Raffo ve una “ventana de oportunidad” para ganar Montevideo gracias a gestión del gobierno nacional y sus altos porcentajes de aprobación

entrevista de Guillermo Draper y Federico Castillo  

Laura Raffo cree en la energía. Cuando terminó de ordenar sus cosas en la misma oficina desde la que Luis Lacalle Pou condujo la campaña que lo llevó hasta la presidencia, tomó su celular y le escribió un mensaje: “Luis, acá todavía se siente tu vibra”. El edificio sobre la calle Bulevar Artigas, sede del comando de la candidata a intendenta de Montevideo por la coalición multicolor, y testigo de jornadas victoriosas, luce ahora mucho más austero y callado. Acaso un reflejo de esta inusual campaña municipal atravesada por la pandemia y la distancia social. Raffo admite que la pausa obligada y el aplazamiento de las elecciones fue una “oportunidad” para su candidatura, para profundizar en su programa de gobierno y darle su “impronta”. Dice que su “obsesión” es el “Montevideo olvidado”, anuncia un plan de realojamiento de asentamientos que “sale plata”, pero que el gobierno nacional está dispuesto a invertirla con apoyo de organismos internacionales. Destaca que es la única candidata que puede garantizar la coordinación de políticas con el Poder Ejecutivo y asume que se abrió una “ventana de oportunidad” para atraer a frenteamplistas desencantados gracias a los altos índices de aprobación que tiene la gestión de Lacalle Pou. Y subraya un compromiso asumido con el presidente pase lo que pase después de las elecciones: su salto a la política es una apuesta a largo plazo.

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