo Nolte.
Comentó que “hoy existen algunas tendencias que se van consolidando, quedan muy pocos mercados demandando con 14% de humedad como establece el contrato Anec 41 y son los menos competitivos, por lo cual la mirada debería estar en la diferenciación, para no castigar a los precios. Apuntar a demandas que busquen algo distinto a lo que ofrece Brasil. Argentina y Egipto compran con 13,5% de humedad, la reserva federal de China, que no compra en Brasil, demanda más calidad y 13,5% de humedad”.
Advirtió que “esas cosas se observan a nivel internacional. No estoy haciendo el análisis desde el bolsillo del productor, ni tampoco puedo decir que la solución sea bajar el nivel de humedad en los contratos de comercialización de la soja uruguaya. Son cosas que están pasando y las tenemos que evaluar, al igual que el nivel de dañado, porque nos terminan afectando”.
Planteó que el objetivo “deber ser mejorar, tener un mercado de soja en Uruguay con mayor liquidez y diferenciarnos del precio de Brasil”. Consideró que “por ese camino se pueden conseguir premios” para los precios de la soja uruguaya. “Hay que discutir estas cosas, evaluarlas. Hay mercados que pagan más por esas diferencias. La situación de mercados no es sencilla, porque se debe salir a competir con un jugador como Brasil”, comentó.
Nolte también marcó que la sustentabilidad de la soja uruguaya “es fundamental”, y “se tiene que construir ese camino”, que “hoy no se paga”. Agregó que la economía mundial “tiene sus desafíos” y el mercado “no está pagando premios” por eso.
Señaló que la sustentabilidad “es una salida para diferenciarse en nichos de mercado, lo debemos hacer. Hoy no se reconoce”. Afirmó que “en el día de mañana creo que será reconocido, habrá premios y será otro elemento que pueda diferenciarnos de Brasil”.
Resaltó que calidad y sustentabilidad “son las cosas que debemos analizar para intentar diferenciarnos. Tenemos que empezar, quedarnos a esperar es lo peor que podemos hacer. No tengo una receta, pero no podemos quedar sentados, hay que discutir entre todos los eslabones de la cadena, donde cada uno aporte su visión”.
Señaló que “hay protocolos vigentes que pueden servir de base. Hoy no veo este tema en la agenda, y lo que está pasando a nivel mundial con el mercado de la soja es una amenaza para Uruguay”. Agregó que “hoy la oferta de soja es mucho mayor que la demanda”, y “para que cambie algo, tiene que venir otro boom bioenergético que traccione la demanda. Hoy el contexto está más tranquilo de lo que estaba hace un par de años”.
La influencia de Brasil
Nolte explicó que hasta el momento “no se había visto una producción brasileña de 150 millones de toneladas, ahora se proyectan 160 millones de toneladas”. El crecimiento que está teniendo Brasil “está pasando por encima de todos los mercados y se suma un contexto donde la demanda no está pasando por su mejor momento”.
Al analizar las situaciones en función de oferta y demanda, el comportamiento de Chicago y las primas de la región con el impulso brasileño, Nolte sostuvo que “la historia se está escribiendo ahora”, y que todas las variables históricas sobre las cuales se tomaban las decisiones “van quedando en un segundo plano”. Planteó que, en la medida que en Brasil “sigan estos volúmenes de producción, se estará presionando sobre las primas”.
“Normalmente las primas (diferencia de precios entre lo que marca la pizarra de la Bolsa de Chicago y los precios en puertos locales) actúan como un amortiguador entre oferta y demanda. El mayor productor y exportador de soja era Estados Unidos, entonces la prima subía o bajaba en función de Chicago y lo que pasaba con la producción estadounidense; eso era lo importante”, recordó.
“Hoy el volumen de cosecha de Brasil deteriora las primas a nivel regional, independientemente de lo que pase con las primas de Estados Unidos o el mismo comportamiento del mercado de Chicago. Esas dos cosas están ocurriendo”, afirmó.
Además, indicó que las ventas del productor brasileño están “más asociadas al comportamiento del real que al precio de la soja en Chicago”. Explicó que el productor brasileño, con un dólar alto y precios de la soja bajando, “sigue vendiendo”, porque tiene margen, lo que motiva que “las primas sigan debilitándose”.
En Uruguay “se mira al mercado de Chicago”, pero en Brasil “el productor mira la cotización del real, porque la economía del agricultor está en esa moneda”, subrayó Nolte.
Sorgo a China
El mercado chino quedó recientemente habilitado para la exportación de sorgo desde Uruguay. Nolte señaló que hay posibilidades de desarrollar el comercio de ese producto al país asiático, porque “tiene una demanda interesante”.
Agregó que “el protocolo de exportación que tiene el sorgo uruguayo para llegar a ese mercado “es exigente, como todos los protocolos” con el gigante asiático. “El sorgo no escapa a esa realidad. Uruguay exporta millones de toneladas de soja, también cebada y se ha cumplido”, destacó.
Indicó que inicialmente los volúmenes “no son grandes”, porque la oferta uruguaya no es mucha, y por eso en un principio se enviará en contenedores. También comentó que “se puede hacer un completamiento” en Montevideo de un barco que venga de Argentina.
El gerente de Cofco International Uruguay detalló que el sorgo tiene un sobreprecio por encima del maíz FOB, “algo que en Uruguay resulta difícil de ver, porque el maíz está en paridad de importación, que son los precios en el mercado de origen más el costo de importarlo y disponibilizarlo en el mercado interno. Por eso muchas veces es más conveniente vender el maíz producido en Uruguay a un feedlot o un productor de pollos, antes que exportarlo”.
Por eso, insistió que “si el sorgo vale más que el maíz de exportación, no digo nada despampanante ni que haga la diferencia para los precios en Uruguay”. Planteó que “en la medida que el maíz siga avanzando y la oferta sea mayor que la demanda interna –que se ubica en torno de 1,2 millones de toneladas por año–, o que temporalmente exista un sobreabastecimiento del mercado, el precio del maíz se irá a una paridad de exportación”. En ese escenario el sorgo tendrá mayor precio que el maíz. En Argentina el sorgo que se exporta a China vale de US$ 30 a US$ 40 más por tonelada que el maíz FOB”, resaltó.
Además, Nolte indicó que en un año Niño, y con la superficie de maíz a la que se llegaría en esta zafra, “la producción estaría por encima de las necesidades de Uruguay”, y “allí es donde el sorgo hacia China se vuelve competitivo”.
Indicó que la referencia para la exportación de maíz, sorgo y otros granos es el precio FOB argentino. “Uruguay está dentro del mercado rioplatense o Up river, y los valores son similares en casi todos los productos”, dijo el ejecutivo.
Consideró que el sorgo uruguayo “se tiene” que conocer en China, que “el protocolo recién está firmado y estamos en proceso de avanzar con el primer envío, por lo cual ese cereal uruguayo de entrada vale US$ 10 menos que el argentino”, ya que “nunca se exportó a China, no se sabe cómo es, qué calidad tiene. Hay que desarrollar ese mercado y ese proceso está comenzando”.
Informó que se está creando un programa comercial para la próxima siembra, que tendrá un precio orientativo, que le permitirá a los productores y acopiadores tomar posición. “Se busca emular el trayecto recorrido con la cebada, donde la compañía fue la que inició el canal comercial en China”, dijo.
Cebada de exportación
La cebada uruguaya “tiene competencia” en China, “eso nos deja con un flete diferencial e impacta en los precios, porque tenemos que competir con Australia, que está mucho más cerca”, indicó. De todos modos, reconoció que el precio de los fletes marítimos “se ajustó” y ese “no es un factor que nos deje fuera” del mercado.
Consideró que “habrá un descuento frente a las referencias de años anteriores, pero no es un origen que la demanda quiera perder”. Señaló que a China “le interesa la producción del río De la plata” y que “ahora estamos dependientes del mercado argentino, que está paralizado por la situación política y monetaria, lo que le quita liquidez al mercado y lo está afectando más que la competencia de la cebada australiana”, explicó.
Nolte informó que Cofco proyecta enviar dos barcos con cebada a China este año. Recordó que “el año pasado iban a ser dos, pero solo salió uno”, porque la sequía incrementó la demanda del mercado interno. “Este año será diferente, las chacras vienen muy bien y tenemos más área sembrada dentro del programa comercial con destino a China”, comentó el gerente de Cofco International Uruguay.