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Horas después de la fuga del mafioso italiano Rocco Morabito a fines de junio, la Policía hizo ajustes a la vigilancia de Gerardo González Valencia, un narcotraficante mexicano capturado en 2016 en Montevideo sobre quien pesa una requisitoria internacional de Estados Unidos por tráfico de drogas. González Valencia, quien junto a Morabito era uno de los dos presos más peligrosos del sistema carcelario uruguayo, se encontraba recluido en la sede de la Guardia Republicana, donde tras la fuga de Morabito se ordenó un control “obsesivo y metódico” sobre el mexicano para evitar que también se escapara.
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Pese a esos cambios, el Ministerio del Interior decidió trasladar a González Valencia de la sede de la Guardia Republicana a la Unidad Nº 1 de Punta Rieles, una cárcel inaugurada en 2018 bajo el régimen público-privado y que sigue orientaciones de seguridad europeas. Según informaron a Búsqueda fuentes policiales, el traslado de González Valencia se hizo a mediados de año ante la sospecha de que tenía diseñado un plan de fuga: el objetivo de cambiarlo de centro de reclusión fue cortar las redes de contacto que había construido en la sede de la Guardia Republicana y enviarlo a un sitio más moderno y seguro.
Cuando Morabito aún estaba preso, solicitó ser transferido de la ex Cárcel Central a la sede de la Guardia Republicana, pedido rechazado en mayo por el Ministerio del Interior por considerar que su posible unión con González Valencia “podría provocar la concertación de dos líderes de organizaciones criminales de gran peligrosidad”. “Obviamente, ese traslado era pedido para intentar una fuga de dos líderes del narcotráfico”, explicó el ministro Eduardo Bonomi tiempo después en el Senado.
En 2016 González Valencia amenazó de muerte a Bonomi por las condiciones carcelarias en las que estaba recluido, lo que derivó en una denuncia penal del ministerio ante la Justicia especializada en Crimen Organizado. El narco es uno de los líderes de Los Cuinis, una de las organizaciones mexicanas de tráfico de drogas más ricas del mundo, y fue detenido en nuestro país ya que había elegido Punta del Este para manejar los negocios desde un sitio tranquilo. Permanece detenido en Uruguay ya que su defensa presentó diversos recursos legales para que no se acceda al pedido de extradición estadounidense.