Presidenta de Ancap dice que cumplió con una gestión despojada de ideología, y que logró resultados y eficiencias “a la uruguaya”

Cree que hizo lo que le pidió el presidente Tabaré Vázquez cuando, en 2016, sin conocerla ni preguntarle a quién votaba —recuerda—, le planteó si podía hacerse cargo de Ancap “como una empresa”. Por eso, para saludarlo con la “casa en orden”, Jara visitó brevemente al mandatario el lunes 22.

Otros de los negocios relevantes de Ancap son las plantas de Alur, en Bella Unión, y de portland, en Lavalleja (Minas) y Paysandú, por ejemplo, donde a su juicio también se hicieron “avances que nadie creía que iban a ser posibles”.

E insistió: “Hay un consenso generalizado de que hay aspectos sociales que no se van a desestimar. Todo eso se sopesa y está bien que así sea. En Bella Unión se logró reducir el litro que recibimos de bioetanol en el orden del 25%. Creo que no debe haber vacas sagradas, y todo se debe volver a pensar y revisar. Y eso, se puede hacer de forma constructiva, si hay confianza. Se lograron muchos avances en eficiencia, pero a la uruguaya”. Añadió: “Acá no se patean los tableros, y esa es la forma. Es el contrato social que tenemos y lo importante es ir desmitificando, poniendo números en la mesa, viendo cuánto nos cuestan las decisiones que tomamos, socializándolas y teniendo debates honestos con todos los intereses en la mesa”.

En cuanto a la producción de cemento portland, el segundo negocio en magnitud para Ancap, apuntó que a pesar de haber reducido las pérdidas históricas “hay que reconocer que no es suficiente y sigue siendo una pérdida”.

Alegó que el “futuro del portland involucra decisiones que se toman más allá de Ancap y es una discusión que se debe a la sociedad y habrá que buscar los equilibrios en lo económico, social y ambiental”. A su juicio, hay que “sopesar muchas cosas: ¿Cuánto implica para la sociedad uruguaya tener un cemento tan caro? Hablamos de la comparación entre los combustibles, ¿pero alguien hace la comparación del portland? Hay diferencias grandes entre los mercados, hoy se puede importar, y hay una empresa que lo hace. ¿Es un objetivo estratégico que Ancap tenga portland si el suministro está asegurado? Hay que ver cuál es el consenso social”.

Como parte de su autoevaluación, Jara destacó el manejo de las finanzas de Ancap como algo que “definió de verdad este período”. Dijo que “hubo que remar muchísimo para llegar a la normalidad”, lo que implicó “gerenciar las disponibilidades y los créditos como un grupo, para reducir los costos financieros, recomponer el patrimonio y realizar reportes en tiempo y forma con transparencia en la gestión”.

Transición

Luego de mencionar decisiones que atravesaron a toda la organización, como las medidas de seguridad, salud ocupacional y medio ambiente, y otras que apuntaron desde lo estratégico a concentrar los recursos de gestión de Ancap, deseó que “no haya vuelta atrás”.

“Quien venga tiene el derecho y la obligación de revisar las decisiones que no estén comprometidas, ajustar los tiempos, los alcances y si los proyectos tienen mérito, seguirán adelante. Todos valen la pena y tienen que poder seguir, si se alinean con una gestión que no está basada en lo ideológico o político; tienen sentido de hacerse porque redundan en beneficios que se pueden documentar, explicar y con expectativas basadas en una racionalidad”, justificó.

Como su “lealtad está con Ancap”, dijo, pretende que las nuevas designaciones para integrar el próximo Directorio del ente sigan un criterio de “combinar la confianza y la visión estratégica con competencias relevantes para la industria”.