Mejoras en material rodante permitieron a AFE frenar la caída de las cargas, aunque tuvo uno de los peores años de su historia

La recuperación al final del año se alcanzó gracias a una mejoría en los niveles de disponibilidad de material rodante (locomotoras y vagones) y una redistribución del personal que propusieron las Gerencias de la empresa. Fierro y la presidenta de AFE, Carmen Melo, consideran que las perspectivas son “optimistas”, ya que en el mediano plazo quedarán prontas obras en vías que permitirán recuperar cargas y recibirán un préstamo de la Corporación Andina de Fomento (CAF) para la adquisición de nueva maquinaria.

A lo largo del año, la carga transportada por AFE había disminuido todos los meses respecto a lo registrado el año anterior, menos en marzo, cuando lo superó en 193 toneladas.

En octubre, tras siete meses de caída consecutivos, AFE quebró la tendencia. En ese mes transportó 83.151 toneladas, 4.553 más que en octubre de 2013. La mejoría se sostuvo en noviembre y diciembre, cuando la actividad fue 161 toneladas y 7.550 toneladas superior a la del año anterior, respectivamente.

Así, logró cerrar el año con 880.584 toneladas transportadas, aunque de todos modos el tráfico fue 129.721 toneladas menor que el de 2013. El clínker, la piedra caliza, el combustible, el cemento, el arroz y la madera fueron las principales cargas de la empresa a lo largo del año.

El nivel más bajo de movimiento de AFE fue en 1972, cuando movió cerca de 750.000 toneladas. En 1985 el movimiento fue apenas superior a ese. El tercer peor registro histórico del ente se dio en 2002, en plena crisis económica, con un movimiento que pasó por poco las 800.000 toneladas.

“Noticias positivas”.

La mejor la disponibilidad de locomotoras fue clave para mejorar en el último trimestre, según aseguraron a Búsqueda Melo y Fierro. Eso se consiguió gracias a una reorganización del personal y un convenio firmado con trabajadores de la empresa para hacer las tareas de mantenimiento en una locomotora.

“De tener un promedio de seis locomotoras General Electric 2000 disponibles pasamos a tener ocho. Eso sacó el tema de la disponibilidad como un problema”, detalló Fierro.

A mediados de diciembre, AFE recibió otra buena noticia que le permitirá impulsar una renovación de su material rodante. Por esos días, CAF comunicó la aprobación de un préstamo de U$S 45 millones para Servicios Logísticos Ferroviarios (SLF), la sociedad anónima integrada por AFE y la Corporación Nacional para el Desarrollo que creó el gobierno para que pase a ocuparse de la operativa ferroviaria.

“La nueva operadora ferroviaria tiene la responsabilidad de ejecutar un proyecto cuyo principal objetivo es recuperar el uso del ferrocarril para el transporte de carga, invirtiendo en la compra de material rodante y en un plan de rehabilitación de locomotoras y vagones, incorporación de tecnologías para planificación y control, entre otros aspectos. Además, deberá destinar parte del préstamo para el acondicionamiento de talleres, remesas y estaciones de ferrocarril, al tiempo que desarrollará un plan de fortalecimiento institucional”, resume un comunicado difundido por CAF.

En paralelo, AFE comenzó a realizar intervenciones en cuatro tramos de la línea a Río Branco para mejorar el estado de las vías. Uno de ellos es el puente Tacuarí, que por su deterioro quedó inhabilitado en 2013.

Melo informó que para fines de febrero el puente volverá a quedar operativo. Eso permitirá volver a captar cargas de arroz de las empresas Samán y Casarone.

“Esa obra es importante porque la línea a Río Branco tiene un potencial importante en cargas”, valoró Fierro.

Melo recordó además que están en curso obras de refacción en la línea a Rivera con financiamiento del Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur (Focem). A través del mismo organismo, en 2015 comenzarán las obras de reacondicionamiento en el tramo Piedra Sola-Salto Grande.

“Las noticias no son espectaculares pero son positivas”, resumió Fierro.

“Perfil preventivo”.

Más allá de las mejoras que logró AFE en la disponibilidad de material rodante a través de medidas puntuales, la empresa aspira a mejorar sus procesos con un “perfil preventivo”. Para eso, Melo contó que iniciaron contactos con la casa matriz de General Electric.

Según dijo, uno de los objetivos es dejar las locomotoras General Electric 2000 en un estado “lo más parecido posible” al del momento en que se compraron. Para eso le pidieron un diagnóstico al fabricante y presupuesto.

“Vino un técnico que hizo un trabajo muy fino y profesional. Revisó toda la flota de General Electric e hizo un documento con recomendaciones de determinadas cosas para hacer que no se han hecho y algunas que encontró mal”, añadió Fierro.

Según el jerarca, el especialista de General Electric “se sorprendió fuertemente de que no hubiera registros escritos de determinadas intervenciones” que se habían hecho en las máquinas. “Es una cosa que no ocurre ni en el taller mecánico del barrio”, sostuvo Fierro.

Aunque considera que las medidas tomadas en los últimos meses dieron resultados, Fierro cree que es necesario “sistematizar” los procesos de mantenimiento, hacer “intervenciones más a fondo” y “con un perfil preventivo”.

“Reponer los componentes que pueden estar en riesgo de fallar antes de que fallen. Eso se estudia, se analiza y se corrige antes, no después. Nosotros estamos muy sujetos al trabajo en torno a la rotura, lo cual es una práctica absolutamente costosa”, analizó.

En el mismo sentido, Melo reconoció que “hay problemas de gestión importantes” en los que están trabajando pero que lleva su tiempo afianzar porque se arrastran años de inacción. “Venimos haciendo ajustes de gestión que han sido importantes. Cuando vos instalás la desidia estás diciendo ‘bueno, que cada uno haga lo que quiera y lo que pueda’. Esa ha sido la política que se llevó adelante durante muchos años y trae sus problemas”, señaló.

Como otro ejemplo de esa misma realidad, contó que AFE no conoce con exactitud su patrimonio por la cantidad de propiedades que tiene desperdigadas por el país. Para conocer sus activos con certeza, AFE firmó un convenio con la Fundación Ricaldoni.

“Este fue un barco sin rumbo durante muchos años”, afirmó.

Transición.

En 2015, AFE se propone traspasar definitivamente la operativa ferroviaria a SLF, la empresa que fue creada con ese cometido pero hasta ahora solo cuenta con cuatro funcionarios. Melo contó que para encabezar ese proceso conformaron un equipo de trabajo con gerentes de AFE y los responsables de SLF, a los que encomendaron “el diseño y la puesta en funcionamiento de la nueva operadora”. Entre otras tareas, deberán hacer el diseño de la empresa, de los cargos, y fijar los salarios a percibir por los empleados.

Melo aspira a que para el primer semestre el equipo de trabajo ya tenga “resultados concretos” en el diseño y algunos llamados a empleados. Espera que para fin de año SLF ya esté a cargo de la operativa de carga.

De todos modos, dijo que es partidaria de tomarse el tiempo que requiera. “Tenemos que convencer a los empleados de AFE y capaz que por apurarnos perdemos”, dijo.