“Lo primero es que haya responsables administrativos por facultad que muevan los trámites; y lo segundo es convencer a los servicios de que la validación de materias ‘bolilla a bolilla’ es anticuada, y que revalidar en base a créditos es crucial”, afirmó.
Markarian también dijo estar al tanto del expediente de “la estudiante mexicana con título de la UNAM”. “Ella (por España) saltó y, en términos de la protesta, tiene razón”.
“Yo me ocupé al detalle de ver qué pasa en la Facultad de Derecho, que tiene un sistema de revalidación de títulos que es precisamente el que vamos a eliminar, en el que cada expediente va circulando por todos los institutos en un proceso que no termina nunca y no hay responsables”, afirmó.
El rector precisó que existen diferencias en el proceso de revalidación de títulos entre los distintos servicios, que hay carreras donde el trámite es más difícil, y en parte eso se debe a las especificidades locales —como en el caso de abogacía—, y también a las trabas institucionales de las distintas facultades.
Titulados y aspirantes.
La mayoría de los migrantes que revalidaron sus títulos en 2017 son venezolanos (66 en total), luego están los retornados uruguayos (64) y algo más lejos los argentinos (37), cubanos (28), ecuatorianos (17), brasileños (11), españoles, chilenos y bolivianos (10). En total se revalidaron 286 títulos, según información facilitada a Búsqueda por el Departamento de Bedelía General de la Udelar.
A la cabeza de los servicios universitarios que emitieron más reválidas en 2017 está Medicina, con un total de 112. Le siguen Ingeniería con 34, Psicología (26), Química (19) y Enfermería (17).
En los registros oficiales de 2014 a la fecha aparecen 74 paquistaníes con títulos revalidados. Según el rector de la Udelar —encargado de firmar todos los expedientes— son profesionales que estudiaron medicina en Cuba y desde allí llegaron a Uruguay (Búsqueda Nº 1.916).
La mayoría de quienes lograron revalidar sus títulos desde 2014 a la fecha son de nacionalidad uruguaya (330), seguida por la argentina (145) y la venezolana (127).
En los últimos cuatro años fueron revalidados un total de 1.226 títulos: 239 en 2014, 276 en 2015, 325 en 2016 y 286 en 2017. El servicio universitario que más reválidas emitió fue Medicina, con 491 títulos.
Fuentes de la Udelar dijeron a Búsqueda que existen entre 300 y 500 trámites “trancados”.
“Que hay tardanza en unos cuantos casos es cierto. Que hay situaciones desesperantes e injustificables, estamos de acuerdo. Que estamos corrigiéndolo rápidamente, vista la arremetida que hubo, también”, aseguró Markarian, que desconoce el número exacto de trámites en curso.
El rector adjudicó esa tardanza a “un tema de agilidad administrativa y de recursos humanos”. Y añadió que, a diferencia de otros países donde de estos trámites se ocupa el Ministerio de Educación, en Uruguay la responsabilidad normativa recae toda sobre la Udelar.
Historias tristes.
Cuando se le pregunta qué es o a qué se dedica, España contesta con amarga ironía: “Una estudiosa del Derecho desde hace 15 años, aspirante al grado de doctora en Derechos Humanos. Y, sobre todo, una necia que se resiste a que la Universidad, con una historia y trayectoria como la Udelar, le dé la espalda”.
España —que terminó su carrera profesional en México en 2009, y cuenta con varios posgrados— dijo a Búsqueda que al dar a conocer su caso apunta a “repensar una política migratoria seria, con mecanismos que faciliten o, por lo menos, no obstaculicen” la reválida de títulos a extranjeros.
“Se trata de un tema estructural vinculado a cómo Uruguay, con un discurso políticamente abierto a las migraciones, y aun recibiendo migrantes calificados, enfrenta una situación que lo interpela”, dijo.
Relató que las dificultades institucionales empiezan “en el momento de presentar los documentos en los mármoles de 18 de Julio”, superada la burocracia del país de origen.
En su proceso de revalidación, España tampoco tiene derecho a inscribirse como alumna hasta que el Consejo la habilite. “No hay plazos ni trámites transparentes ni garantías, lo que termina lesionando el derecho al trabajo, entre otros. Son las reglas de la casa”. Mientras, agregó, pueden pasar meses o años.
“Tampoco se trata de desnudar una mala práctica de la Udelar ni de hacer quedar mal a alguien, sino de, a partir de este expediente y de otras historias tristes de personas que no pueden ejercer su carrera en Uruguay, resolver de una vez el problema”, dijo.
Añadió que “la mayoría de los títulos que se buscan revalidar no provienen de universidades anónimas o desconocidas —como las llamadas ‘patito’ o ‘truchas’—, sino de instituciones reconocidas con historia en común”.
“El corporativismo profesional parece rechazar el capital humano que proviene del exterior”, dijo España, y adjudicó a “la desidia de muchos docentes y funcionarios” que “una gran cantidad de expedientes reposen en cajones o queden arrumbados en escritorios durante años”.
Inercia institucional.
El decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administración, Rodrigo Arim, retomó el tema en su columna Reconocimiento de títulos universitarios en Uruguay: la imperiosa necesidad de avanzar, publicada en La Diaria dos días después del artículo firmado por España.
“España señala con mucha claridad el problema, aunque generaliza, porque no todos los servicios están en la misma situación”, dijo Arim a Búsqueda. “Que hay un nivel de demora en los trámites que no es razonable y que eso determina que muchos migrantes sientan frustración por no poder ejercer su profesión en Uruguay es resultado de una inercia institucional”.
Aunque destacó la reacción de la Udelar para acelerar los procesos, Arim precisó que “no hay pasos normativos que ubiquen responsabilidades claras de las órganos” ni “plazos perentorios y transparentes” para el aspirante.
Economía recibió solo una solicitud de reválida en 2010, pero en 2017 las solicitudes de extranjeros fueron más de medio centenar. Hoy es habitual que el Consejo de Facultad reciba entre dos o tres solicitudes por semana, y en ellas el peso de los migrantes venezolanos es grande.
Ya en 2015 el decano detectó que el tiempo de trámite de algunos de esos expedientes era excesivo, contándose en ocasiones en años.
Arim propuso generalizar “la emisión de un juicio de reconocimiento al valor universitario”. Sostuvo que esta posibilidad existe hoy, pero solo cuando no hay ofertas comparables entre extranjeras y locales. “Generalizar este mecanismo permite integrar al migrante a la institución, acotar los tiempos y acreditar el carácter de profesional”, mientras se resuelve el trámite original de reválida.
El decano opinó que el marco normativo actual fue diseñado para otro país y otra Universidad y que, en definitiva, este problema es parte de la idiosincrasia uruguaya. Como concluyó en su columna en La Diaria: “Acostumbrados a nuestra dimensión aldeana y a cambios lentos, nuestra capacidad de respuesta institucional como país y como Universidad no siempre es la adecuada”.
Información Nacional
2018-03-22T00:00:00
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