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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEs lunes y el calor abrasa en Salto. El senador Guido Manini y la ministra de Vivienda, Irene Moreira, inauguran la sede de una agrupación de Cabildo Abierto. La comitiva está “de gira” en “defensa de la LUC”, explican los organizadores y enseguida los principales oradores envían mensajes partidarios.
Moreira al micrófono, toma un sorbo de agua y resume todo en cuatro palabras y una sonrisa confiada: “¡Hay Manini para rato!”. Hay aplausos. Y Manini toma la posta en modo y tono marcial, erguido y firme. Habla del protagonismo de Cabildo en la política nacional. El único partido que se anima a decir lo que otros no, dice, y a levantar banderas que otros no; como la de la patria libre, la del respeto al pueblo oriental, la de la defensa de la soberanía nacional, que es la esencia del artiguismo, dice, y también dice que muchos no lo entienden. Y entonces, explica: “Muchos que se dicen artiguistas aceptan que se meta mano desde afuera, aceptan la injerencia de organismos internacionales que se dan el lujo, como hace pocos días, de criticar una ley que está siendo tratada en el Parlamento nacional, por los representantes del pueblo uruguayo. Y cuatro o cinco burócratas de tierras lejanas dicen: ‘No estamos de acuerdo con ese proyecto de ley’. ¡Son unos atrevidos!”, afirma, en alusión a los cinco relatores de la ONU que días atrás remitieron una carta al gobierno en la que expresaban su preocupación por la incompatibilidad de las obligaciones internacionales que Uruguay adoptó en materia de derechos humanos frente al proyecto de ley propuesto por Cabildo Abierto para otorgar prisión domiciliaria a quienes tengan más de 65 años de edad, lo que beneficiará a decenas de condenados por delitos de lesa humanidad cometidos en la última dictadura (1973-1985).
Manini hace una pausa en su discurso y articulando cada palabra con énfasis para que su enunciación resulte más clara, añade: “Pero lo lamentable son los que acá los aplauden y dicen: ‘Miren lo que dijeron allá’, como si fuera importante…”. Después, tajante: “Lo importante para nosotros es lo que los uruguayos hemos decidido para nosotros, y eso está plasmado en un librito… que se llama Constitución de la República, eso es lo sagrado”. Al final cierra con contundencia su idea: “Y cuando desde afuera nos dicen: ‘Hagan tal cosa, aunque no esté en la Constitución’, tenemos que decirle: ‘¡Pare, pare! Acá hay un pueblo que es heredero de los que murieron dando su sangre para que se respete su voluntad. ¡Usted, señor, cállese la boca! Usted dedíquese a lo de su país, que en Uruguay mandamos nosotros’”. Los miembros de la agrupación Guayabos, presidida por Mariana Alvez da Cruz, y otros cabildantes departamentales aplauden a su líder.