Un cine uruguayo que toma vuelo

En mayo, las productoras estrenaron la película Delia, de la uruguaya Victoria Pena, y desde principios de agosto se encuentra, en salas, 8 cuentos sobre mi hipoacusia, de la directora argentina Charo Mato. Baracco, además, presentó hace unas semanas Ese soplo, su debut como directora, en el marco del DocMontevideo.

La fundación oficial de Monarca se remonta a 2011. Es, según las realizadoras, una fecha arbitraria, como la de cualquier relación que define un punto de partida. El nombre lo portaba Baracco y, Olascuaga, quien reunía algunos trabajos bajo la marca Libélula Cine, prefirió las mariposas. Ambas, además, eran llamadas así por sus respectivos padres.

Fue Olascuaga, que durante años trabajó en Mutante Cine, quien propuso la alianza a su colega. Ante la posibilidad, por entonces remota, de emprender una película uruguaya de ficción con una ambientación histórica y de una escala considerable de producción, pensó que era hora de unir esfuerzos. “Esto es demasiado grande”, recordó haber pensado.

“Las películas son procesos intensos, largos y desgastantes. También muy hermosos. Y está bueno compartirlos. Entonces llamé a Vale”. Baracco reconoce el impulso como el paso indicado. “Hoy por hoy no puedo pensar en otra persona para esto”, afirma. “Estuvo bien en tomar la iniciativa”.

Monarca ya cuenta con seis películas y dos cortometrajes que vieron la luz. En 2021 estrenaron Cambalache, de Rosalía Alonso, su primera serie para televisión.

En su sitio oficial, las productoras definieron su misión: “Buscamos realizar piezas y obras audiovisuales con sensibilidad, haciendo énfasis en la mirada de autor, perspectiva de género, temática LGBTIQIA+, discapacidad, tercera edad y proyectos personales”. Si bien hoy encuentran el compendio de temáticas algo extenso, esa búsqueda persiste. Y la han hecho presentando nuevas voces femeninas dentro del panorama audiovisual rioplatense.

La línea de sus producciones más recientes, reconocen, se ha inclinado hacia los documentales de índole personal, con algunas interrogantes en común entre ellas. Tanto en Delia y 8 cuentos… como en Ese soplo, la familia, la memoria y el archivo son elementos de los que se disparan las investigaciones de cada película.

“Todos se conectan en un punto”, apunta Olascuaga. “Hay minorías y la tercera edad que está desplazada. A todos los une algo en una lucha por visibilizar o encontrar un lugar propio”.

Baracco agrega: “Están atravesados por nuestra forma de ver el mundo. Es en parte lo que nos motiva y buscamos: transmitir nuestra forma de hablar de temas como la hipoacusia o la tercera edad y relacionarnos con eso a través de la herramienta del cine. El otro no tiene por qué compartir nuestra visión, pero sí queremos que lo interpele”.

Intensidad y emoción son dos de las palabras que las productoras no vacilan en repetir al momento de definir el periplo de Monarca durante el recorrido en 2022. Los estrenos de Delia, 8 cuentos… y el preestreno de Ese soplo marcaron el cierre de los primeros proyectos con los que comenzaron.

“Delia fue parte de mi formación”, explica Olascuaga, quien define su trabajo de productora ejecutiva en Mutante Cine como otro de sus grandes aprendizajes en el rubro. “Más allá de que no es nuestra historia, es su historia con la que nos conectamos”, comenta al hablar de Delia González, cuya presentación como la esposa del político Jorge Mazzarovich es contrapuesta por la exploración que Victoria Pena hace de su pasado como escritora en la película.

Delia, que se mantuvo alrededor de 7 semanas en cartelera, reveló el afán de las productoras por desafiar una de las instancias más difíciles dentro de la exhibición cinematográfica: la distribución. Más allá de una presencia marcada en el circuito de salas céntricas de Montevideo, la película también fue exhibida en centros culturales descentralizados y en cines, teatros y espacios culturales de Canelones, Mercedes, Rocha y Salto, entre otros. En el marco del Mes de la Memoria, las productoras también realizaron actividades paralelas a la película, como lo fue el conversatorio Las mujeres en la izquierda, que tuvo lugar en el Club Cultural Charco.

“Hay cierta responsabilidad de democratizar las películas”, comenta Baracco sobre la estrategia de distribución de Monarca, que ha colaborado con la realizadora Marta García, responsable de DocMontevideo, en ese aspecto. “Entendemos que es importante que una película se muestre en un festival y que haga determinado recorrido, pero lo que te termina llenando son estas instancias: el ida y vuelta con la gente. Se termina de completar lo que buscamos”.

Las productoras revelan que, al igual que Delia, 8 cuentos… también ha generado una devolución muy personal de los espectadores, tanto por quienes comparten sus experiencias vinculadas a la pérdida auditiva como por quienes piden que la película pueda tener proyecciones más allá de Montevideo, donde actualmente puede verse en funciones regulares en Cinemateca y en una función especial, el miércoles 24, en Life 21. Entre el sábado 19 y el domingo 20, el equipo de Monarca y la directora Charo Mato acompañarán las funciones previstas para el Teatro Alsur (Atlántida) y el Centro Cultural Isabel Artus (Colonia Valdense).

Actualmente, Monarca tiene varios proyectos en etapa de rodaje. Uno de ellos es Señor, si usted realmente existe, por qué no me saca de este infierno, del realizador y escritor Jorge Fierro. La película documental se centra en una persona que estuvo en situación de calle y que Fierro conoció a través de un taller de cine. “Es una historia de superación”, define Baracco.

Por otro lado, las realizadoras también se encuentran filmando la serie Uruguayas, de la directora Dina Yael. En ocho capítulos, busca aproximarse “a la realidad de las mujeres de hoy y del pasado, dialogando entre el material de archivo y la cotidianeidad actual de las uruguayas”, según lo describe su sinopsis oficial.

Entre los proyectos futuros, hay uno, titulado Matarifes, que les significará el mayor de sus retos como productoras. Es, de hecho, la película por la que Olascuaga llamó a Baracco años atrás para unir esfuerzos.

Matarifes es una nueva película de Bernardo y Rafael Antonaccio, la dupla de hermanos que dirigió En el pozo (2018). Ambientada durante la veda de carne en Montevideo en la década de 1970, presupone desafíos por donde se la mire: recreación histórica, animales, escenas con protestas multitudinarias y más.

Entrando en la última etapa de búsqueda de financiación, tiene un rodaje previsto para el segundo semestre de 2023. “Con Matarifes quedó claro que tenemos que ir a todos los fondos y ganarlos todos”, dice Baracco. “Es el desafío más grande que vamos a enfrentar en cuanto a producción, financiación y rodaje”, agrega Olascuaga.

Con los tiempos de producción del cine, y en especial los del cine uruguayo, como uno de sus grandes contrincantes, las productoras ya admiten saber lidiar, y hasta aplacar, el desaliento. Ambas reconocen mantener un pacto con sus proyectos que trasciende lo temporal. “Como productora estás desde que empieza la película hasta que se termina”, dice Olascuaga. “Es más, te morís y la película sigue viva. Es para siempre”.