Paraguay y Argentina discrepan en la propuesta de flexibilizar el Mercosur y piden separar la discusión sobre aranceles

REDACCIÓN  
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En el gobierno transmitieron optimismo con el resultado del primer round. El motivo principal es que Uruguay presentó su propuesta de flexibilizar la agenda exterior del Mercosur con el respaldo explícito de Brasil, el socio mayor del barrio. Sin embargo, la idea más ambiciosa que incluyó el gobierno de Luis Lacalle Pou en su borrador no tiene chance de mantenerse en pie al final de la discusión.

Es que tanto Argentina como Paraguay están en desacuerdo con que un socio del bloque pueda negociar acuerdos con terceros sin autorización del resto, algo que en la Cancillería tenían como una “hipótesis de máxima” muy difícil de conseguir.

La diplomacia uruguaya deberá enfrentar otro escollo para llevar adelante su estrategia y mantener de su lado el apoyo de Brasil. En su borrador de decisión, presentada el lunes 26 en la reunión extraordinaria del Consejo de Mercado Común (CMC), Uruguay incluyó, además de los aspectos vinculados a la flexibilización, artículos que aprueban una rebaja del Arancel Externo Común (AEC), un planteo impulsado por el gobierno de Jair Bolsonaro.

A diferencia de lo que opina Uruguay, paraguayos y argentinos están en contra de discutir en el mismo documento la flexibilización y los cambios en el AEC porque consideran que son temas que no necesariamente van ligados, dijeron a Búsqueda fuentes oficiales de los dos gobiernos.

Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS

Un plan

El domingo por la tarde, varios jerarcas del servicio diplomático paraguayo tuvieron una reunión que no estaba en la agenda. El viernes a última hora Uruguay había enviado a los socios del Mercosur su propuesta de flexibilizar el bloque y en Asunción querían analizar el documento antes de la reunión del lunes.

El proyecto de decisión propuesto, cuyo contenido fue adelantado por Búsqueda, establece que este semestre el CMC deberá aprobar un Plan de Negociaciones Externas con “prioridades, objetivos y plazos a los efectos de acelerar y mejorar el acceso preferencial de la oferta exportable de los Estados partes en terceros mercados”.

Divide ese plan en cuatro áreas a contemplar. En la primera están las negociaciones que pueden cerrar en el semestre y que requieren su posterior firma y ratificación, como la de la Unión Europea. En el otro extremo del plan estarían “países o grupo de países respecto a los cuales interesa iniciar contactos para corroborar su interés en negociar acuerdos con el Mercosur: Estados Unidos, China, Japón, Reino Unido, India, Unión Económica Euroasiática, Consejo de Cooperación del Golfo, Turquía, Nigeria, Tailandia y Malasia”.

El proyecto que elaboraron Cancillería y Economía en línea directa con Brasil establece vías para no obstaculizar los “avances” de las negociaciones conjuntas entre “dos o más Estados partes llevadas a cabo por el Mercosur con terceros países”.

Pero además de dar esas posibilidades, el proyecto de decisión planteado por Uruguay le permite a un país negociar con terceros no incluidos en el plan, la hipótesis de máxima del gobierno.

El artículo 8 establece que “si la prioridad asignada o la no inclusión en el Plan de Negociaciones Externas de un tercer país o grupo de países no resultara satisfactoria para uno, dos o tres Estados partes, dichos Estados partes podrán iniciar las negociaciones de preferencias arancelarias con esas contrapartes, ya sea en forma grupal o individualmente”.

El segundo inciso del artículo establece que los países que sigan ese camino de negociación individual deberán informar al Grupo de Mercado Común, aunque sea después de comenzado, y mantenerlo al tanto del progreso de las conversaciones. El artículo siguiente del proyecto uruguayo refuerza la posibilidad de negociar de manera individual. Dice que, si el Plan de Negociaciones Externas “no se aprobara en el primer semestre del 2021, los Estados partes que lo consideren conveniente podrán iniciar negociaciones de acuerdo al mecanismo previsto en el artículo 7º de la presente decisión”.

Si un país logra un acuerdo de preferencias arancelarias con terceros de manera individual y eso supone otorgar concesiones superiores a las que tienen los socios del Mercosur, “las mismas se extenderán de forma automática a los demás” Estados parte, dice el artículo 10º del borrador.

En cuanto a la posible baja del arancel, el proyecto de Uruguay prevé “aprobar las modificaciones al Arancel Externo Común que se incluyen como anexo y forman parte de esta decisión”. Además, instruye al Grupo Mercado Común a que “continúe evaluando” nuevas “alternativas para perfeccionar y revisar el AEC”.

Bajar el 8

Horas después de la tensa reunión entre los ministros de Relaciones Exteriores y Economía de los cuatro países, Francisco Bustillo y Azucena Arbeleche expresaron satisfacción con los resultados iniciales. Evaluaron como muy positivo haber tenido el apoyo de Brasil, el hecho de que se logró “instalar el tema” de la flexibilización y que se haya fijado una nueva reunión en mayo.

El viernes habrá un primer encuentro entre los coordinadores del Grupo de Mercado Común para analizar el documento. El proyecto de decisión que se presentó es “una muy buena propuesta”, aunque “es perfectible”, dijo Bustillo. Y añadió que para el gobierno la flexibilización y la baja del AEC deben ir de la mano, por eso estaban en el mismo texto.

En la Cancillería intentarán ahora mantener la sintonía con el gobierno de Bolsonaro y que, a la hora de negociar, haya apertura de retirar el artículo 8 del borrador, su objetivo más ambicioso, dijeron a Búsqueda fuentes de esa secretaría de Estado.

Brasil parece seguir al firme con las dos propuestas, según surge de las declaraciones que dio el secretario de Comercio Exterior del Ministerio de Economía, Roberto Fendt, a Estadão. “El Mercosur se está hundiendo, no nos queremos hundir con él”, dijo, aunque aclaró que no están pensando en salir del bloque.

Aunque con distintos énfasis, en los últimos días académicos uruguayos como Ignacio Bartesaghi, Nicolás Albertoni, Marcell Vaillant y Marcos Soto destacaron el empuje que ha dado el gobierno de Lacalle Pou en el Mercosur. El economista Javier de Haedo dijo que hay que aprovechar la apertura de Brasil, que asumirá la presidencia del bloque en julio.

Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS

“Los textos fundacionales”

“Con apoyo total de Brasil, la propuesta de Uruguay sobre flexibilización y arancel externo común ingresa formalmente al Mercosur”, tuiteó la Cancillería pasadas las 16 horas del lunes.

En Asunción tomaron nota de las declaraciones uruguayas. “Leímos las declaraciones de Uruguay, que cuenta con el apoyo total de Brasil. ¿Los otros dos países no son importantes o no tienen derecho a voto? Nosotros reivindicamos que tenemos derecho al voto”, dijo a Búsqueda el viceministro de Relaciones Económicas e Integración de Paraguay, Raúl Cano Ricciardi. Y añadió: “Leí las declaraciones de Lacalle Pou de que aunque ganemos la votación 3 a 1 perdemos. ¿Por qué ‘perdemos’? Porque las determinaciones se toman por consenso, ¿verdad? Y tenemos que escuchar a todos, tener receptividad, usar la empatía, analizar las debilidades, las sensibilidades de cada uno de los Estados partes”.

El diplomático sostuvo que a su país no le sorprendió la propuesta porque iba en línea con lo que venían anunciando las autoridades uruguayas. Por lo tanto, añadió, tampoco debe sorprender que Paraguay se oponga al contenido del borrador, en particular al artículo 8.

“La flexibilidad ataca los textos fundacionales del Mercosur, particularmente el Protocolo de Ouro Preto”, dijo Cano Ricciardi. Su país está en contra de que los socios puedan negociar de manera separada, algo que había adelantado incluso antes de la reunión del lunes 26 (Búsqueda Nº 2.118).

En cuanto al artículo del borrador que establece que si un país alcanza un acuerdo con terceros las preferencias que le otorgue se harán “extensivas” automáticamente a los socios del Mercosur, Cano Ricciardi dijo que eso ya está previsto en los tratados, pero no siempre se cumple. “El Paraguay nunca pudo lograr la extensión automática de las preferencias, porque si fuera así no tendríamos que pagar el arancel que dejan de pagar los mexicanos” cuando acordaron con Uruguay, ejemplificó.

El diplomático sostuvo que su país está de acuerdo con la creación de un plan de negociaciones, pero aseguró que eso en alguna medida ya existe. “Siempre acordamos un plan, porque las negociaciones externas se hacen siempre con base en consensos”, explicó Cano Ricciardi.

Argentina comparte la mirada crítica de Paraguay sobre el artículo 8 que presentó Uruguay. En una entrevista con Búsqueda el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme, dijo que aprobar esa idea implicaría destruir el Mercosur. Añadió que eliminar el polémico artículo tampoco aseguraría el apoyo de su país a la propuesta.

Otro punto que comparten argentinos y paraguayos en la discusión es su oposición a discutir la flexibilización y la rebaja del AEC en conjunto.

“Entendemos que tienen que correr por cuerdas separadas, una cosa es la revisión del AEC, que tiene al menos tres años de discusión, y otra cosa es la flexibilización”, dijo Cano Ricciardi. En cuanto a los aranceles, Paraguay aseguró que no tiene mayores problemas en apoyar la propuesta de Brasil o la que se alcance a partir de la contraoferta argentina.

“Son dos temas distintos, porque podemos estar de acuerdo en bajar o mantener el arancel y podemos estar de acuerdo en relacionarnos con el mundo de una u otra manera, no hay una conexión directa entre ambos”, opinó Neme.

Los dos diplomáticos aseguraron que sus países, más allá de esas diferencias amplias, están dispuestos a negociar para intentar alcanzar acuerdos.

Información Nacional
2021-04-29T00:53:00