Montevideo duplicó el presupuesto en policlínicas y las consultas crecieron 60% desde 2021

La jerarca explicó que esta administración “tomó la decisión política” de ubicar a la salud como un eje prioritario dentro del plan ABC. Esa prioridad se observa en la estructura de gastos de la comuna en la que se empezó a observar “un desarrollo muy fuerte en términos de policlínicas, de fondo de medicamentos, la extensión y los policlínicos móviles” explicó tiempo atrás el director de Recursos Financieros, Mauricio Zunino ( Búsqueda Nº 2248).

“La atención de salud que los distintos niveles del Estado dan, que ponen el centro en el derecho a la salud de las personas y no en la salud como un lucro, implica también entender que la salud que brindamos tiene que ser una prestación de calidad. Que tenga los insumos necesarios para resolver los problemas, tener equipos calificados, tener condiciones edilicias adecuadas para trabajar”, afirmó Cardozo. Con las mejoras implementadas, continuó, la intendencia buscó “romper con la idea que hay de que lo público es igual a lo precario”, explicó.

“Que los techos no se goteen, que haya balanzas pediátricas que midan bien, que haya insumos para medir la agudeza visual de los niños. Que los recursos para atender con calidad se puedan tener y por tanto el primer nivel de atención y las policlínicas puedan resolver más del 80% de los problemas de salud de los usuarios, que es lo que la bibliografía internacional establece”, resumió Cardozo.

Al asumir, las autoridades departamentales hicieron un diagnóstico para saber cuáles eran las debilidades de las policlínicas municipales para la resolución de los problemas de salud que atendían. Muchas de las cuales se vinculaban al hecho de ser un servicio de complementación con ASSE, explicó Cardozo. Es decir, debían resolver problemas que no eran propios sino del prestador de salud integral, como prestar más servicios de interrupción voluntaria del embarazo o una larga lista de espera para acceder a servicios de oftalmología.

Consultada acerca de la cantidad de usuarios que se atienden en las policlínicas municipales, Cardozo afirmó que es un número que ha ido en constante aumento. Sin contar el 2020, un año particular por el inicio de la pandemia, la directora dijo que en 2021 estas atendieron a 42.000 personas, en 2022 a 59.800 y en 2023 a 65.500. De esa manera, hubo de 2021 a 2023 un incremento de 55%. En tanto, la cantidad de consultas también se incrementó: se realizaron 140.000 en 2021, 192.000 en 2022 y 224.000 en 2023. Así, el incremento entre el 2023 y 2021 fue de 60%.

La jerarca atribuye el aumento a diferentes factores, entre ellos, a la extensión de los horarios y los días de atención de las policlínicas municipales, así como a la creación de cinco nuevos policlínicos móviles (hoy son seis en total, dos polivalentes de medicina familiar y enfermería, uno de vacunación y dos odontológicos), a través de los que se busca llegar a más zonas del territorio donde se han ido cerrando policlínicas de ASSE.

“El debilitamiento de atención de ASSE en algunos territorios sobrecargan a nuestras policlínicas, porque hay mucha gente que pasó a atenderse con nosotros”, comentó. Dijo igualmente que las policlínicas municipales utilizan sistemas informáticos de ASSE, por lo que toda la información de los pacientes se encuentra en la misma red para facilitar la comunicación entre los equipos de salud.

Más llegada

En la policlínica odontológica José Pedro Varela, ubicada en la calle Bolivia, atrás del Parque Rivera, también hay mucho movimiento el viernes 2 de febrero en la tarde. Allí la mayoría de los presentes son niños acompañados por sus padres o abuelos. En línea con Cardozo una madre de un niño de unos seis años explica que eligió acudir a la policlínica “del barrio” porque en ASSE “demoraban mucho más”.

Ese argumento se repite al consultar a otras personas. También mencionan a la identificación de la policlínica municipal como un lugar de referencia de atención en la zona. Cardozo también destaca este punto y explica que el perfil de los usuarios “es muy territorial”. Igualmente agrega que los análisis georreferenciales les muestran que “el radio que abarcan las policlínicas va creciendo un poco año a año”, por lo que deduce que el público que atienden se ha extendido.

De todas las consultas de la red de policlínicas del primer nivel de atención de ASSE en Montevideo, alrededor de un 20% son realizadas por las policlínicas municipales de la intendencia, y la atención de ese porcentaje de usuarios, se realiza en un 95% con recursos departamentales. “Lo que pone ASSE dentro de ese 5% son en su mayoría los medicamentos, si bien nosotros también tuvimos que destinar parte del presupuesto a la compra de fármacos, algo que no se hacía antes de esta administración”, dijo Cardozo. Atribuyó esta nueva necesidad al aumento de los servicios de sus policlínicas y al suministro “insuficiente” y “complejo” de ASSE de algunos medicamentos, como el utilizado para el tratamiento de la sífilis o la hormonización para personas trans en proceso de reasignación de género.

“La atención que brindamos tiene que abarcar cada vez más, porque para dar respuesta necesitamos generar esos recursos”, enfatizó la jerarca. Se refirió, por ejemplo, a las dificultades que existen en el área de la salud mental, para lo cual la intendencia debió reforzar el personal dedicado a la psicología y al trabajo social en las policlínicas. Incluso creó el Espacio Contás para la atención de salud mental dirigida a adolescentes, que ya atendió desde su apertura en setiembre a más de 300 jóvenes y es abierta a cualquier persona, independientemente de su prestador de salud (al igual que los testeos de sífilis y VIH).