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El profesor grado 5 de Matemática denunciado por acoso sexual cuestionó las conclusiones de un sumario de la Universidad de la República (Udelar) que consideró “probado” el hecho y lo responsabilizó de cometer una “falta grave”. En su defensa, el docente afirmó que la exalumna lo denunció por motivos “económicos” y la acusó de “ingrata” con el sistema educativo. También afirmó que ha sido víctima de “ciberterrorismo” y advirtió que iniciará acciones legales contra la matemática y contra quienes presuntamente “instigaron” la denuncia.
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El matemático Martín Sambarino, asistido por el abogado constitucionalista Daniel Ochs, incluyó en su defensa testimonios de académicos que declararon en la investigación y que negaron que las situaciones denunciadas ocurran en la comunidad científica. Docentes, decanas y otros cargos altos de la enseñanza de las ciencias aseguraron que no hay ninguna diferencia en el trato que reciben las alumnas mujeres, e incluso consideraron “ofensivo” que eso se insinúe porque quitaría mérito a las que llegaron a posiciones altas en la carrera.
Esta visión contrasta con la posición de gremios de estudiantes y docentes que ven en el acoso y la desigualdad de poder un problema institucional extendido, y que advierten que estas prácticas son habilitadas por “un ambiente cómplice, que naturaliza estos hechos”.
El abogado Ochs pidió a la universidad la clausura absolutoria sin sanción para el imputado. Además, adjudicó móviles económicos a la denunciante y anunció acciones civiles contra quienes orquestaron una campaña de desprestigio contra Sambarino basada en “contradicciones, falsedades y mentiras”.
Sambarino fue denunciado en 2019 por la hoy doctora en Matemática Adriana da Luz por conductas sexuales inapropiadas, abuso de poder y acoso sexual. Dos años después, la Dirección General Jurídica de la Udelar comprobó que hubo acoso sexual, según las conclusiones del sumario instruido por Ana Carla Riba.
Da Luz denunció particularmente que el profesor Sambarino tuvo “conductas inadecuadas sexualmente” con ella en ocasión de su vínculo docente-estudiante desde que comenzó su maestría y él era su tutor.
El escrito con los descargos de la defensa, cuyo contenido adelantó El Observador el 30 de setiembre, llegó 11 días después de que la Udelar probara “la existencia de acoso sexual” por parte de Sambarino. De las pruebas analizadas surge que el profesor cometió “falta administrativa grave” por “comportamiento inadecuado a la función docente” y que “su conducta debe ser sancionada”.
La decisión depende del Consejo de la Facultad de Ciencias que se debate entre la destitución y la suspensión del docente por seis meses con retención de sueldo.
El miércoles 6, el gremio docente de la facultad reunido en sesión extraordinaria mandató a los consejeros del orden a que voten la expulsión de Sambarino. El gremio de estudiantes de Ciencias también “apoya la destitución” del profesor.
Entre la negación y la naturalización del problema
Con su “denuncia deleznable” Da Luz pretendió “eludir su contraprestación laboral con la Udelar” y otros entes públicos que “costearon sus estudios de especialización y posgrado”, de los que así “se desligó” para “radicarse con su pareja en Brasil”, esgrimió la defensa. Añadió que “varios testigos dan cuenta de que la denuncia fue instigada por una tercera persona (Alejandra Rodríguez Hertz), con motivos espurios”, señaló, y aseguró que la matemática grado 5 e investigadora radicada en China y Da Luz responderían “civilmente”.
El abogado Ochs aseguró que “el ambiente imperante en la comunidad matemática dista enormemente de ser ese lugar tóxico y putrefacto que describe la denunciante”. Dijo que “la interpretación” de Da Luz sobre “los riesgos que incurren las docentes jóvenes, ha sido contradicha por todo el personal docente de Matemática, en especial las de sexo femenino”.
Y se remitió luego al testimonio de la decana de Ingeniería, María Simon, quien dijo desconocer los problemas denunciados por Da Luz y otras académicas de la comunidad. “No me parece plausible”, dijo Simon, quien refirió a matemáticas de su entorno que desmienten los hechos. “Es más, esas mujeres se sienten muy ofendidas por esta exposición mediática, ya que además de atacar a la comunidad, ataca especialmente a las mujeres porque podría dar lugar a pensar que aquellas que progresan en su carrera habrían cedido a alguna forma de acoso”, afirmó.
Simon dijo tener un “muy buen concepto” sobre Sambarino, al igual que la decana de Ciencias, Mónica Marín. Ambas lo elogiaron como investigador, matemático y persona. También el exrector Roberto Markarian afirmó que su opinión sobre el profesor denunciado es “excelente”.
Algunos de los académicos citados por la defensa de Sambarino negaron la presencia de alcohol o drogas en las salidas con los estudiantes. Otros dijeron que había alcohol pero que nadie era “presionado” a tomar, y que no era ofrecido por los docentes, sino que se trataba de reuniones “lluvia” donde todos aportaban. Un docente dijo que en las reuniones en su casa ofrecía whisky pero en cantidades “razonables”.
Varios rechazaron que se denomine a estos encuentros “fiestas”, ya que se trataba de “asados” o “reuniones de amigos”, lejos de un “ambiente de boliche”.
Algunos cuestionaron la conducta de la denunciante. La profesora Mariana Haim, por ejemplo, señaló que se “vestía de cierta manera” y “estaba muy pendiente de quedar bien con los varones del grupo”. Haim y otros aseguraron que en las reuniones “no había cocaína ni presión para tomar alcohol”.
El propio Sambarino sostuvo que Da Luz exhibía “excesiva confianza y cercanía” hacia él, pero que él marcaba una “distancia adecuada” y de “respeto”.
Mientras la mayoría de los académicos citados por la defensa minimizaron o negaron lo denunciado, profesores y estudiantes agremiados aseguraron que las prácticas relatadas por Da Luz y otras matemáticas son un problema institucional y cultural extendido en la Udelar.
En una declaración difundida el martes 5, los estudiantes agremiados de la facultad expresaron: “Nos consta la existencia de otras faltas y vulneraciones de derechos entre los integrantes de nuestra comunidad académica”.
A su vez el gremio de docentes reclamó mayores “medidas institucionales frente a casos probados de acoso sexual”.
“Este proceso de denuncia no es el único ni es un hecho aislado”, señalaron desde la Comisión Abierta de Equidad y Género de la facultad e invitaron a “ocupar las barras” del consejo este jueves.
Mientras que desde la Red temática de Género de la Udelar expresaron: “De no aprobarse una sanción acorde con el hecho, se estaría dando una respuesta injusta ante un caso concreto de abuso de poder, estableciendo un precedente que desalienta eventuales futuras denuncias, a la vez que envía el mensaje de que el acoso es, en definitiva, algo tolerable en el ámbito de la Udelar”.