Mientras una flota china avanza en el Atlántico Sur, senadores argentinos cuestionan el rol de Montevideo en la pesca ilegal

REDACCIÓN  

Argentina recibió la semana pasada el tercero de cuatro patrulleros oceánicos que compró a Francia en 2020, un tipo de buque que le permitió aumentar la capacidad operativa de su Armada y mejorar el control marítimo de su jurisdicción. Uno de ellos, denominado Bouchard, se encuentra en este momento en la boca oriental del estrecho de Magallanes para monitorear el paso por el mar argentino de una inmensa flota pesquera. Se trata de más de 300 barcos chinos que se están movilizando desde noviembre provenientes de Perú. Argentina vigila su recorrido para asegurarse que se ubiquen fuera de la milla 200, la distancia hasta donde se extiende su zona económica exclusiva.

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