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China acumuló un crecimiento de 3% en 2022, según cálculos preliminares oficiales. Si bien el pronóstico de algunos organismos y calificadoras de riesgo son de una aceleración del ritmo de la expansión china para este año —4,4%, según el Fondo Monetario Internacional— y el próximo, varios análisis plantean riesgos a mediano y largo plazo, como el decrecimiento de la población y de la productividad en ese país.
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Para Uruguay, el mercado chino se transformó en los años recientes en uno de los más relevantes tanto como destino de exportaciones uruguayas como origen de importaciones. El gobierno de Luis Lacalle Pou pretende tener un tratado comercial que permita incrementar ese intercambio y atraer inversión, pero tras los estudios de factibilidad técnica el inicio las negociaciones todavía no se produjo.
China es, también, un socio relevante para otros países de la región que son exportadores de materias primas, como Uruguay.
Un análisis divulgado este mes por la calificadora Moody’s señaló que una menor actividad industrial china este año, así como de su sector de la construcción, afectará de forma negativa a Chile, Brasil y Perú como exportadores de metales. Eso se podría ver exacerbado a largo plazo por el menor crecimiento de la población china, agregó. Para otros países de la región, como Uruguay y Ecuador, “los efectos económicos serán mucho más leves” porque sus principales ventas a China son de alimentos, por ahora el ingreso per cápita en ese país está en aumento y “probablemente continúe apoyando el consumo de bienes, independientemente del crecimiento” de su Producto Bruto Interno, explicó la agencia.
Demografía
Junto con el reciente fin a la política de “Covid cero” que limitaba la movilidad, la perspectiva demográfica china fue noticia en las últimas semanas. El crecimiento de la población china se frenó en 2022, eran 1.411,75 millones de habitantes, 0,06% debajo de los 1.412,60 millones de 2021, y según un informe de la Organización de las Naciones Unidas, se espera que este año la población de India supera a la de China.
A su vez, el martes 17 el gobierno chino informó que hubo más fallecidos que nacimientos en 2022, lo que no ocurría desde la década de 1960 y que buscó evitar al flexibilizar la política del hijo único (llevándolo a dos en 2016 y a tres en 2021). En 2012, James Liang, un empresario chino con estudios en economía, había escrito en un artículo para el Foro Económico Mundial —titulado El abismo demográfico de China— que a partir de 2040 la población china se reducirá en 10 millones al año, similar a lo que vive Japón, y eso “acabará con el milagro económico” chino. Una de las razones detrás de esto es el elevado costo que asumen los padres chinos para educar a sus hijos, lo que acaba desincentivando a las mujeres a casarse y a tener hijos y, por ende, hace caer la tasa de reproducción de la población, según su análisis.
Por otro lado, el economista Walter Molano, de BCP Securities, indicó en un reciente comentario para analistas que “la regla de un hijo ha sido un desastre sin paliativos” para China. Según él, además de disminuir la oferta laboral, generó las bases para el envejecimiento de la población china, volviendo así al crecimiento del PBI cada vez más dependiente de la mejora de la productividad y menos del aumento poblacional. Además, señaló ese economista, ante los menores costos laborales de otros países asiáticos China experimentó una “pérdida de competitividad en sectores intensivos de mano de obra. La solución es cambiar la industria hacia sectores de más valor agregado (servicios y tecnología)”. Pero para hacerlo se requiere de mayores niveles de productividad, área en la cual “los errores de políticas recientes pasan factura”, opinó Molano. Según su análisis, los recientes cambios regulatorios en los sectores de finanzas y educación “no solo reducen la productividad, sino que la incertidumbre regulatoria obstaculiza la innovación y la inversión a largo plazo”. Eso, indicó, dejará a China a merced de la “trampa de ingresos medios” ante la aparente incapacidad de transformar su producción para sostener los niveles vida de la población y la tasa de crecimiento.
Otro sector complicado en la economía china y que no se termina de recomponer es el inmobiliario tras los problemas financieros que enfrentó en 2021 Evergrande, la principal empresa del rubro en aquel entonces, y la desconfianza que produjo entre los compradores. En respuesta a esa situación, el gobierno chino anunció en noviembre 16 medidas para dar liquidez al sector a través de la extensión de préstamos, dando apoyo a la emisión de bonos, préstamos especiales, flexibilizando los requisitos de pago inicial de los compradores, entre otras.