Reino Unido sigue con “interés” discusión sobre la “flexibilización” del Mercosur, aunque negociar un acuerdo comercial está lejos

REDACCIÓN  
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El Reino Unido presentó esta semana un documento que describe la visión del gobierno británico sobre el papel a escala global de ese país hasta el 2030. Se trata de un plan para la próxima década en política internacional, desarrollo, seguridad y defensa. “Es la revisión más grande desde el fin de la Segunda Guerra Mundial”, explica la embajadora Faye O’Connor.

El documento describe cuáles serán los cinco pilares de la política exterior británica ahora que se concretó su salida de la Unión Europea (UE). Y es a partir de esa estrategia que los diplomáticos como O’Connor deben calibrar sus tareas en los distintos países. La embajadora dice que para Uruguay sus prioridades inmediatas son colaborar en el combate al cambio climático y la respuesta al Covid-19.

En cuanto al aspecto comercial, el trabajo será de más largo plazo. El Reino Unido tiene interés en firmar un acuerdo con el Mercosur, dice O’Connor a Búsqueda, pero en la lista de prioridades hay otros países con los que tiene mayor relación, como Estados Unidos y Australia. Aun así, la diplomática tiene entre sus tareas explorar junto con el gobierno uruguayo qué trabas existen y se pueden eliminar para mejorar el intercambio comercial. Será la primera vez que haya conversaciones comerciales formales entre los dos países, añade.

La embajadora dice que su país sigue con “interés” la discusión que se desarrolla en el ámbito del Mercosur sobre su “flexibilidad” para negociar con terceros. El gobierno uruguayo trabaja en el plano diplomático para que en la cumbre de presidentes, que tendrá lugar a fin de mes, los socios del bloque habiliten que cada Estado miembro pueda negociar acuerdos de manera separada.

—¿Cómo describiría usted el plan anunciado esta semana?

—La revisión es la más grande desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y realmente refleja la realidad, que ha cambiado mucho en los últimos años. Hay cambios en los desafíos que estamos enfrentando, que en el pasado eran bilaterales o más limitados en rango, y ahora son globales. Y el cambio general del contexto: cuáles son los países más grandes, los más poderosos, la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

En este contexto, hay cinco prioridades. No diría que son tan diferentes que las anteriores, pero lo que realmente es diferente es el enfoque más grande en algunos de ellos. La primera prioridad grande es nuestro compromiso de resolver los problemas globales, es una señal de nuestro deseo de tomar el liderazgo global en enfrentar de una manera colaborativa algunos de los desafíos que tenemos en cada país. Los más grandes son cambio climático y Covid. Estamos intentando hacer algunas reformas de la Organización Mundial de la Salud para que podamos enfrentar de una manera mejor estos desafíos y vamos a ser anfitriones de la cumbre de cambio climático de las Naciones Unidas, en noviembre. Nos enfocamos en la importancia de enfrentar este problema domésticamente y también a escala internacional usando el multilateralismo.

Eso está reflejado también en mis prioridades aquí. Mis dos prioridades más grandes para este año son ayudar al país, a los uruguayos con su respuesta al Covid, y el tema del cambio climático. El manejo de la pandemia aquí sigue siendo muy bueno en comparación con la mayoría de los otros países, pero tenemos algunos proyectos técnicos para colaborar en su respuesta efectiva a la pandemia. Obviamente, estuvimos muy involucrados en la creación del Covax, el sistema de vacunación global, con la idea de que todos los países tengan acceso a la vacuna sin tener en consideración sus recursos, geografías o habilidades científicas. Seguimos respaldándolo bastante y parece que la vacuna más usada en Covax probablemente sea la de AstraZeneca, porque es la más efectiva en relación a su costo. Y también es mi prioridad para Uruguay este año el tema del cambio climático. La creación del Ministerio de Ambiente tuvo lugar apenas llegué al país y eso significa que podemos empezar a trabajar conjuntamente. Vemos que el gobierno uruguayo está muy comprometido con el tema.

—Usted hablaba de un cambio de época y el documento menciona la emergencia de China como un jugador global, país que tiene una mirada distinta a la de Occidente en algunos temas. La revisión habla de fomentar la democracia en el mundo. ¿No es una idea que suena pasada de moda?

—Es cierto que la tercera prioridad de la revisión integrada es ser una fuerza positiva en el mundo. Y eso está totalmente relacionado con la democracia, con los derechos humanos. Yo voy a enfocarme en la promoción de la igualdad de género.

Está escrito en la revisión que parte de nuestro cambio de posición tiene que ver con el cambio de importancia de diferentes países como China. Y por eso vamos a hacer esta gira hacia el Indo-Pacífico para enfocarnos más no solamente en China, sino también en India y otros países de la región. La relación con China es importante, claro. Es importante que tengamos una relación cercana, estrecha, con los chinos en las áreas que podemos tener beneficios mutuos como los de comercio. Muchas veces en la diplomacia, los periodistas y la gente habla de si un país está con un país o contra un país, y esa no es nuestra política: nosotros no estamos ni con ni contra un país. En el contexto de China, eso significa que vamos a seguir trabajando conjuntamente en las áreas en las que podemos trabajar, que son de interés mutuo, y en las áreas en las que no estamos de acuerdo tenemos que encontrar la manera de manejar bien esos desacuerdos.

—En el Financial Times, el comisario de comercio para América Latina y el Caribe, Jonathan Knott, dijo que uno de sus objetivos era mejorar el intercambio comercial con la región, que hoy es muy bajo. ¿Cómo se puede revertir esa situación?

—Él tiene toda la razón. Es algo que he conversado bastante con algunos contactos aquí. Eso tiene que ver con nuestra salida de la Unión Europea, en este contexto obviamente nos interesan aún más nuestras relaciones con terceros países. Para muchos de mis colegas embajadores de la región nos parece que las oportunidades aquí son muy grandes y tenemos que aprovecharlas. Un aspecto de eso es empezar a intensificar el trabajo hacia un tratado de libre comercio en el futuro entre el Reino Unido y el Mercosur. Estamos muy comprometidos con eso. Obviamente, tenemos otras prioridades ahora, como los Estados Unidos y Australia, pero el Mercosur está en nuestra trayectoria.

Mientras tanto hay avances que podemos buscar. Por ejemplo, tenemos planes para empezar a tener conversaciones con más frecuencias y más estructuradas con las autoridades de Uruguay para ver cuáles son los problemas entre los países, cuáles son las barreras de acceso al mercado, cuáles cosas queremos resolver o incluir en un eventual tratado. Sabemos que AstraZeneca tiene un hub logístico aquí para proveer a la región y, para mí, es un punto muy interesante para Uruguay —que sé que están explorando—, esta idea de que sea una puerta de entrada a la región. Sabemos que muchas empresas piensan primero en el tamaño del mercado y realmente esta idea de ser puerta ayuda muchísimo a mercados pequeños y que tienen instituciones fuertes como Uruguay.

Foto: Nicolás Garrido / Búsqueda

—El interés del Reino Unido en el Mercosur es a mediano plazo porque su prioridad es con los socios principales. ¿Cómo se podría avanzar?

—Es lo que ya empezamos a investigar con Uruguay: ¿cuáles son los obstáculos a eliminar antes de hacer el tratado? Por eso es que queremos, por primera vez, tener pláticas comerciales formales con las autoridades uruguayas. Los sectores claves son energía limpia, agricultura —incluyendo la administración forestal—, bioseguridad, agrotecnología. En el corto plazo tenemos previsto que los expertos se reúnan para poder definir cuáles son los temas importantes y en cuáles podemos avanzar antes de tener un tratado, o en camino hacia un tratado.

—¿Pudieron sacar algo en limpio sobre las negociaciones entre la UE y el Mercosur, que demoraron 20 año en cerrarse?

—Obviamente, somos muy conscientes de que las negociaciones entre la Unión Europea y el Mercosur llevaron 20 años. Aun así, pensamos que podemos tomar mucho de esa experiencia para que las negociaciones con nosotros no demoren tanto tiempo. Tenemos expertos viendo el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur para ver qué podemos utilizar en el eventual acuerdo bilateral.

Es importante y útil ya tener una idea mejor de las cosas que los dos lados quieren que sean parte de la negociación. Estoy segura de que hay posibilidades de incrementar el flujo comercial entre los dos países. Todos los países del Mercosur tienen interés en mejorar ese flujo aun sin llegar a un tratado de libre comercio.

Estamos viendo con mucho interés esta idea que parece que tienen algunos países del Mercosur relacionado con un modelo un poco más flexible. Y, obviamente, vamos a seguir con interés los acontecimientos que tendrán lugar en la cumbre de fin de mes.

—¿El reclamo de Argentina por las islas Falkland no podría ser una dificultad insalvable para alcanzar un acuerdo con el Mercosur?

—Es importante destacar que la revisión integrada dice que básicamente no va a haber cambios en nuestra política respecto de las islas. Continuamos defendiendo el principio de autodeterminación de los isleños y se mantiene nuestra presencia militar. Nosotros no pensamos que los tratados de libre comercio tengan que ver con temas tan amplios. Es como mencionaba sobre nuestra relación con China, trabajamos sobre lo que podemos trabajar, y donde tenemos desacuerdo, los tenemos. Vincular un tema totalmente político con el tema comercial no parece muy constructivo, y espero que no sea el objetivo de las autoridades argentinas.

—¿Se puede dar un acuerdo comercial entre Uruguay y el Reino Unido a partir de esa flexibilización? ¿Por tamaño no somos tan interesantes?

—Depende mucho del Mercosur. Tengo entendido que realmente el riesgo de hacerlo tiene que ver con su membresía en el Mercosur. Para nosotros cualquier acuerdo es interesante, por eso estamos viendo con mucho interés el tema de la flexibilización. Y también sigo con interés las conversaciones que mis colegas están teniendo con otros países del Mercosur, para ver hasta qué punto ellos pueden encontrar maneras de resolver problemas de acceso a mercados sin la necesidad de tener un tratado formal.

  • Recuadro de la entrevista

La vacuna de AstraZeneca es segura y “excelente”

 

Información Nacional
2021-03-17T23:15:00