El negocio del corral en Uruguay está básicamente vinculado a la producción de granos y en un contexto de incremento del precio de esos productos se encarece la actividad del engorde de vacunos en los corrales. Actualmente, hay una demanda creciente de carne y otros productos derivados, principalmente del mercado chino, lo que estimula la producción de carne intensiva en corrales, mucho más si se considera que los valores de ganado también reflejan el incremento del precio de exportación en el mercado internacional.
El aumento de los valores de las categorías de bovinos gordos, específicamente de novillos y vaquillonas, “permite absorber perfectamente bien la suba de los granos” y, considerando “los precios de las categorías de reposición” en su momento, hoy el negocio del corral tiene “márgenes muy buenos, por no decir los mejores de la historia de los corrales del engorde”, dijo a Búsqueda el presidente de la Asociación Uruguaya de Productores de Carne Intensiva Natural (Aupcin), Álvaro Ferrés.
La preparación de los vacunos en ese tipo de sistemas productivos es más rápida que en las praderas, lo que permite acelerar el crecimiento del animal y disponer de más carne para concretar nuevas exportaciones. La mirada siempre está concentrada en China, como el gran jugador del negocio cárnico, pero en el caso de los corrales es el mercado europeo el que gana relevancia, porque ofrece la cuota denominada 481, que no paga aranceles aduaneros.
La recuperación de Europa en la demanda es considerada una señal positiva entre los operadores del sector, tras el golpe de la pandemia de Covid-19 en 2020. Otro factor para tener en cuenta es que el cupo 481 registró cambios en cuanto a la distribución del volumen total, ya que Estados Unidos reclamó una mayor proporción, y eso le supone una menor participación para los exportadores de carne uruguaya.
“La cuota se achica cada año y los frigoríficos empezaron a exportar menos cortes del animal que faenan para ese contingente y el resto de los cortes van a otros destinos, como China y el sudeste asiático”, explicó Ferrés. Y enfatizó: “Estamos en un excelente momento, porque además los jugadores internacionales están sufriendo diferentes procesos que hacen que tengan menor oferta de carne o su ganado esté caro”.
En los últimos años la participación del ganado proveniente de los establecimientos de engorde a corral o feedlots en la faena de vacunos varió en torno al 11%, pero en los próximos años tiende a llegar al 20% del total, vaticinó.
Respecto a cuántos animales engordados en corrales irán a faena este año, ese empresario calculó algo más de 400.000 cabezas.
Inversionistas y perfiles
La apuesta a destinar capital a la actividad de los feedlots en el campo uruguayo alcanzó a una amplia variedad de perfiles empresariales, pero en su mayoría el negocio lo concentran grupos económicos vinculados a la industria frigorífica y a la producción agrícola. Es que la alternativa de combinar la ganadería con la disponibilidad propia de granos para alimentar a los vacunos tiende a optimizar la inversión en cuestión.
El corral con mayor capacidad de engorde de vacunos es propiedad del grupo brasileño Marfrig, un establecimiento para 20.000 cabezas en Río Negro, según los datos del MGAP.
En esos registros también figura un corral de la firma Río Frontera, propiedad de Miguel Viganó de Narváez, sobrino del empresario Francisco de Narváez, que opera la cadena de supermercados Ta-Ta.
Otro inversor argentino en feedlot es la familia Pérez Companc bajo la firma Goyaike, con un establecimiento para 6.000 cabezas en Soriano. Además, ese grupo es propietario del frigorífico San Jacinto y la granelera Garmet.
En Durazno figura el corral de la firma Paricor para 8.300 vacunos, vinculado al frigorífico Carrasco del grupo brasileño Athena Foods.
Los datos muestran que en ese mismo departamento los mayores corrales pertenecen a la firma Orovista Il Tramonto para 14.000 vacunos, al empresario local Marcos Guigou, de la empresa Agronegocios del Plata (ADP) para 10.000 cabezas, Villa Trigo para 5.000 animales, Gustavo Kent para 4.600 y La Escalera, vinculada al frigorífico Pando, para 3.000 vacunos.
Hugo Manini Ríos, empresario agropecuario y hermano del senador de Cabildo Abierto Guido Manini Ríos, figura con dos corrales en el registro del MGAP: uno en Cerro Largo para 1.140 vacunos y otro en Treinta y Tres para 450 cabezas.
Otro empresario, que al igual que Hugo Manini presidió la Asociación de Cultivadores de Arroz, es el exministro de Ganadería Tabaré Aguerre, que cuenta con un feedlot en Artigas para 475 vacunos denominado Los Timboes, según los datos del SNIG.
Dichos datos señalan además que entre los inversores que instalaron corrales para el engorde de vacunos figuran la empresaria local Patricia Damiani con dos establecimientos bajo la firma Conpriste Acisa: Los Robles en Río Negro para 900 cabezas y La Portuguesa para 499 en Salto.
El empresario uruguayo Alberto González, del frigorífico Las Piedras, también es propietario de la Sociedad Ganadera San Alberto, que tiene dos corrales en Florida para unas 500 cabezas cada uno de los establecimientos y otro en Canelones denominado Don Pedrito del Colorado para 490.
La firma ADP, de perfil agrícola pero que también incursionó en tecnologías aplicadas al agro y a la producción ganadera intensiva, es propietaria de corrales en Tacuarembó para 5.900 vacunos, en Flores para 4.300 cabezas y en Paysandú para 4.000.
La mayoría de los corrales están ubicados en diferentes departamentos del territorio, pero principalmente operan en Río Negro, Paysandú, Flores y Durazno, algunos con capacidad de hasta 14.000 animales, otros como el establecimiento Colonia con 20.000 animales, pero en su mayoría el promedio ronda los 4.000, 3.000 y algo más de 5.000 y también hay otros de menor porte.
En Artigas el principal establecimiento pertenece a la empresa Obratel Econorte con una capacidad de 13.100 cabezas, al que se suma el de la empresa Los Caminos con 2.400.
En Canelones figuran el establecimiento Don Emeterio con casi 5.000 cabezas, que es propiedad del empresario Roberto Pérez del frigorífico Lorsinal, Sandra Cancela con 488, Nvisión con 1.900, Juan José Verdier con 3.000 y la firma agropecuaria El Telégrafo con 1.600, según el MGAP.
“Los agricultores se han puesto ganaderos y han generado un salto en la terminación de ganado en corrales”, dijo el titular de Aupcin. Y consideró que “hay una mayor inversión y tecnificación de empresarios uruguayos, de argentinos que saben de agricultura y de ganadería y ven una oportunidad, además de inversionistas de otras partes del mundo”.
