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El hombre que revolucionó el mundo del golf gracias a un predominio absoluto por más de una década sumó un galardón más esta semana. Tiger Woods ganó de manera espectacular en Japón el domingo 27 e igualó la línea del legendario Sam Snead, ambos con 82 triunfos. Snead, la gran figura del golf de los años 1930, jugó 425 torneos para llegar a esa cifra, mientras que Woods necesitó 359.
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Con varias operaciones encima, a los 43 años Woods sigue dando muestras de una categoría absoluta que lo ubican como uno de los mejores deportistas de todas las épocas. Al momento lleva cuatro operaciones de espalda y cinco de rodilla, la última apenas finalizado el BMW Championship en agosto de este año. Al quedar fuera de los 30 jugadores que compitieron en el Tour Championship, Tiger decidió hacerse una artroscopia en la rodilla izquierda, lo que marcó el final de su temporada. Dos meses después volvió en el ZoZo Championship, disputado en el Accordia Narashino Golf Club de Tokio, en la primera incursión del PGA Tour de Estados Unidos en Japón. Y fue con victoria de punta a punta, con un formidable score de 261 golpes para los 72 hoyos, aventajando por tres al ídolo local Hideki Matsuyama. Por su victoria, Tiger recibió un cheque por US$ 1,7 millones de los US$ 7 millones que repartió el certamen en premios. Con dicha suma Woods ahora saltó al tercer lugar del ranking de ganancias del circuito norteamericano.
Woods asimismo ascendió al sexto lugar del ranking mundial, posición que le permite clasificar directamente para los próximos Juegos Olímpicos de Tokio en julio del año próximo. “Sería un verdadero honor para mí representar a mi país en los Juegos de Tokio y mucho más lograr una medalla de oro para Estados Unidos”, sentenció Tiger sobre su posible participación en la próxima cita olímpica.
El desarrollo de la competencia
La gran globalización que ha logrado el golf en los últimos tiempos quedó plasmada con la realización de un torneo oficial del PGA Tour por primera vez en Japón. Allí estuvieron los mejores golfistas del mundo jugando por una bolsa sideral en premios. El certamen estuvo marcado por el mal tiempo, porque el tifón Bualoi causó verdaderos estragos con copiosas lluvias y vientos que llevaron a la cancelación de la segunda vuelta. La tercera ronda se jugó muy temprano en la mañana del sábado, sin público para evitar accidentes además de preservar la cancha.
El panorama no fue obstáculo para que Tiger Woods, con una espectacular tarjeta de 64 golpes, quedara en la punta del campeonato en la primera jornada. Otro registro de 64 impactos lo consolidó en la vanguardia para terminar con una maratónica jornada y completar la tercera vuelta con 66 golpes y una ventaja de tres sobre su escolta Matsuyama. Apremiados por la falta de luz, los organizadores decidieron que la ronda final se jugara en threesomes, algo inusual en este nivel de juego, y además sin respetar las posiciones. Al terminar la tercera vuelta los jugadores entregaban la tarjeta e inmediatamente se dirigían al tee del hoyo 1.
La definición del ZoZo Championship se convirtió rápido en un mano a mano entre Woods y Matsuyama. La diferencia inicial de tres golpes quedó reducida en los primeros hoyos a solo uno ante el delirio del público, el cual vivió de manera particular el duelo entre ambos golfistas pese a que jugaban en grupos diferentes.
Ahí apareció toda la clase y “magia” de Tiger pegando tiros espectaculares, embocando putts kilométricos para consolidar su juego y la punta. Finalmente fue una tarjeta de 67 golpes, con birdie en el último hoyo como premio para todos quienes tuvimos el privilegio de ver en acción al mejor golfista de todos los tiempos. Las estadísticas muestran ahora que de 45 veces que Tiger llegó como líder tras los 54 hoyos a la definición de un campeonato, se terminó imponiendo en 43 de ellas. Un verdadero fenómeno.
El futuro
“Sinceramente nunca pensé que podría volver a este nivel de juego, estoy muy satisfecho con la recuperación, me voy a tomar un descanso, el físico así lo determina”, subrayó en la conferencia de prensa.
Esa es su realidad hoy: se terminó aquello de jugar varias semanas seguidas y marcar un calendario con 20 torneos al año.
Poco tiempo atrás, luego de varias operaciones, un divorcio complicado y un arresto al quedarse dormido sobre el volante de su camioneta, lo empujaron a un precipicio que parecía no tener fin. En ese panorama, luego de pasar cinco años sin ganar un torneo y caer al puesto 625 de ranking mundial, en setiembre del 2018 se impuso en el Tour Championship. Después pasaron seis meses para que llegara su victoria en el Masters de Augusta, en lo que fue el decimoquinto Major de su carrera, cortando una racha de 11 años sin ganar un grande y quedó a solo tres de alcanzar los 18 Majors que ganó el legendario Jack Nicklaus, su gran meta a superar de acuerdo a sus propias declaraciones.
De acuerdo a sus comentarios, recién volverá a jugar en diciembre en Bahamas, en un torneo que recauda fondos para la fundación que lleva su nombre, la cual, por otra parte, cumple una función extraordinaria. A mediados de diciembre llegará una nueva edición de la Presidents Cup, el enfrentamiento entre profesionales de Estados Unidos y el resto del mundo sin contar con jugadores de Europa, que tendrá como sede al Royal Melbourne Golf Club de Australia. En esta oportunidad, Woods será el capitán del equipo estadounidense y como tal tiene derecho a nombrar a tres jugadores fuera del ranking. Ojalá se autoconvoque. El mundo del golf agradecido.
