En algunos establecimientos rurales del campo uruguayo, productores y trabajadores acostumbran colgar sus teléfonos móviles en lo alto de la rama de un árbol o en otro sitio elevado, para que por lo menos les lleguen mensajes.
En algunos establecimientos rurales del campo uruguayo, productores y trabajadores acostumbran colgar sus teléfonos móviles en lo alto de la rama de un árbol o en otro sitio elevado, para que por lo menos les lleguen mensajes.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáPese a la masificación de medios de comunicación, como la telefonía celular e Internet, los productores ganaderos prefieren guiarse por “su intuición” o por lo que recomiendan otros colegas vecinos a la hora de tomar decisiones en cuanto a la adopción de tecnologías que permitan mejorar su producción.
“Al consultar a los productores sobre las vi´as principales de informacio´n a las que recurren, la mayori´a menciono´ que se basan en su propia intuicio´n para tomar decisiones”.
Así lo señala un trabajo elaborado en 2015 por los técnicos del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Horacio Saravia y Raúl Gómez, publicado en la revista “Agrociencia” de la Facultad de Agronomía en su edición de junio.
Indica además en uno de los resultados que “la otra alternativa que aparece destacada entre los productores son sus propios vecinos u otros productores”. “La mitad de ellos la menciona como una forma efectiva para obtener informacio´n de intere´s”, agrega.
Con el objetivo de identificar alternativas tecnológicas disponibles en Uruguay para la ganadería de cría y conocer más profundamente las causas de la existencia de una brecha entre la oferta tecnológica y su adopción, ese trabajo incluyó una encuesta con ganaderos de la zona de las sierras del Este, que comprende parte de los departamentos de Cerro Largo, Treinta y Tres, Lavalleja, Rocha y Maldonado, ocupando un área de 1.828.000 hectáreas.
El tema abordado en el artículo es el de las tecnologías en sistemas ganaderos criadores de las sierras del Este: oferta disponible y toma de decisiones tecnológicas en el predio.
Los técnicos lograron detectar las causas que han estado limitando una mayor incorporación tecnológica en sistemas ganaderos de cría, poniendo foco en una región ganadera específica.
Destacaron la “actitud positiva” de los productores con respecto a su sistema de producción, aunque solo 15% de los ganaderos encuestados creen que la producción agropecuaria es “un buen negocio para progresar”, lo que “demuestra que muchas veces la actividad agropecuaria aparece más como un estilo de vida —una manera de ser y de vivir— que como una empresa”.
Según el trabajo, los productores de menor escala “son más cautelosos” debido a su “precaria situación financiera”, que los hace “más vulnerables ante coyunturas desfavorables”, por lo cual dijeron que “prefieren repetir rutinas de trabajo conocidas sin asumir grandes cambios”.
Las redes de información que manejan los ganaderos de la región considerada van de “moderadas a débiles”, advierte el estudio. Describe que los productores “acceden a información” de tipo general y se aprecia una “valoración relativamente baja” sobre el aporte que ella podría hacer para mejorar sus sistemas productivos y su calidad de vida.
“Es reducido el número de productores que concurren con cierta periodicidad a jornadas técnicas, el que recibe asistencia técnica frecuente y el que integra grupos de productores”, dice la investigación.
Respecto a los servicios con que cuentan los ganaderos de las sierras del Este, el estudio muestra que la mayoría de los predios (81%) tienen servicio de energía eléctrica, lo que supone una comodidad básica para que el productor y su familia decidan permanecer viviendo en el lugar.
“Las posibilidades de contar con medios de comunicación han mejorado de manera sustancial con la masificación de la telefonía celular, ya que apenas el 13,6% de los productores no poseen ningún servicio de telefonía, lo que constituye una mejoría muy importante si se compara esta situación con lo que sucedía hace poco más de una década”, dice el documento.
Atendiendo a esa situación, los técnicos plantean que “recurrir a predios de referencia de productores podría ser una estrategia adecuada para promover cambios, ya que los mismos productores los consideran un mecanismo de consulta al cual acuden, constituyendo la fuente externa de información más valorada”.
La radio aparece como otro “medio importante en la zona, aunque evidentemente su uso se delimita a mensajes genéricos con información de poco nivel de elaboración”, consideran.
En cuanto al acceso a Internet de los productores encuestados, los resultados del trabajo indican que casi la cuarta parte de los que explotan predios mayores de 500 hectáreas cuenta con ese servicio, mientras que entre los ganaderos con campos inferiores a esa extensión se reduce a menos de 10%.
Ese es considerado por los técnicos como “un dato importante” al momento de establecer estrategias de llegada de información a productores, considerando una segmentación de públicos en función de la accesibilidad a medios de información.
Los técnicos presumen que ese indicador evolucionará “rápidamente”, teniendo en cuenta tanto la “mayor accesibilidad” operativa y económica para contar con Internet, como el mayor conocimiento sobre su potencial en las nuevas generaciones.
La posibilidad de integrar redes de comunicación con “alta interacción es una condición que permite acceder a información confiable en cantidad y calidad para la toma de decisiones que, eventualmente, permita introducir cambios positivos en el sistema de producción”, según los autores del trabajo.
Los productores manejaron como una “limitante interna” para alcanzar mejores resultados el “individualismo, propio de la actividad ganadera extensiva”, según el estudio.
Una de las opciones planteadas en forma recurrente para paliar los problemas de escala es la posibilidad de asociarse, pero esta alternativa parece cuestionarse en función de los antecedentes: “Muchas veces pasa que no hay unión entre los productores. El individualismo que existe hace que muchas veces no se pueda trabajar con una buena escala (…); es un tema de actitud: hay como una cierta competencia por tratar de hacer mejor negocio que el otro”.
El manejo de la carga del predio aparece como un tema que demanda particular atención. El trabajo recoge el aporte de un productor que parece ser concluyente en este aspecto: “Los campos están con exceso de dotación. Si eso no se arregla, no hay tecnología que valga; allí hay un problema. Esa es la historia de Uruguay. Hay una creencia popular que con más animales se hace más plata y eso es todo lo contrario. Uno se llena de animales, tiene más capital pero no tiene nada de plata en el bolsillo”.
Técnicos vinculados a la ganadería en la zona de estudio plantearon la necesidad de “priorizar en tecnologías ajustadas a la realidad de los campos de la región, realizar mayor cantidad de actividades prácticas en predios, educar al productor para pensar y no imponer una visión productivista”.
Considerando esos aspectos, los técnicos recomendaron “incursionar en un abordaje más amplio del complejo de toma de decisiones, con una visión más integral sobre las limitantes que pudieran estar operando sobre el mismo”.
Sugirieron que “las estrategias más adecuadas para promover cambios positivos en los sistemas ganaderos deberían basarse en una visión acordada entre las organizaciones que operan en la región, apuntando a consolidar formas de organización que permitan mejorar el entramado social, estimulando el trabajo grupal y la promoción de maneras asociativas de encarar respuestas productivas”.
La muestra de productores encuestados, de entre 50 y 2.000 hectáreas, manejaba una media de 479 hectáreas, siendo la mediana de 339 hectáreas; mientras que el tamaño promedio del rodeo vacuno fue de 405 animales y la media de stock ovino de 320, lo que permite establecer que la carga animal de los predios es relativamente alta.
Según la investigación, la edad promedio de los productores es de 55 años y solo el 26% de los titulares tienen menos de 45 años. El 43% de los productores residen en el propio establecimiento y la mano de obra es de perfil familiar; en tanto, en casi la cuarta parte de las situaciones el ingreso extrapredial es más importante que el generado en la propia explotación.