La definición de quién hablaría en nombre de los colorados en tan solemne sesión había generado diversas conversaciones. Primero se habló para que lo hiciera el senador de Batllistas de Ley, José Amorín, pero Bordaberry le planteó que quería hacerlo él. Sin embargo, en la interna de Vamos Uruguay y luego de conversaciones entre algunos dirigentes, fue Pasquet quien tomó la posta. Pasquet supo el martes por la tarde que finalmente hablaría él. Varios legisladores colorados se enteraron el jueves a las dos y media de la tarde, durante la sesión.
En su intervención, Pasquet advirtió que no se está predestinado a la “plenitud de la vida democrática”. “Nadie nos garantiza la vigencia permanente del Estado de derecho. Podemos proclamarla un día, disfrutarla otro, celebrarla siempre, pero si no estamos atentos cuidándola, defendiéndola, preservándola, esa plenitud democrática en la que queremos vivir puede perderse”, afirmó.
Más adelante se remontó al asalto al club de Tiro Suizo en 1963 —considerado el inicio de la guerrilla tupamara— como una de las causas que generarían luego la caída de las instituciones.
Luego de señalar la “responsabilidad” del Partido Colorado en la designación de Juan María Bordaberry, el legislador recordó que “algunos” integrantes de ese partido apoyaron lo resuelto por el presidente en junio de 1973. “Uno fue el señor Pacheco Areco —remarcó—. Otros colorados desde el primer momento, desde la noche misma del 27 de junio, manifestaron su oposición a lo que ocurriría y lo hicieron en términos categóricos y contundentes, condenando el golpe de Estado y apostrofando a los golpistas”.
Y continuó: “Nombro a esos senadores para homenajearlos: Eduardo Paz Aguirre, quien presidió la sesión; Héctor Grauert, Luis Hierro Gambardella, Nelson Constanzo y Amílcar Vasconcellos, que esa noche fue el último legislador en abandonar el Palacio Legislativo. Y no eran senadores, entonces, pero notoriamente estaban contra el golpe de Estado —y por eso también los nombro para homenajearlos— Jorge Batlle, Julio María Sanguinetti, Manuel Flores Mora, Renán Rodríguez y —dígase también— Raumar Jude, quien, pese a haber sido secretario general de la Unión Nacional Reeleccionista, estuvo en la oposición al golpe y participó después de lo que sería el triunvirato colorado, formado por Batlle, Vasconcellos y el propio Jude, que actuó hasta que se constituyeron las autoridades partidarias, después de la elección interna de 1982”.
Insultos.
Fue claro que el discurso de Pasquet no pasaría inadvertido. Mientras legisladores del Frente Amplio saludaban lo dicho por el senador, al igual que el diputado de Vamos Uruguay Fernando Amado, dentro de la interna se desató una fuerte polémica.
Bordaberry no se mostró de acuerdo con lo dicho por Pasquet y así se lo hizo saber, por ejemplo, al hijo del ex presidente Pacheco, Jorge Pacheco Klein.
El viernes al mediodía se produjo la declaración más explosiva. Consultado por el sitio web de “El Observador”, el ex presidente Jorge Batlle rechazó lo dicho por Pasquet. Tras señalar que el golpe no fue “hijo de un solo hecho”, sino que hubo un “proceso” que arranca con la guerrilla tupamara en 1960, denunció que los últimos años el país ha visto una “deformación histórica por objetivos políticos”. Y a continuación acotó: “Esta es la respuesta al idiota de Pasquet. Está clavado que es idiota. Esto está mucho antes organizado, esto no lo organizó Bordaberry, el imbécil de Pasquet... Nunca he visto un imbécil más grande”. Pasquet le respondió vía twitter: “Desde la soberbia, J. Batlle me insulta. Se ve que ni leyó lo que dije. Perdió toda capacidad de autocontrol. Yo no. No contestaré insultos”.
El ex vicepresidente Luis Hierro opinó en el mismo diario que las apreciaciones de Pasquet “no se ajustan a la realidad histórica”. De hecho, lo cuestionó porque a su juicio no recordó que los colorados emitieron una declaración en contra de la dictadura en julio de 1973. El Partido Colorado “como institución” no tuvo que ver con la disolución del Parlamento. “La única autocrítica que debe hacer refiere a las circunstancias extrañas por las cuales el señor Bordaberry terminó siendo su candidato en el proceso electoral de 1971. Claramente allí puede haber lugar a que el partido diga: ‘bueno, esta actuación fue incorrecta’”, afirmó y recordó que el “grueso” de los colorados estuvieron en contra del golpe.
Pero previo a la intervención de Pasquet en el Parlamento, la noche anterior, el miércoles 26, el ex presidente Julio María Sanguinetti analizó las causas del golpe y fue consultado en un momento por las “responsabilidades” en ese hecho. “No todas las responsabilidades son iguales”, contestó en el programa “Código País” de Canal 12. Enumeró en tal sentido la situación económica e internacional, las acciones de los Tupamaros y los partidos políticos que estaban “cambiando sus liderazgos”.
Al ser consultado por el periodista Alfonso Lessa si entre las “variables” había que tener en cuenta la “responsabilidad” de los colorados con la designación de Bordaberry, Sanguinetti respondió: “Es una responsabilidad inexcusable, es un error político, es parte de las debilidades políticas de las que estaba hablando. Bordaberry no era un hombre de la tradición política, venía del mundo rural, y puesto en la responsabilidad no estuvo a la altura de las circunstancias, era anticomunista pero no era suficientemente demócrata”.
En tanto, el sector Batllistas de Ley emitió el viernes 28 un comunicado señalando que los dichos de Pasquet “no representan” su opinión.
Además de Batlle, quien criticó con similar dureza fue Pacheco Klein, hijo del ex presidente. En varios medios cuestionó que Pasquet sostuviera que Pacheco apoyó el golpe. “Rechazo categóricamente por mentirosas, repugnantes y falaces las aseveraciones del senador Pasquet”, escribió Pacheco Klein en un texto que se publica en la sección Cartas al Director de Búsqueda.
Pasquet sostiene que Pacheco apoyó el golpe sobre la base de un telegrama que el ex presidente —entonces embajador en España— envió a Bordaberry.
“Habiendo asumido usted responsabilidad histórica preservación valores fundamentales democracia uruguaya y defensa proceso que garantice vertiente trabajo y progresos efectivos en pos supremos objetivos nacionales vida segura, respetada y feliz del pueblo, exprésole mi anhelo de que le acompañen la comprensión de los orientales levantándose los puntos de mira para el mejor destino de la patria”, escribió Pacheco según publicó el diario colorado “La Mañana”, el 3 de julio de 1973.
Para Pacheco Klein, su padre con este telegrama no apoyó ni arengó a Bordaberry, sino que lo “exhortó a salvar lo que pudiera de las instituciones democráticas”.
En su carta, Pacheco Klein reclama a Pasquet que se retracte o que Pedro Bordaberry lo obligue a hacerlo. De lo contrario pide que el Partido Colorado lo sancione “con el mayor rigor posible”.
“No quiero dictadura”.
Por otro lado, el lunes 1º durante la reunión del Comité Ejecutivo Nacional colorado el tema estuvo sobre la mesa. Dos dirigentes de Batllistas de Ley discreparon con lo dicho por Pasquet y el senador defendió su postura.
Por último, quedaba la reunión del lunes por la tarde de la bancada de Vamos Uruguay. Esa reunión venía precedida de una carta de Pedro Bordaberry que se había divulgado el viernes 28.
En esa carta manifestó que estaba “preocupado”. “Nos hemos enfrascado en discusiones sobre el pasado y creo que así no podemos seguir”, comenzó diciendo a sus compañeros de sector.
Luego se refirió a los dichos de Pasquet diciendo que no los compartía “en gran parte”. “Como expresé no quiero dictadura en mi país como tampoco quiero iluminados que se alcen en armas contra gobiernos democráticos. Pero más allá de su contenido creo que se debió hablar del futuro, de la construcción. Me resisto a seguir discutiendo hacia atrás y creo que hay que hablar del mañana”, afirmó en la carta a sus compañeros.
“No es que no haya que hablar del pasado. Debe ser la plataforma para construir el mañana. Desde los aciertos, para repetirlos y de los errores para no hacerlo”, argumentó.
Luego aludió a los dichos de Batlle: “Tampoco estoy de acuerdo con las descalificaciones y los insultos con aquel que discrepa. Por más distinguido y por más credenciales que tenga quien las profiere. No es con el improperio que se logra expresar una idea o una diferencia. Es con respeto”.
Hacia el final del texto, Bordaberry apuntó que quería ser “claro”. “No estoy dispuesto a trabajar para discutir sobre el pasado, pelear o insultar. La gente no entiende que se prioricen esas peleas y discusiones sobre el pasado antes que los problemas que estamos viviendo. Amigos de Vamos Uruguay, si el camino que van a seguir es ese de discutir el pasado, la pelea o el insulto, están yendo contra el pacto original de creación de nuestro grupo y la nueva forma de hacer política. En ese camino no hay lugar para mí. Por lo que si la mayoría de ustedes decide ir por él no cuenten conmigo. Yo seguiré, mientras me den las fuerzas, en la senda de la construcción y la propuesta mirando al futuro. Solo o acompañado, pero convencido que ese es el camino. (...) Si me quieren acompañar, los espero. Si no quieren sigan su camino. Respetaré su opinión y seguiré solo o acompañado por los que compartan su visión con la mía, pero convencido que el rumbo es de construcción y propuesta”.
La reunión del lunes 1º de los legisladores de Vamos Uruguay fue de las “más tensas” que ha tenido el sector, coincidieron varias fuentes consultadas.
Bordaberry opinó que los hechos de la semana anterior “no le hacen bien al sector” y que se “abren flancos” para que les “peguen los de afuera”, según consignó el diario “El Observador” ayer miércoles 3.
Participantes de la reunión dijeron a Búsqueda, en tanto, que en la reunión Bordaberry aclaró que no pretendía que le consulten lo que tienen que decir. “Nunca lo he hecho y no lo voy a hacer”, aseguró. El planteo fue respaldado por el diputado Fernando Amado. En paralelo, los diputados Germán Cardoso y Daniel Bianchi explicaron que en su opinión este tipo de discursos deberían ser vistos por todos los integrantes del sector.
Bordaberry pidió que cuando se hable de él o de su padre le “avisen”. Como ejemplo de ello puso el caso del diputado del Partido Independiente Daniel Radío, que “gentil y cortésmente” lo llamó el día anterior a la Asamblea General para avisarle que hablaría de su padre.
Varios legisladores de Vamos Uruguay coincidieron con el contenido de la carta que les envió Bordaberry. Diputados como Fitzgerald Cantero y Walter Verri dijeron que es hora de “mirar para adelante”. “Cuando recorro los barrios la gente me pide soluciones por la seguridad, por ejemplo, no hablan del pasado”, afirmó Cantero.
Entre los dirigentes consultados, se entiende que la situación fue superada, aunque afirman que no se ha discutido sobre el tema de fondo respecto a las responsabilidades de la dictadura.
Política
2013-07-04T00:00:00
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